viernes 29 marzo
Alfacar  |   | Juan Luis Tapia

La búsqueda de la fosa de Lorca en Alfacar se reanudará la semana próxima

Los responsables de la investigación pretenden concluir el trabajo encargado por la Junta y emitir el informe correspondiente

La confusión de los testimonios sobre la situación del originario Cortijo de los Pepinos cambia la línea de las excavaciones. Foto: aG

La confusión de los testimonios sobre la situación del originario Cortijo de los Pepinos cambia la línea de las excavaciones. Foto: aG

Los trabajos arqueológicos y de excavación en el paraje del Peñón del Colorao, en Alfacar, donde se cree se podrían encontrar los restos de Federico García Lorca, se reanudarán la próxima semana, según ha informado a ahoraGranada uno de sus responsables, el investigador lorquiano Miguel Caballero.

Tras un parón desde el mes de noviembre, al tenerse que preservar las palas excavadoras para las previsiones de nieve y tras dar su visto bueno los responsables de la Junta de Andalucía en este periodo preelectoral, las investigaciones y tareas serán reanudadas la próxima semana, “entre los días 17 y 20”, según ha indicado Caballero.

“Nosotros tenemos que acabar el trabajo que se nos ha sido encargado y que se ha presupuestado en más de diez mil euros, así que concluiremos y presentaremos el informe correspondiente”, ha aseverado Caballero. El investigador sopesó que para localizar definitivamente las fosas existentes en la zona “se precisará de un nuevo plan de excavación, de una segunda fase”. La excavación llevada a cabo por la Asociación Regreso con Honor y auspiciada por Memoria Democrática de la Junta de Andalucía delimitó a su inicio la llamada zona cero, el espacio situado “pasado el puentecillo, veinticuatro pasos, y a la izquierda”, el lugar designado y confirmado por los guardias de asalto que participaron en la muerte del poeta, donde se encontrara un campo de instrucción usado por las tropas de Falange. En este mismo espacio se pretendió construir un campo de fútbol, si bien las obras fueron paralizadas ante la oposición popular, entre ellas la de la hermana menor del poeta, Isabel García Lorca.

El equipo de investigadores y arqueólogos interrumpió la excavación cuando se encontraba analizando los resultados obtenidos en el sondeo realizado en el mes de noviembre, “que aun siendo negativos en cuanto a la localización de pozos, que pudieran haber sido empleados como fosas, nos ha permitido conocer la estratigrafía completa de la zona; la estratigrafía del terreno natural ya la conocíamos parcialmente, ahora tenemos también la de la obra con todos los niveles de relleno: zahorras apisonadas y arcillas extraídas de la ladera”, ha indicado el arqueólogo Javier Navarro.

La investigación cambia de táctica y en vez de usar la excavadora hará microsondeos con el georradar para dar con las fosas

Los trabajos realizados en noviembre le permitieron comprobar “que las labores de preparación del terreno no rebajaron el nivel del suelo natural, por lo que se deduce que la obra de construcción del campo de fútbol no habría afectado a los pozos y por lo tanto a las posibles fosas”, ha comentado Navarro. Tras esta primera incursión en busca de pozos y de la ‘zona cero’, el terreno original en el que pudieran encontrar las fosas, la excavación ahora en su reanudación toma una nueva dirección.

“La enorme cantidad de relleno depositado en la preparación del terreno para la construcción del campo de fútbol, que en algunos puntos alcanza una potencia superior a los cinco metros, hace que la excavación para llegar al nivel del terreno original sea muy costosa y retrase los trabajos arqueológicos, lo que nos obliga a replantearnos la táctica seguida hasta ahora para optimizar los recursos que tenemos”, explicó el responsable de la excavación.

Los trabajos que se llevarán a cabo la semana próxima consistirán en la realización de “un plano completo de alteraciones del subsuelo mediante el georradar, ampliando la superficie estudiada hasta ahora”, ha indicado el especialista. “Con el conocimiento que hemos ido adquiriendo podremos discriminar las anomalías que se encuentran por encima del nivel natural y seleccionar aquellas que puedan ser susceptibles de corresponder a los pozos que estamos buscando”, concluyó.

