Granada inicia los trabajos para reconstruir la Casería de la Trinidad ubicada en Albayda
Es un entorno catalogado que quedó parcialmente destruido hace unos años
La finca data de 1789 y en ella se producía aceite. Foto: Álex Cámara
El Ayuntamiento de Granada ha iniciado los trabajos de la primera fase de la reconstrucción de la Casería de la Trinidad, un entorno catalogado que quedó parcialmente destruido hace unos años por la instalación de un supermercado al amparo de una licencia irregular y que una sentencia obligó posteriormente a demoler.
La casería, situada junto a la Colonia de San Francisco, en el antiguo Camino de Maracena, es un claro ejemplo de casería de olivar, con dependencias adosadas destinadas a la obtención de aceite, en las que destacaba la nave de prensado. Data del siglo XVIII, si bien investigadores apuntan a que la huerta y el pozo eran de origen nazarí.
El proyecto licitado por el actual equipo de gobierno con un presupuesto de casi 190.000 euros servirá para llevar a cabo la reconstrucción de la volumetría original del edificio, a fin de darle consistencia de cara a próximas fases de actuación que permitan su completa rehabilitación y puesta en uso, según ha detallado el concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández Madrid.
El edil ha enmarcado las actuaciones en la sentencia ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que obligó en su día a devolver este entorno a la legalidad urbanística, demoliendo la nave comercial que albergó el citado supermercado y que afectó a la zona de la almazara, y conservando esta edificación.
En esta primera fase, la actuación consistirá en la recuperación volumétrica de la almazara y almacenaje del cortijo, la cual se encontraba al suroeste de la edificación principal. Para ello, se usará como base la documentación fotográfica obtenida, las descripciones históricas realizadas por el arqueólogo municipal y la planimetría realizada previa a la demolición parcial.
En siguientes fases, el proyecto tendrá por objeto rehabilitar la edificación principal, la cual se encuentra bastante deteriorada por el transcurso del tiempo y por la actuación que se realizó en su día con la disposición de losas de hormigón de gran espesor.
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