jueves 28 marzo
LA CRÓNICA   |   | Luis F. Ruiz

La angustia es crónica

El Granada CF merece más en su visita a Balaídos, en donde recibe el primero de penalti y ante el que tiene ocasiones para dar la vuelta · Una genialidad de Aspas obliga a los granadinistas a remar duro para salvarse en tres partidos

Biraghi se lamenta después de concluir la primera parte. Foto: LOF

Biraghi se lamenta después de concluir la primera parte. Foto: LOF

Nacer en Granada y llamarse Angustias viene a ser un tópico tan clásico como que el Granada CF llegue a estas alturas de temporada, cuando solo quedan tres partidos para la permanencia, con la sensación de que todo puede empeorar.

Así salió el equipo rojiblanco de Balaídos en la noche de este lunes, después de haber merecido mucho más ante un rival que hizo lo justo para llevarse los tres puntos pero con notables diferencias respecto a los granadinistas, quizás la de más peso: no están luchando por la permanencia.

Con este panorama se entienda entonces que la ansiedad a veces pueda generar sensaciones sobrevenidas e impidan controlar un encuentro como podía haberlo tenido el equipo de José González.

FICHA TÉCNICA
Celta de Vigo: Rubén, Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Planas (Jonny, 82'), Marcelo Díaz (Radoja, 85'), Pablo Hernández, Orellana, Nolito, Aspas y Guidetti (Wass, 67').
Granada CF: Andrés; Miguel Lopes, Babín, Lombán, Biraghi; Dux, Khrin (Fran Rico, 63'), Cuenca, Rochina (Rober Ibáñez, 77'); El Arabi (Barral, 83') y Peñaranda.
Árbitro: Gil Manzano (Extremeño). Amonestó a los locales Iago Aspas y Planas; y al visitante Miguel Lopes.
Goles: 1-0, Iago Aspas (16'). 1-1. Fran Rico (70'). 2-1, Iago Aspas (75').
Incidencias: Encuentro disputado en el Estadio Municipal de Balaídos ante 18.234espectadores.

El entrenador tuvo que plantear un once de circunstancias, marcado principalmente por tres ausencias que pudo sustituir con hombres curtidos en mil batallas. Así, Miguel Lopes regresó a la banda después de su ausencia del jueves de modo que Lombán volvió a su posición natural. Khrin jugó en el centro junto a Dux. Y Peñaranda fue delantero junto a El Arabi, en detrimento de Rochina, muy perdido todo el encuentro.

El encuentro comenzó con lo esperado. Un Celta de Vigo que llevó la iniciativa desde el primer minuto ante un Granada CF que intentó sin éxito interceptar los balones para salir a la contra. Sin embargo, el primer aviso llegó a raíz de una jugada de Iago Aspas, que falló ante Andrés. Su rechace cayó en las botas de Guidetti, que también erró ante el guardameta rojiblanco en el minuto 6 de partido.

Justo después llegó la oportunidad de los granadinistas, en la jugada posterior que cayó a las botas de Cuenca, quien se marchó hasta la línea de fondo y que en un centro envenenado estrelló la pelota al primer palo de Rubén Blanco. El choque avanzó según lo establecido: uno en el papel de verdugo y otro de víctima.

Los de Eduardo Berizzo complicaron mucho la situación de los de José González, sobre todo con los cambios constantes de orientación del juego y buscando la jugada trenzada. Sin embargo, fue en un intento de despeje de Biraghi cuando la situación se complicó para los granadinistas. El italiano golpeó con su pierna a Guidetti y cometió penalti. El balón parado desde los once metros lo transformó Iago Aspas, para romper así la imbatibilidad de los granadinos.

A partir de entonces el equipo rojiblanco dejó pasar los minutos hasta que se dio cuenta de que pudo reaccionar. No fue, sin embargo, hasta los últimos cinco minutos cuando el equipo se echó arriba para mostrar la cara de lo que iba a ser en la segunda parte. Tarde para algunos, en el momento preciso para otros, pues el sufrimiento antes del descanso fue escaso hasta el punto de que Lombán remató al larguero un centro de Rochina.

Lombán intenta despejar un balón ante los jugadores rivales. Foto: LOF

Lombán intenta despejar un balón ante los jugadores rivales. Foto: LOF

Otro Granada CF

Tras la reanudación, el equipo rojiblanco comenzó mucho más motivado fruto de que lo que se había dado cuenta en la primera parte: había donde rascar. Aprovechando el bajón físico del Celta de Vigo, el Granada CF se mostró con muchas más ganas de hacerse al menos con el punto.

El conjunto granadinista fue mucho más astuto en la recuperación del balón, presionó más arriba a partir de la primera línea del campo. Y así comenzaron a llegar ocasiones, como la que Peñaranda tuvo en el minuto 53, que se quedó solo ante el guardameta rival y falló pese a que a su izquierda tenía a El Arabi bien posicionado.

El Celta trató de reaccionar sin conseguirlo y el Granada CF intentó mover la pelota sin tampoco llegar a la portería rival después de unos minutos de equilibrio. Fue entonces cuando José González optó por el primer cambio, introduciendo a Fran Rico para quitar a Khrin y dar algo más de mordiente arriba.

El de Portonovo dispuso de una ocasión clarísima para establecer el empate, aunque no fue hasta una jugada de Peñaranda cuando logró buscar el disparo a Rubén desde la línea de fondo. El rechace del meta local cayó a las botas de Fran Rico, que resbalando y cayendo al suelo enganchó el disparo que tocó levemente en El Arabi para hacer el 1-1.

Solo dos minutos duró la alegría visitante, pues Wass dispuso de una oportunidad clarísima con un disparo de rosca desde la frontal que se topó con un inspirado Andrés Fernández. Cinco minutos más tarde volvería la angustia visitante para quedarse. Entonces una buena jugada trenzada entre Nolito y Aspas terminó en el fondo de la red.

Pese a que aún quedaban 15 minutos para el final, poco fútbol se pudo ver más sobre el terreno de juego y el Granada CF cedió una importante oportunidad de distanciarse de los de abajo. Tocará seguir remando y duro.

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