Un pregón de 'acento' mariano y transgresor
Ramón Burgos exalta la Semana Santa de Granada con una intervención innovadora que comparte con su esposa, Encarna Ximénez, para compartir la mención a Cristo y a la Virgen María, protagonista inequívoca del discurso
Ramón Burgos, en un momento del pregón de la Semana Santa 2018 pronunciado este domingo. Foto: L. F. R.
Con marcado acento mariano y transgresor. El pregón de la Semana Santa de Granada pronunciado este 2018 por Ramón Burgos ha estado caracterizado este domingo por su innovación a la hora de exponerlo, en el que las advocaciones marianas han tenido gran parte del protagonismo y en el que parte de la exaltación ha contado con la participación de su esposa y también pregonera en 2013, Encarna Ximénez de Cisneros.
En una intervención que no ha comenzado con la tradicional audición de 'Semana Santa en Granada' por parte de la Banda Municipal de Granada, el Teatro Martín Recuerda ha asistido a la apertura oficial de la cuenta atrás hasta el Domingo de Ramos en la que el protocolo ha quedado en un segundo plano, tal y como ya había advertido desde el inicio el pregonero.
Este ha limitado los agradecimientos al ámbito personal, concretamente a su esposa y a Irene, convertida en protagonista con la entrega del discurso oficial al que previamente Ximénez de Cisneros ha hecho el preámbulo, para destacar del pregonero que no ha sido el elegido por "ser el mejor": "Estás aquí porque eres tú, cercano, amigo, amante de Granada, de tus gente y de la Semana Santa".
"Aún llevaba el babi a rayas azules y blancas, cuando me enseñaron a amar a la Madre del altísimo y Madre nuestra", ha expuesto Burgos en sus primeras palabras sobre el pregón, en el que ha recalcado que "María es el camino más seguro, el más corto y el más perfecto para ir a Jesús".
Recordando su pasado cofrade desde la niñez, después de escuchar la interpretación de 'María presiente' de Verónica Carmona; ha asegurado que la estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral no era "ni ha sido nunca el afán por saludar a la izquierda y derecha, de pasar erguidos ante la Tribuna Oficial o de enseñar obras de arte o realizaciones de artesanos ejecutadas con mayor o menor acierto".
Granada y la Semana Santa
Burgos ha pedido a los presentes y a las autoridades, que cuando oigan Semana Santa que oigan también Granada y viceversa, al tiempo que ha vuelto a tener palabras para la "Santísima", de la que ha dicho que si ha querido bajar del altar para ser llevada por cofrades devotos "no es para el rozar del aire de estas o aquellas caídas, no es por ir en paso dorado (...) quiere mostrar la senda real".
El pregón de Ramón Burgos ha estado dividido en diversos bloques, entre los que ha abordado 'dividir la fe', 'tiempo para el compromiso y la acción' o 'en pos de ella'. En todos ha ido desgranando aspectos o cuestiones vinculadas a las hermandades granadinas.
Uno de los momentos más innovadores del pregón se ha producido cuando el pregonero ha tenido palabras para cada una de las advocaciones marianas. Ha sido entonces cuando Encarna Ximénez ha vuelto a intervenir para actuar como voz de la conciencia del exaltador para recordarle también los titulares de Cristo de cada una de las cofradías.
La relación entre las hermandades y la Iglesia también han centrado parte del pregón de la Semana Santa 2018, de modo que sobre ello Burgos ha planteado la necesidad "imperiosa" para el presente y futuro de las hermandades, a las que ha instado a dar, "con toda valentía, un paso al frente".
Encarna Ximénez abraza a Ramón Burgos antes del inicio del pregón. Foto: Luis F. Ruiz
Evolución cofrade
"Las flores ya no son de papel ni de plástico y los hábitos no destiñen a tenor de una inesperada tormenta", ha dicho el pregonero recordando la evolución de las cofradías granadinas en los últimos años, si bien ha recordado que "en algunos casos" se sigue olvidando el fondo de la cuestión y ha subrayado que "las asociaciones de fieles no nacen ni de desarrollan para el único fin de pasear titulares o demostrar que, al son de la música, los costeros se mueven a compás".
Así, ha pedido ser conscientes de que al igual que detrás de los grandes hombres siempre hay una gran mujer o viceversa, "detrás de una gran cofradía está el trabajo de los hermanos que han sido y de los que son, con sus aciertos y desaciertos, con sus miserias y grandezas, con sus renuncias y triunfos".
No perder el sentido de comunión, revisar constantemente los lazos de unión o crecer en lo personal siempre que el afán pase de ser individual a colectivo han sido otras de las ideas planteadas por Burgos, quien ha ido haciendo un relato a raíz de sus vivencias y experiencia cofrade y religiosa.
La fase final del pregón ha estado marcada por algunas palabras para los periodistas, a los que ha pedido contrastar antes de publicar los "rumores" de las hermandades y por incidir en que no desea una situación "de indefinición constante de cofrades de ocho días (...) mientras que el resto del año se afanan única y exclusivamente en aumentar los tesoros terrenales".
Palabras para Granada, el pregonero ha recordado que su intervención iba elaborada "desde el corazón" y "para las gentes de Granada, Andalucía y España".
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