Con la misma 'malafollá' con la que orvalla en Gijón
Sandoval está a punto de devolver algún dardo a quienes no le tienen aprecio en la ciudad asturiana · En la Sidrería La Garulla habrá bote esta semana
Rubén Pérez se lamenta de la ocasión más clara que tuvo para el 1-4. Foto: Álex Cámara
Pasar de Madrid hacia Castilla y León viene a ser como un segundo Despeñaperros pero mucho más arriba que el que marca la diferencia entre una forma de ser y pensar y el resto del país. Cuando alguien se aproxima en coche a León y empieza a ver cómo se pone el cielo de gris, oscuro y plomizo se da cuenta que está en el Norte.
Ni que decir tiene que todo el verde que hay en la zona del Cantábrico en el país tiene que alimentarse de algo. En el caso de Gijón -de Asturias en general- lo hace cuando orvalla, que viene a ser una llovizna que se asemeja en cuanto a descripción al 'xirimiri' vasco. La 'malafollá' hecha agua caída de forma cruel de lado, con fuerza empujada por un viento de Poniente y que además hace que la ropa termine empapada, por mucho paraguas o chubasquero que se lleve encima.
Esto, que puede no guardar relación alguna con lo que le ocurrió al Granada CF en el Molinón tiene toda la del mundo. Los granadinistas acabaron de agua hasta el flequillo y no porque orvallara en el estadio de los gijoneses, que también; sino porque los palos y el infortunio le vino por todas partes mezclado con una buena dosis de errores, inexperiencia e incapacidad para conservar tres puntos.
Cuando parecía que el saco que se iba a llevar el Granada CF al Aeropuerto de Asturias no iba a caber como equipaje de mano, de repente el equipo reaccionó a tiempo para darle la vuelta al partido antes del descanso. Con un Sporting entregado y un Success espectacular supo matar el choque
Después Rubén Pérez y Thievy tuvieron sendas oportunidades para hacer el 1-4 que nunca llegaría. El resto de la película, si no la vieron, no hace falta. El tema es que el Granada acabó empatando a tres en el tiempo de descuento del tiempo de descuento. Por pardillos y por imprudentes.
Ya en sala de prensa Sandoval sacó pecho a medias en el mismo lugar donde algunos, en las dos últimas semanas, le han buscado 'la boca' (deportiva) para caldear los ánimos de sus enemigos (deportivos), que tenerlos, los tiene.
Jugar un lunes y llegar un domingo a Gijón permite darse un garbeo por alguna que otra sidrería. En La Garulla, donde 'La Patri' la escancia de maravilla, esta semana habrá bote en la porra que hacen. Los 30 clientes que participan tienen que acertar el resultado del Barça, del Madrid y del Sporting. Los otros dos dan lo mismo. Pero eso sí, nadie se atrevió a pronosticar una derrota de los rojiblancos ante el Granada CF. Es solo una muestra más de cómo una ciudad debe querer y arropar a su equipo. Dicho sea de paso que de esto, en Granada, nos queda mucho por aprender.
Popular ahora