Se produce un cambio de estrategia y actuación, y “en lugar de vaciar el relleno con pala excavadora, y aquí está el principal cambio de táctica, realizaremos micro sondeos geológicos: dos por cada punto elegido. Una perforación se realizará al margen de la anomalía detectada, para asegurarnos de que los estratos naturales se mantienen inalterados y la cota exacta a la que se encuentra la anomalía, y otro encima de la señal, pero ajustando la profundidad del sondeo a un máximo de 40/50 cm por debajo del nivel superior de la anomalía”, indicó Navarro. Este método permitirá conocer la naturaleza de la señal y, asimismo, se evita afectar a posibles restos en caso de que trate de una fosa. “Si se comprueba que puede corresponder a una fosa, se procedería a vaciar con pala excavadora hasta el nivel de suelo y posteriormente se continuaría con el método arqueológico habitual”, ha comentado el experto.

La referencia para situar el lugar donde se encontraría la fosa con los restos de Federico García Lorca junto a los otros tres asesinados era el cortijo de Los Pepinos, según los testimonios recogidos por Miguel Caballero y confirmados al general Nestares por algunos de los guardias de asalto que participaron en la muerte del poeta. Pero la referencia elegida era el lugar que ocupa el cortijo actual y no el existente en 1936.

El equipo de trabajo estima que se precisará de un nuevo proyecto de excavación para localizar definitivamente las fosas

“Inicialmente, las referencias espaciales que nos dio el general Nestares lo fueron con respecto al cortijo actual, ‘por una vereda, que estaba a la altura del cortijo, se accedía al campo de instrucción, a la izquierda del camino y a 24 metros de la carretera se encontraba el pozo’”, ha explicado Navarro. “Después de vaciar la zona que hemos estudiado en el mes de noviembre y comprobar que no había rastro de los pozos buscados, hemos comenzado una revisión crítica, tanto de nuestro propio trabajo como de las fuentes utilizadas”, ha señalado el arqueólogo.

“El general Nestares ha tenido la gentileza y la paciencia de explicarnos de nuevo su visita al lugar en los años setenta. En esta ocasión, precisando lo más posible sobre unos recuerdos de más de treinta años, hemos constatado que el edificio del cortijo antiguo queda en segundo plano de la construcción actual que ha sido ampliada”, ha añadido el especialista. La referencia visual del cortijo actual se encuentra desplazada 39 metros más al oeste que el antiguo.

De la misma manera, los 24 metros que señala el general, que corresponderían a los 24 pasos que contó en aquella ocasión, habría que reducirlos a 19 metros. “Este ajuste tiene su importancia en nuestro caso, porque esa medida nos situaría el pozo en la zona de talud sobre la carretera, que no ha sido prospectada con el georradar en ocasiones anteriores por su dificultad”, concluyó Javier Navarro.

Las investigaciones y estudios no se han interrumpido en estos más de dos meses de parón. Javier Navarro afirma haber revisado las informaciones existentes sobre la presencia de pozos en la zona. El cronista oficial de Víznar ha confirmado que en la segunda mitad del siglo XIX había una fábrica de sacos que utilizaba como fuerza motriz el agua de la acequia de Aynadamar. Pero los agricultores de Alfacar tenían derecho a la cuarta parte de su caudal. Para paliar esta merma, el propietario de la fábrica habría encargado la apertura de pozos de captación de agua para aumentar la cantidad de agua que transportaba la acequia.

“El estudio de las fotografías históricas nos puede ilustrar sobre las condiciones del terreno antes de las obras del circuito de motocross y de la construcción del campo de fútbol. Buscamos concretar la zona de vaguada por ser la más propicia para excavar los pozos”, afirmó Navarro.

La zona de excavación se amplía al haberse cambiado las referencias en torno al cortijo los Pepinos, y ahora se “ampliará hacia el centro del terreno del campo de fútbol y hacia la carretera”.

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