Bondades y perjuicios de soltar 'lastre' en Segunda
El Granada CF se queda con nueve jugadores en cartera, lo que evita perder tiempo en renegociar todos los contratos pero deja al equipo sin bloque
El Granada CF casi debe empezar de cero en la confección de la plantilla. Foto: Álex Cámara
Con la temporada del Granada CF concluida, el equipo rojiblanco está de vacaciones 'a medias', pues mientras el trabajo ha terminado para los futbolistas ahora es el momento de los despachos.
En la confección del equipo en Segunda División, Manolo Salvador se va a encontrar con una situación que no es muy común entre los clubes que bajan a Segunda División.
Y es que el Granada CF soltará 'lastre' económico y futbolístico con la caída de división, aunque a decir verdad la situación de haber quedado en Primera hubiera sido prácticamente similar.
A día de hoy el equipo granadinista solo tiene en cartera a nueve jugadores de todos los que han competido con la elástica rojiblanca esta temporada. El resto se cuentan por cesiones y acuerdos con la familia Pozzo, por lo que esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Si se trata de realzar los aspectos positivos que se va a encontrar el Granada CF en la confección de la plantilla para la categoría de plata el primero es el tiempo que ganará el equipo en no tener que renegociar tantos contratos.
Ha ocurrido en otras ocasiones que clubes que tenían un equipo pensado para Primera División contaban con contratos un tanto desorbitados que, a la hora de su rescisión, supusieron una losa para centrarse en el objetivo de confeccionar el equipo de la temporada por llegar.
En el caso del Granada CF a priori solo se negociarán algunas salidas, aunque menos de las que podrían haberse producido en caso de no contar con tantos jugadores cedidos en el primer equipo. En este sentido están futbolistas como Carcela, una de las escasas ventas previstas en el mercado veraniego; Krhin o Atzili. También habrá que ver qué sucede con hombres como Tito y Machís, toda vez que han acabado con el Leganés la campaña sin bajar a Segunda.
El único jugador que acaba contrato con el Granada CF es Isaac Cuenca, futbolista que tiene algunas ofertas sobre la mesa para poder quedarse en la élite pero al que el club ya ha mostrado su ferreo deseo de que continúe en Segunda División. El resto son futbolistas cedidos de otros clubes o que pertenecen a la familia Pozzo, cuyo acuerdo pretende romperse por completo para evitar ataduras en el futuro.
También hay aspectos menos positivos que todos estos, como es la obligación de confeccionar una plantilla con un extenso abanico de fichajes, hacerlo sin la credibilidad de un proyecto arraigado y, sobre todo sin un bloque.
El Granada CF llega a la categoría de plata casi como un pollo sin cabeza, con todo por hacer, en el que habrá que buscar líderes dentro del vestuario que comanden el rumbo de un barco, en la actualidad, demasiado perdido en su cuaderno de Pitágoras.
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