Los 'aliados' más peligrosos del invierno
Los incendios en viviendas por aparatos de calefacción y las intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono aumentan durante 2014 en la capital y el Área Metropolitana
Durante 2014, los Bomberos intervinieron en 786 incendios en el Área Metropolitana. Foto: Luis F. Ruiz
Después de un largo y frío día de trabajo, la puerta de casa se abre y un agradable calor golpea su cara. Con la única intención de sentarse y resguardarse bajo la ropa de la mesa camilla, la mente queda en blanco y el brasero, la chimenea o la estufa pasan a ser los mejores 'aliados'. El sueño sobreviene y los párpados van cayendo lentamente bajo esa placentera fuente de calidez. Pero cuidado, porque lo que es quizá uno de los momentos más esperados del final de esas jornadas invernales, puede convertirse en el menos deseado.
Los incendios y las intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono son las causas más frecuentes de accidentes durante el invierno en viviendas. Prueba de ello es que durante 2014, en Granada capital, los Bomberos actuaron en 589 casos de incendio y, en el Área Metropolitana, esas intervenciones subieron a 736, tal y como refleja el informe sobre las actuaciones del Cuerpo de Bomberos de Granada durante el pasado año. De todos ellos, más de un centenar fueron en viviendas.
Según el jefe del Servicio contra Incendios de los Bomberos de Granada, Jesús Cabrera, "debido al frío, cuando se utiliza cualquier tipo de fuente de calor, como braseros o estufas de resistencia y chimeneas, estamos teniendo una racha con bastantes incendios en viviendas. Hay que ser conscientes de que los braseros con la mesa camilla es un método peligroso y el origen de muchos fuegos, ya que la mayoría se inicia porque la ropa de la mesa camilla se prende. En lo que llevamos de invierno estamos registrando bastantes incendios por esa causa".
Es por esta razón que entre las precauciones que se deben tomar está la de revisar las calderas de gas, así como la correcta limpieza de los cañones de las chimeneas.
"Cuando se utilizan las estufas de butano, las típicas estufas catalíticas, o una caldera de gas que no sea estanca también es conveniente dejar una ventilación adecuada en la habitación, alguna ventana abierta para que el oxígeno que se pueda consumir en la vivienda se renueve", recomienda Cabrera al tiempo que insiste en que, aunque las intoxicaciones por monóxido de carbono no son tan frecuentes como los incendios por descuidos con los aparatos de calefacción, hay que extremar las precauciones. "Por ahora, la única víctima como consecuencia de este problema, fue la del pasado 31 de diciembre. Todavía hay calderas de agua caliente que permanecen en el interior de las viviendas y que son bastante peligrosas dado que, hoy en día, pese a que casi todas las calderas modernas son estancas, es decir, toman el aire del exterior y expulsan los gases también al exterior, sigue existiendo ese tipo de calderas que hacen la combustión en el interior, por lo que el monóxido de carbono se produce cuando se está consumiendo todo el oxígeno del aire y empieza a haber una mala combustión", explica el jefe del Servicio contra Incendios.
Se recomienda revisar las calderas y limpiar bien el tiro de las chimeneas. Foto: Luis F. Ruiz
¿Cómo darse cuenta de que el monóxido de carbono podría estar presente en su organismo? Uno de los primeros síntomas es el dolor de cabeza, acompañado por una sensación de náuseas y mucho sueño. Ante alguno de estos signos, lo más conveniente es abrir ventanas para ventilar cuanto antes y, en aquellos espacios donde se ubica la caldera, colocar una rejilla tanto en el suelo como en el techo. Tal y como señala Cabrera, son más vulnerables aquellas personas con problemas respiratorios, alguna dolencia cardíaca o mujeres en estado de gestación, ya que podrían perder el feto aunque ellas no sufran secuelas.
Por su parte, el jefe del Servicio de Protección Civil de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Granada, Manuel Navajas, asegura que se ha producido un incremento de intoxicaciones por inhalación de monóxido durante este pasado año, sobre todo, "por braseros o calentadores que combustionan mal". "La situación que se da es que la gente está a gusto con el calor que desprende el aparato calefactor en cuestión y se duerme. Esa inhalación es la causante de lo que se conoce como la "muerte dulce" porque estás tranquilo, cómodo y caliente, pero al mismo tiempo estás respirando un gas tóxico", manifiesta mientras recuerda el fallecimiento de Luis Oruezábal, propietario del Restaurante 'Chikito'.
En cuanto a los incendios en viviendas, Navajas aconseja que la persona se confine en un lugar de la vivienda para evitar respirar humo y, a ser posible, tapar las rendijas de las puertas con trapos húmedos. "Cuando recibimos el aviso, lo primero es hacer un cuestionario muy rápido para obtener el mayor número de datos posibles y trasladar esa información a Bomberos, Policía y Guardia Civil, según corresponda. Y sobre la marcha, dentro de los nervios que permita la situación al ciudadano, que es otro 'hándicap' que nos encontramos, que cierren puertas y ventanas para evitar entrada de aire porque ese aire puede ser un elemento que agite el fuego. Además, dentro debe desconectar todo lo que sea gas butano o similar para evitar explosiones o asfixia como consecuencia del incendio", indica sin olvidar que el atrapado entre las llamas debe gritar con fuerza una vez escuche o perciba la presencia de los operativos.
Toda una serie de recomendaciones a tener en cuenta, según Bomberos y Protección Civil, para esos meses de invierno que todavía quedan antes de que en Granada se vuelvan a guardar los aparatos de calor. Porque cuando se llega a casa después del estrés diario, lo único "dulce" que hay que respirar es tranquilidad.
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