jueves 28 marzo
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Los entresijos de la Operación Chispitas

El grueso de los inmuebles bloqueados se encontraba en Albolote · Los presuntos integrantes daban salida a siete kilos de cocaína a la semana · Los 40.000 euros requisados no son los esperados

Más de 150 agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera formaron parte el pasado 1 de julio del amplio dispositivo desplegado en Granada y su Área Metropolitana para intentar culminar con éxito la Operación Chispitas, una investigación que después de trece años ha acabado con una de las principales bandas proveedoras de droga en toda Granada.

La cantidad de inmuebles y bienes patrimoniales incautados invitan a hacerse a la idea de la magnitud del operativo y el dispositivo iniciado el pasado septiembre para evitar que los presuntos integrantes de esta organización criminal pudieran escabullirse indemnes.

Fuentes próximas a la investigación han dado a conocer a ahoraGranada que el grueso de los inmuebles incautados se encontraba en Albolote, donde el presunto 'cabecilla' de la trama se habría construido un bloque entero de viviendas, de los cuales "algunos estaban alquilados y otros vacíos".

De hecho este era el sitio de residencia del supuesto "dirigente principal" en un lugar en el que los vecinos aún están sorprendidos por el amplio despliegue policial para registrar los pisos. Sin embargo, el centro de operaciones residía en el barrio de Almanjáyar, en una vivienda que se había convertido casi en un 'búnker' para evitar ser sorprendidos por las autoridades.

También fue en Albolote donde los agentes encontraron una yeguada de caballos de lujo con medio centenar de animales que ahora la Guardia Civil ha solicitado poder incorporar a su sección de caballería. A ello se añade la carreta del Rocío "exclusiva y personalizada".

Además, la actividad también se desarrollaba en otros municipios del Área Metropolitana como en Gójar, Jun, Alhendín, Peligros, Monachil, Vegas del Genil y Santa Fe, en donde el dispositivo tuvo que actuar casi a la vez para evitar la huida de los presuntos implicados en la organización que ahora ha sido desarticulada. En total, doce registros en primer lugar y otros diez con posterioridad.

Sea como fuere, los 89 bienes inmuebles pueden no ser los únicos que se han bloqueado hasta la fecha y cuyo valor patrimonial está tasado en unos siete millones de euros. La investigación no descarta que se puedan producir nuevos registros en más inmuebles.

Menos dinero del esperado

La actividad que desarrollaban los supuestos implicados en la trama era principalmente la compra venta de inmuebles y operaciones de promoción inmobiliaria, con lo que con ello desarrollaban el blanqueo de capitales por el que se acusa a siete de ellos. A otros siete de los detenidos se les acusa de actividades vinculadas con el narcotráfico.

Aún así y pese al éxito inicial de la operación, las fuerzas de seguridad no están del todo convencidas de que los 40.000 euros que han conseguido encontrar en todos los registros sea la cantidad final que puedan hallar en la operación, que aún sigue abierta.

El propio coronel Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Granada, Manuel Llamas, ha reconocido que ésta no era la cuantía que esperaban poder requisar durante la operación, por lo que están esperanzados en poder hallar más cantidades en una segunda fase de la misma.

En este sentido, entre la numerosa documentación que ahora está siendo investigada por la Agencia Tributaria se encuentran las cuentas bancarias de los implicados, todas bloqueadas.

Dos formas de distribuir la droga

Los presuntos implicados en la organización criminal también tenían dos maneras de vender la cocaína que manejaban a la semana, unos siete kilos según el comisario de la Policía José Miguel Amaya, quien ha cifrado en unos 150.000 euros netos semanales las ganancias de esta trama.

Así, acusan al 'cabecilla' de ser el encargado de, junto a su pareja u otras personas del entorno familiar, vender la droga supuestamente en su propia vivienda en Almanjáyar, en donde fueron sorprendidos 'in fraganti' por el operativo policial "cuando preparaban dos kilos de cocaína".

La otra consistía en que un integrante de la red "tenía como misión" guardar, custodiar y trasladar la cocaína al lugar de venta, también con una orden previa del presunto cabeza del grupo. Desde este punto "se suministraba la cocaína" a segundos distribuidores en Granada, en cantidades que iban de los 100 a los 400 gramos.

La investigación policial sigue abierta con la pretensión de cortar definitivamente las posibilidades de que vuelva a recomponerse.

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