La gallina de los huevos de terror 'low cost'
“Buenas, bonitas y baratas”, así son las producciones que priman en la industria del miedo para este Halloween
Foto: Dreamworks
¿Sabías que Halloween es una festividad de origen celta? La conocida también como Noche de brujas o Día de brujas, y que cada año se celebra el 31 de octubre, debe su origen a la conmemoración del Samhain, festividad que predominó en Europa hasta su conversión al cristianismo y que servía como exaltación del final de la temporada de cosechas en la cultura celta. Pese a que en nuestro país esta festividad simbioniza sus raíces con los vecinos anglosajones, Halloween no solo es un día para disfrazarse y comer golosinas, también es la fecha marcada en rojo en el calendario de los amantes del terror.
Basta un simple vistazo a la cartelera de esta semana para ver cómo las salas de cine preparan su artillería pesada del terror por y para estas fechas. En el plano nacional, destacan 'Annabelle' y el estreno de '[Rec] 4: apocalipsis', la cuarta entrega de la que es, sin lugar a dudas, la saga de terror más taquillera de la historia de nuestro país (mejor no hablar de la incatalogable tercera parte rebautizada como 'Génesis'); fuera de nuestras fronteras, concretamente en Estados Unidos, la conducta se repite con el éxito de 'Ouija', película estrenada el pasado fin de semana y que ha coronado la taquilla americana por delante de Brad Pitt y su pelotón 'Fury'.
No obstante, y aunque se podría afirmar que el género de terror siempre es una apuesta segura en la taquilla, es necesario puntualizar que en los últimos años se ha experimentado una nueva oleada de títulos que repiten un mismo patrón y que, para bien o para mal, marcan un antes y un después en la trayectoria vital de este tipo de historias: producción de bajo presupuesto y corte independiente, con un equipo artístico y técnico más o menos desconocido que irrumpe en lo más alto de la facturación mundial sin el respaldo de grandes campañas de marketing.
Sucedió con 'Paranormal Activity', largometraje del debutante israelí Oren Peli que se transformó en todo un fenómeno cinéfilo en 2007 sin apenas hacer ruido. ¿Cuál fue su hito? Transformar los irrisorios 15.000 dólares de su presupuesto, y los siete días de rodaje en la casa del propio cineasta, en un proyecto millonario de más de 193 millones de dólares de facturación y punto de inflexión de una saga que ya cuenta con una cuarta entrega en camino.
Fotos: Universal y Annabelleoficial
Una jugada maestra que inesperadamente volvía a repetirse años después con 'Insidious', la saga nacida de la mente del nuevo maestro del terror contemporáneo James Wan; la infravalorada pero realmente sorprendente 'Sinister' o la irregular 'The Purge: La noche de las bestias', que, para sorpresas de mucho, multiplicó sus tres millones de presupuesto en 90 millones de beneficios y se aseguró la continuidad con otra secuela este verano.
Otros ejemplos recientes de esta tendencia en alza son 'Annabelle' y 'Ouija'. Si se disecciona ambas producciones comprobaremos como comparten una misma columna vertebral compuesta por un grupo de jóvenes talentos desconocidos por el gran público, grandes dosis de tensión a través de golpes de efecto y terror psicológico y presupuestos que no superan la barrera de los cinco millones de dólares. Así, mientras el spin-off de 'Expediente Warren', 'Annabelle' ya lleva amasados más de 160 millones de dólares, la segunda, aún inédita en nuestro país (tiene previsto su estreno el 5 de diciembre) sumó en su primer fin de semana en la cartelera americana 15 millones de dólares, cifra que previsiblemente crecerá en las próximas horas de cara a la festividad de Halloween.
No se puede negar que las películas de terror nunca se han caracterizado por contar sobre su mesa con cheques de interminables ceros, pero la sensación que se está viviendo en este último lustro es que las productoras hollywoodienses juegan a su antojo con la gallina de los huevos 'low cost', una nueva criatura cinematográfica “buena, bonita y barata” que les ha regalado un nuevo resurgir en la taquilla después de temporadas de decadencia con secuelas y 'remakes' de clásicos o títulos procedentes de la filmografía asiática.
Y mientras los gigantes del mundo juegan al gato y al ratón con sus carísimos superhéroes (véase la lucha de poder desatada por Marvel y DC Comics), la industria del terror avanza sigilosamente entre las butacas, revelando al mundo que la adrenalina y la tensión que provoca una buena historia de terror no está reñida con el bolsillo de sus creadores.
“Dales placer, el mismo que consiguen cuando despiertan de una pesadilla” (Alfred Hitchcock).
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