viernes 19 abril
GRANADA CF - ATLÉTICO DE MADRID | LA CRÓNICA  |   |

Con la intención no basta

El Granada CF cede una nueva derrota en casa ante un Atlético superior en juego pese a que tuvo ocasiones para marcar · El cambio de Ramos por lesión restó opciones de peligro a los de Alcaraz

Ochoa subió al remate en la última acción del partido en un saque de esquina. Foto: Álex Cámara

FICHA DEL PARTIDO
Granada CF: Ochoa; Foulquier, Saunier (Aly Mallé, 85'), Ingason, Gastón Silva, Héctor Hernández (Cuenca, 76'); Uche, Wakaso, Pereira, Boga; y Adrián Ramos (Kravets, 56').
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Godín, Savic, Filipe Luis; Koke, Saúl, Thomas (Correa, 45'), Niño Gaitán (Giménez, 69'), Carrasco (Vrsaljko,86'); y Griezmann.
Árbitro: Hernández Hernández (canario). Expulsó por doble amonestación a Wakaso (93'). Amonestó a Saunier, Foulquier e Inganson y a Carrasco y Juanfran.
Gol: 0-1, Griezmann (84')
Incidencias: Encuentro disputado en Los Cármenes ante 18.887 espectadores.

Las intenciones no siempre son suficientes para que el Granada CF consiga sacar la cabeza del agua. El equipo rojiblanco perdió ante un rival superior en cuanto a juego y clara demostración de dominio, pese a que tuvo ocasiones suficientes para adelantarse en el marcador y, quien saber, haberse podido llevar el partido al final. Pero el Atlético de Madrid, que antes del tanto de Griezmann había perdonado por activa y por pasiva, metió el gol cuando tuvo que hacerlo y cuando entonces ya no quedaba casi tiempo para nada.

En la confección de su alineación, en la que Lucas Alcaraz los tuvo a todos disponibles a excepción de Carcela y Kone, el técnico optó por una defensa en la que Ingason, Saunier y Gastón Silva formaron en el centro y en la que Boga ocupó el puesto de su compañero marroquí. En este sentido, la presencia del francés no fue la esperada y volvió a dar su imagen más discutible.

El choque comenzó con una ocasión clarísima de Carrasco, en la que Filipe Luis colgó un balón desde la banda izquierda en la que el belga remató fuera con la cabeza. Fue el primer gran aviso de los colchoneros, que sin embargo se fueron sintiendo cada minuto que pasaba más incómodos sobre el césped de Los Cármenes hasta el punto de que apenas pudieron acercarse con claridad a la portería de Ochoa.

Pese a que el dominio en el control del juego era evidente por parte del Atlético, en la salida del balón al contragolpe el Granada CF trató de llevar peligro, pese a que no fue capaz en muchos momentos de dar más de tres pases seguidos. Las imprecisiones pasaron factura para intentar generar peligro, aunque llegó. Ocurrió en el minuto 37 ya de partido, cuando una falta de Wakaso se envenenó hasta el punto de que Oblak tuvo que estirar los puños para evitar que el balón entrase en su portería.

Antes del descanso hubo todavía dos llegadas más con peligro de Griezmann, aunque una fue anulada por fuera de juego y la otra controló mal con la pierna sin poder definir ante Ochoa.

Un correcalles

La segunda parte tuvo lances en los que el partido fue un correcalles. Ello vino mejor al Granada CF que al Atlético de Madrid, que vio cómo los de Alcaraz puso en serios apuros a la defensa colchonera.

Ocurrió así en el minuto 53, cuando Adrián Ramos perdonó ante el meta del Atlético de Madrid después de una buena combinación entre Foulquier y Agbo Uche. El pase de la muerte de este fue a parar al colombiano, que sin embargo no tomó fuerza en el remate.

En ese momento el partido fue un ir y venir de ocasiones, como la que protagonizó justo después Griezmann, que tras recibir en la derecha lo tenía todo a su favor para definir ante Ochoa. El balón se fue a la red pero por fuera.

Solo dos minutos más tarde se produjo una nueva pared entre Uche y Ramos que terminó con el balón en el área con opciones para Boga y Pereira, que fue finalmente el que intentó el remate, aunque se topó con Juanfran en el rechace.

Con el cambio de Adrián Ramos el Granada CF perdió fuelle arriba y capacidad de pelear balones. Pocas ocasiones tendría desde entonces el conjunto granadinista ante un Atlético de Madrid que se dio cuenta de ello y fue decididamente a por el triunfo.

A solo diez minutos del final Ochoa fue el encargado de repeler un buen derechazo de Carrasco, quien recibió de espaldas a la portería. Donde no pudo hacer nada el meta mexicano rojiblanco fue en un buen balón a balón parado colchonero, que terminó en un centro de Koke para que Griezmann rematara de cabeza en el segundo palo.

La película del partido acabó entonces pese a que se jugaron hasta siete minutos más. Pero el Granada CF no pudo reengancharse para tratar de empatar la contienda. Antes del final un daño colateral clave: la expulsión de Wakaso. El jugador no estuvo templado en una falta en la que tenía cartulina amarilla y el árbitro estuvo ligero al sacar la segunda cuando quedaban segundos.

Pese a la intención de llevarse el triunfo y dar muestras de ello en varias fases del partido, el equipo rojiblanco volvió a ceder una oportunidad y a perder un cartucho. Y al tambor de la 'pistola' cada vez le quedan menos balas.

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