viernes 26 abril
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"En octubre veremos el termómetro de las medidas que hemos tomado"

El jefe de la Policía Local de Granada, José Antonio Moreno, cree que a medio plazo se puede erradicar la imagen de la capital como ciudad del botellón · Recuperar la policía de barrio o el incremento de unos 100 agentes, sus metas

Moreno, en el espacio destinado hasta hace unos días para el botellón. Foto: L. F. R.

Moreno, en el espacio destinado hasta hace unos días para el botellón. Foto: L. F. R.

Agente de la Policía Local desde 1987, José Antonio Moreno ha desempeñado sus funciones en distintos sectores dentro del cuerpo municipal de agentes como patrullas de barrio, seguridad ciudadana, tráfico o atestados. Fue en diciembre de 2002 cuando logró el ascenso a intendente, momento en el que se encargó de la planificación de servicios. Después pasó a la Jefatura de Policía de la zona Sur hasta que Telefora Ruiz le encargó ser responsable de Seguridad Ciudadana para hacerse cargo de la planificación económica, presupuestaria, logística e infraestructuras.

Pregunta.- ¿Es el cargo de Jefe de la Policía Local, un cargo político?

Respuesta.- En absoluto. La Ley de Coordinación de Policías Locales establece que el alcalde tiene que designar libremente dentro de los miembros de categoría mayor, siempre con los principios de capacidad, mérito y antigüedad.

P.- Pero sí es cierto que cuando hay un cambio de Gobierno estos nombramientos también cambian, ¿ debería estar regulado de otra manera?

R.- Es una cuestión de confianza y de expectativa sobre la forma de llevar a un cuerpo. Me imagino que las razones que tiene el alcalde son de carácter profesional, no tiene nada que ver con la afinidad política.

P.- ¿Ha pasado ya la tormenta de su nombramiento, o aún quedan resquicios?

R.- Francamente no lo sé. Fue una tormenta un poco absurda y ficticia. Hubo una denuncia por parte de la señora Francés respecto a unos supuestos comentarios de carácter sexista que hice yo en unas clases ejerciendo la docencia en la Policía Local. Se abrió un expediente de información reservada donde se llegó a la determinación del archivo del mismo y no hay más. No creo que haya más polémica de las que tenga la intención de mantener una polémica que no tiene sentido.

P.- ¿Ha tenido ocasión de hablar con María Francés de esta polémica?

R.- Desde que supuestamente ella se enteró de los supuestos comentarios de carácter jocoso, inmediatamente me puse en contacto con ella. Las relaciones siempre han sido cordiales, nunca he mantenido ninguna animadversión hacia ella o con algún otro cargo público. Le expresé mi perplejidad y negué los mismos, como después quedó demostrado en la investigación. Después no he podido hablar con ella, pero estoy a su plena disposición como cualquier otro concejal del Ayuntamiento.

P.- ¿Qué cuerpo policial se encuentra a su llegada?

R.- El servicio lo mejor que tenemos en la Policía Local es la plantilla. Tenemos una carencia de efectivos porque desde 2007 fue la última oferta de empleo público y la tasa de reposición ha sido cero. El envejecimiento de la plantilla y la mayor parte de carga de trabajo que se nos está encomendando hace muy difícil equilibrar el servicio público con el trabajo policial. Espero y deseo que, en estos años, cuando se superen las dificultades presupuestarias se puedan arreglar algunas cosas como la situación de segunda actividad, que muchas veces nos impide los funcionarios puedan prestar servicio en la vía pública.

P.- ¿Cuáles son las carencias en cuanto al número de agentes?

R.- Actualmente hay 501 agentes, de carácter nominativo; y unos 94 agentes están en segunda actividad. Creo que tenemos unos 100 agentes de carencia. No obstante entiendo y comprendo las dificultades económicas que el Ayuntamiento se ha encontrado y espero que hagan un plan de actuación en tres o cuatro años y poder llegar a esos números.

P.- ¿Se baraja sacar a policías de los despachos para que estén en la calle?

R.- Eso es una obligación que tenemos todos los gestores públicos y es intentar optimizar todos los recursos de forma que todos los agentes puedan prestar servicios en la calle, pero lo vemos gradualmente. También es cierto que en servicio de infraestructuras o sin estar en la vía pública escasamente hay pocos agentes de primera actividad, casi todos son de segunda.

P.- Respecto al día a día de los policías, ¿cuál es el mayor problema que se encuentran los agentes en la calle?

R.- Nuestro trabajo es muy difícil y máxime en el contexto que estamos viviendo. Tenemos que equilibrar entre el cumplimiento estricto de la normativa local, autonómica y estatal. Está la escasez de estacionamientos en la vía pública, se ha agotado el espacio disponible y debemos sensibilizar y equilibrar para hacer una circulación más eficiente, a la vez que segura. Ese es el principal. Por lo demás estoy plenamente contento. Tenemos una ciudadanía que entiende y comprende el trabajo de la Policía Local. No hay ningún problema concreto, más bien es el contexto en el que nos movemos todos.

P.- El primer problema que se ha tratado de atajar desde su llegada es el Botellódromo, usted que es agente veterano, ¿cree realmente que se puede erradicar de Granada este asunto?

