La cara más solidaria de Cijuela
Rafael Escobar, de 21 años, es el presidente de la Asociación Por una Infancia Feliz y atiende a 320 personas en riesgo de exclusión social que llegan de diferentes pueblos del Cinturón
Rafael Escobar, en uno de los repartos de comida en Cijuela. Foto: aG
A sus 21 años, Rafael Escobar se ha convertido en una de las caras más solidarias de Cijuela. Presidente de la Asociación Por una Infancia Feliz, este joven, que empezó siendo voluntario, ayuda en la actualidad a unas 320 personas en riesgo de exclusión social que llegan no solo de su localidad natal, sino también de Chauchina, Láchar y Peligros.
Desde hace justo un año, Rafael lleva a cabo una labor totalmente altruista en la que su máxima es que "nadie se quede sin comer". Un objetivo en el que persevera cada día y en el que la experiencia personal ha jugado un papel fundamental. "Lo que me lleva a continuar luchando es que yo he vivido la situación desde tan cerca que es imposible no ser consciente de lo que supone no tener nada que llevarte a boca. A los 17 años tuve que dejar de estudiar para ponerme a trabajar porque mi familia lo necesitaba", cuenta este conocido cijueleño.
Una tarea con la que ha pasado de atender 160 personas a más de 300 en menos de un año, pero en la que incide "la solidaridad es imprescindible".
Cada viernes, un camión ayuda a Rafael a cargar los productos del Banco de Alimentos para repartirlos entre los más necesitados. Foto: aG
Durante dos días a la semana -miércoles y jueves- se abre el ropero y los viernes se reparte la comida. "A primera hora de cada viernes voy al Banco de Alimentos de Granada para traerme fruta, verduras y alimentos no perecederos para que pueda hacer un reparto entre las personas que acuden aquí", comenta Rafael al tiempo que destaca la colaboración que prestan 12 voluntarios, además de su familia y vecinos.
Una de las dificultades a las que se enfrenta día a día es la económica. Sin asociados que aporten una cuota y únicamente dependiendo de la subvención anual con la que le dota el Ayuntamiento, este vecino de Cijuela asegura que no tiene medios "para promocionarse".
SOS: Se necesitan asociados
"Necesitamos darnos a conocer porque esta organización no tiene los recursos básicos, solo que vamos consiguiendo. La verdad es que siempre dicen que hay corazones solidarios por ahí, aunque en mi caso me he tropezado con pocos, entre ellos el Ayuntamiento y Kelisidina Ayuda que mensualmente me hace una aportación de alimentos no perecederos como galletas, leche, yogures, sal y azúcar", señala.
Aún así, su ánimo no decae y manifiesta que su próximo objetivo es hacer una campaña informativa en los ayuntamientos de los pueblos más cercanos para que conozcan su proyecto y "poder así captar asociados" para continuar adelante con su labor diaria.
"Lo más gratificante es la sonrisa de las personas, verlas contentas porque están recibiendo una ayuda que necesitan de verdad. Son muy agradecidas, lo mucho o lo poco que haya conseguido siempre está bien. Nunca me exigen ni ponen mala cara porque saben que yo también dependo de lo que donan otras personas o empresas", manifiesta el joven mientras afirma que desea seguir con la asociación y formar parte de un comedor social.
Por otra parte, desde el Consistorio metropolitano se le ayuda con el local, y se pone a su servicio cada viernes un operario con camión para ir al Banco de Alimentos.
Trabajo y dedicación con los que Rafael demuestra, a diario, que la solidaridad y la entrega a los demás no tiene edad, simplemente ganas.
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