La historia se 'cocina' a fuego lento
Ighalo fue profeta en la tierra que lo vio crecer como jugador · Pasarán años hasta que otro jugador marque 34 goles como rojiblanco, como ya ha hecho El Arabi
Ighalo recogió una camiseta y una bota para recordar su pasado rojiblanco. Foto: Álex Cámara
El mismo domingo que los granadinos comenzaban la mañana en la Abadía del Sacromonte, rindiendo homenaje a San Cecilio a base de salaíllas, habas verdes y bacalao, por la tarde noche la ingesta resultó también agradable a la 'granaína', aunque las plegarias que pudieron dedicarse al patrón no dieron todo el resultado esperado ante un Real Madrid que 'mordió el polvo' durante casi todo el partido.
Quizás los rezos habría que dedicarlos a otro santo. San Ighalo debería ser poco menos que beatificado para dirigirse y pedirle a él los milagros que sobre el terreno de juego no siempre se consiguen. El delantero que tanta gloria dio en Segunda División B y en Segunda División A, también en algunas jornadas de Primera, fue homenajeado dignamente antes del inicio del partido.
Y es que en Granada la cosa de reconocer lo que otros han hecho bien por esta tierra tarda en producirse. Es una tierra en la que la historia se escribe muy poco a poco y, cuando se hace, tarda en descubrirse el desenlace de la misma. De Ighalo se han podido escuchar comentarios de todo tipo, buenos, malos, mediocres y ultrapositivos.
Pero de lo que hay que estar seguro es que con el paso del tiempo, cuando el horizonte permita ver los árboles, el reconocimiento llega. En Granada, y no es una excepción de la ciudad de la Alhambra, los elogios llegan o cuando alguien se ha muerto o cuando ya no vale de nada hacerlos.
Es quizás lo que le ocurra a El Arabi, que ha pedido permiso para abrir la 'Puerta Grande' por la que quiere salir algún día de Granada. Ha conseguido marcar 34 goles, los mismos que Enrique Porta. Es cierto que eran otros tiempos cuando se convirtió en el único delantero pichichi en la historia del Granada. Pero no es menos verdad que el escuchar un elogio a El Arabi, a día de hoy, es una situación casi imposible. De momento habrá que ir metiendo en el horno el reconocimiento que la historia, de esta ciudad granadinista, le debe.
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