R.- Yo creo que sí. La palabra erradicar tendrá que tener un tiempo de adaptación. Creo firmemente que a través de una perseverancia y una sensibilización por parte de la ciudadanía de que las prácticas o el tipo de prácticas poco saludables y un uso equilibrado de los espacios hará que, si no a corto plazo sí a medio plazo, el nombre de ciudad de Granada no sea conocida como el botellón. Habrá que compatibilizar con muchas alternativas que el Ayuntamiento está poniendo en marcha. De hecho, este fin de semana hemos conseguido evitar el efecto llamada sobre el Área Metropolitana respecto al botellón. Lo que son los estudiantes autóctonos aquí usarán otras vías de divertimento que no sea el consumo o ingesta de alcohol en la vía pública.

P.- En cualquier caso, ¿es octubre, con la llegada de los universitarios, el momento en el que se producirá el 'gran examen'?

R.- Por supuesto que sí. Ahora mismo estarán más concentrados en estudiar para septiembre que en divertirse. Cuando tengamos la mayoría de los estudiantes en octubre veremos el termómetro de las medidas que vamos tomando y adaptándonos a las condiciones. Sí estoy convencido de que con esta anticipación la gente se va concienciando y se va a acostumbrar a otro nuevo escenario al uso de los espacios públicos.

No debe hacerse ningún tipo de rédito político. Es un tema de todos, que nos afecta a todos por igual, que es el servicio público, la calidad de vida, la seguridad y compatibilidad de los espacios públicos y en ese objetivos me voy a centrar.

P.- ¿Debe un vecino que perciba molestias en algún piso no pensárselo a la hora de llamar a la Policía Local o tener un poco de mano izquierda?

R.- Los vecinos tendrán que llamar a la Policía Local siempre que se altere su pacífica convivencia. No seré yo quien les diga que tienen que llamar o no. Lo que hará la Policía es verificar que los ruidos son inadmisibles y que de alguna manera hay una alteración de esa tranquilidad ciudadana. Invito a la ciudadanía a que nos llamen cuando quieran y como quieran para intentar compatibilizar el descanso de los vecinos con la diversión de los jóvenes.

P.- ¿Tiene la impresión de que los agentes van a estar durante un tiempo en permanente alerta cada fin de semana por el botellódromo?

R.- Esto no ocurre solo en Granada, que era conocida por este asunto. Este problema lo tienen todas las ciudades de España, lo que ocurre es que acompaña por el arraigo que tiene en Andalucía, apetece más el poder disfrutar de la vía pública o los espacios públicos. Ojalá pudiera decir erradicar por completo. Es como si nos preguntase por la seguridad ciudadana. Ojalá llegue a unos términos tolerables de equilibrio y poder disfrutar en este término.

P.- La seguridad en los barrios era una de las demandas en la oposición del partido que ahora está en el Gobierno. ¿Es partidario de recuperar la Policía Local de barrio?

R.- Por supuesto. Es uno de mis grandes objetivos, la distribución geográfica de la Policía, que no solo esté concentrada en el centro. Tienen derecho y es una obligación por parte mía, que la Policía esté en todos y cada uno de los barrios de Granada, con su idiosincrasia de cada uno. Estar lo más cercano posible al ciudadano en el barrio. Para ello acompañará un aumento de plantilla, habrá que hacerlo de forma gradual y personalmente, junto a la delegada, nos reuniremos con los presidentes de la asociaciones de vecinos para conocer cuáles son sus problemáticas y ofrecer de alguna manera el apoyo de la Policía Local, la presencia de efectivos dentro de nuestras posibilidades. Pero sí es una prioridad.

La policía de barrio se instauró en el año 80 encarnada en las policías locales, que interactuaban con el ciudadano donde la presencia es un modelo más proactivo que reaccional o represivo. Esa es la idea de Policía Local que quiero instaurar. Recuperar la esencia y la imagen de la Policía Local como policía de proximidad.

P.- La seguridad ciudadana, ¿es otro de los problemas? Teniendo en cuenta que las competencias en esta materia son compartidas, la colaboración con otros cuerpos es fundamental

R.- Es un tema complejo que nos afecta a todos, a todas las administraciones. Es cierto que la administración del estado tiene una competencia exclusiva pero no excluyente. Las policías locales están encargadas desde el año 86 con otros cuerpos. La colaboración es una obligación inexcusable. En ese principio me baso. Tengo que conocer la tendencia criminalística de Granada para ofrecer dentro de mis efectivos la colaboración mucho más estrecha con el Cuerpo Nacional de Policía que es lo que tenemos más cercano. No voy a desinhibirme de los problemas de seguridad ciudadana, que es un concepto muy ambiguo que afecta a la seguridad pública. La Policía Local tiene un papel muy activo, que de alguna manera voy a mantener colaborando en la medida de lo posible.

P.- Se han tomado medidas, que aun siendo políticas, afectan al cuerpo, como menor presencia en los plenos, este tipo de decisiones, ¿son consensuadas con el cuerpo?

R.- Son medidas oportunas, congruentes y proporcionadas. En un pleno donde está representada toda la ciudad, y cuando no hay una situación objetiva de ningún tipo de peligro no pueden ser protagonistas los agentes de la Policía Local. Ahí deben serlo los representantes de los ciudadanos. Y se hace dando una seguridad discreta. Si hubiera conocimiento de que hubiera alguna alteración de orden público, siempre estaremos pero sin ser los protagonistas. El protagonismo en el pleno deben tenerlo los representantes de la ciudad y no los agentes de la Policía Local.

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