viernes 29 marzo
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El Castillo de Láchar, en la red

La fortaleza metropolitana ya tiene web propia y está presente en las diferentes redes sociales · Se ha establecido un teléfono para reservas y las tarifas de las entradas

Vistas del Castillo de Láchar desde una de de sus torres. Foto: Álex Cámara

El Castillo de Láchar poco a poco va tomando entidad propia desde que el pasado mes abriera oficialmente al público y desde que pasara a ser de titularidad pública en junio de 2016. Así, la fortaleza ya cuenta con página web propia y perfiles en las respectivas redes sociales.

Sin embargo, no es lo único que se ha definido, los horarios y las tarifas para verlo también están disponibles. De esta forma, durante el verano este Bien de Interés Cultural podrá ser visitado los viernes de 09.30 a 13.30 horas y de 18.30 a 22.0o horas; y los sábados en horario de mañana -de 09.30 a 13.30 horas-. A mediados de septiembre se modificarán las horas de entrada al monumento.

En este sentido, los interesados deben saber que habrá pases para visitas guiadas cada hora a los interiores del Castillo y visitas libres por los jardines del mismo. Los grupos de 20 o más personas deberán reservar con antelación llamando al teléfono 689 733 225, o en el email grupos@castillodelachar.es. También se ha puesto en marcha un programa de visitas específico para colegios con guías didácticas adaptadas según la edad.

En cuanto a las tarifas, serán de cuatro euros para la entrada individual y tres para grupos. Los empadronados podrán entrar de manera gratuita y los niños menores de siete años acompañados de sus padres tampoco pagarán. A partir de esa edad, la entrada infantil tiene un precio de dos euros.

Cabe recordar que el Castillo de Láchar fue edificado por el que fuera Duque de San Pedro y, en ese terreno, ya existió una fortaleza árabe que, con el paso de los años, se fue deteriorando y se demolió para levantar las conocidas como casas-habitación, destinadas a colonos del propio duque a finales del siglo XIX. De este modo, el aristócrata, apasionado del arte árabe erigió un palacio-castillo, de estilo historicista y que pretendía recrear la antigua fortificación árabe que fue utilizado como su propia residencia. El conjunto presenta el encanto de un palacete romántico, muy del gusto de la época, y que comparte similitudes con otras construcciones de las que fue promotor, como el hotel Alhambra Palace, situado a los pies de la Alhambra.

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