Intensidad para resucitar la esperanza
El Granada CF aprovecha un golazo de Pereira para volver a creer que es posible · Partido muy solidario de la plantilla, que no bajó los brazos · El corte del descenso, a cinco puntos
Los jugadores del Granada CF celebran el tanto de Andreas Pereira. Foto: Álex Cámara
FICHA DEL PARTIDO
Granada CF: Ochoa, Foulquier, Ingason, Saunier, Gasón Silva, Cuenca, Uche, Pereira, Carcela (Boga, 60'), Aly Malle (Héctor Hernández, 76') y Adrián Ramos (Kravets, 88').
UD Las Palmas: Varas, Macedo (David Simòn, 11'), Lemos, Bigas, Dani Castellanos, Montoro, Vicente (Jesé, 67'), Viera, Tana, Boateng y Livaja (Halilovic, 81') .
Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a los locales Pereira, Uche, Saunier, Ramos y Gastón Silva; y a los visitantes Bigas y Lemos.
Gol: 1-0, Pereira (16').
Incidencias: Encuentro disputado en Nuevo Los Cármenes ante 14.000 espectadores.
Es cierto que 2017 no trajo consigo un halo de esperanza al granadinismo. El año comenzó con un mal bagaje con el que terminó y con resultados que lejos de alimentar el optimismo lo tiraron por la borda a las primeras de cambio.
No es mentira tampoco que el Granada CF no ha dado en este 2017 ninguna demostración de que hubiera mimbres para creer que el equipo es capaz de salir de los puestos de abajo. El juego desplegado en los últimos cinco partidos ha sido dudoso por méritos propios.
Precisamente, porque se está en el fondo de la categoría y porque no se puede caer más bajo, solo queda mejorar. Y a poco que se haga, las sensaciones pueden ser totalmente opuestas a las malas que se habían cultivado en el Bernabeu, en casa ante Osasuna, en Cornellá o en Villarreal.
Por eso y porque llegar hasta la victoria cosechada ante Las Palmas ha costado un duro camino de piedras, el Granada CF ha dejado algo más que señales de vida, respiración y, sobre todo, capacidad de lograr la permanencia, aunque actualmente quede aún a cinco lejanos puntos que los marca el CD Leganés.
Los tres puntos ante la UD Las Palmas suponen un chute de fe justo cuando más se dudaba de la plantilla y cuando más falta hacía. Llegan principalmente porque el equipo aplicó intensidad, garra y cabeza para conseguir la segunda victoria de la temporada. Y el miedo, por fortuna, ya no está instalado en las franjas horizontales.
Alcaraz planteó una alineación en la que dejó considerables sorpresas. Por un lado volvió a apostar por una defensa de cinco hombres, la misma que jugó ante el Villarreal, dando así señas de que el problema no eran los elegidos hace una semana. La participación de Héctor Hernández tuvo que esperar al segundo tiempo y todo indica que el vallisoletano puede cuajar grandes participaciones en su contribución ofensiva, visto lo visto en lo poco que jugó.
Samper quedó en el banquillo por primera vez en siete partidos y Uche ocupó su posición en el partido en el que regresaba al 'once' titular tras su sanción de dos encuentros, con Pereira como indispensable conexión con un Adrián Ramos colosal en la presión del balón y con el reintegrado Carcela y Aly Mallé en las bandas.
Primer aviso rival
Sin embargo, el primer susto lo provocó la delantera del conjunto visitante, que a través de Tana probó suerte desde lejos y de tiro cruzado, aunque el balón por suerte de marchó fuera por poco. Aunque esta ocasión fue amarilla, el Granada CF comenzó eléctrico, metido en el partido, consciente de su importancia. La cara totalmente opuesta a lo vivido en los primeros 45 minutos ante Osasuna.
Justo antes del tanto, Adrián Ramos la tuvo en la boca de gol, pero el centro de Aly Mallé iba demasiado rápido para el colmbiano.
Ya a los 17 minutos Carcela recuperó uno de los numerosos balones que permitieron al Granada CF gozar de mayor peligro. El extremo se la dejó a su compañero Pereira a la izquierda y este, de derechazo la colocó al fondo de la red para abrir el marcador.
Tres ocasiones tuvo después el equipo canario de volver a meterse en el partido con ocasiones claras, pero el infortunio, los aprietos de la defensa y el acierto de Ochoa impidieron el empate de los rivales. El Granada CF fue bajando el pie del acelerador pero consiguió controlar la situación hasta el descanso.
Segunda parte vibrante
El inicio de la segunda parte fue vibrante para los intereses del equipo granadinista, que estuvo muy conectado de nuevo dándole importancia a los tres puntos de los que solo les separaban 45 minutos.
A la contra y en las recuperaciones al Granada CF le faltó hilar un poco más sus oportunidades, pero en la capacidad ofensiva de los rojiblancos también estaba el peligro de la UD Las Palmas, que con la entrada de Jesé dispuso de dos clarísimas que demostraban que la noche se iba a pintar de rojo y blanco horizontal.
De ahí al final hubo oportunidades e intentos de los visitantes de empatar, pero los de Alcaraz frenaron a los amarillos a base de faltas, robos inesperados y jugadas en largo para atar tres puntos que dan la resurrección necesaria en busca de la salvación. Tocaba empezar a ver que es posible. Menos que ayer y más que mañana.
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