Vanguardia y cultura en el nombre de Federico García Lorca
El Centro que debe albergar el legado, llamado a ser referente para profundizar en su vida y obra, abre las puertas con un sobrio espectáculo
La biblioteca, con bellas vistas a la Catedral, está completamente vacía en sus estanterías. Foto: Álex Cámara
Con la misma ilusión con la que se fraguó el proyecto de las más de cuatro paredes que deben albergar su legado, la vanguardia y la cultura se han dado la mano este miércoles para abrir definitivamente el Centro Federico García Lorca, que después de muchos vaivenes ve cómo la apertura no es completa, pues los fondos del granadino más universal del siglo XX no están donde debieran y donde todo el mundo, o al menos dicen en público, quisieran.
Han pasado diez años y algunos meses de aquél 23 de enero de 2005 cuando un jurado compuesto por varios especialistas en la materia adjudicaron oficialmente el primer premio del concurso convocado a los arquitectos 'MX_SI', quienes han sabido aprovechar cada milímetro de un espacio aparentemente pequeño por fuera e inmenso por dentro, que se mimetiza con el centro puro de una ciudad y un espacio tan cultural y emblemático como el que lleva a observar la impetuosidad de la Catedral de Granada.
En cada rincón y en cada lugar del nuevo edificio no es difícil encontrar sorpresas para sacar el 'jugo' a cada uno de los 4.700 metros cuadrados en los que se organizan espacios diferenciados, flexibles y expresivos que albergan usos culturales como una sala de exposiciones en el sótano; un teatro de 410 butacas en la planta baja; la biblioteca y la cámara acorazada en la segunda junto a los talleres; y las oficinas con vistas inéditas en lo más alto.
Es así cómo los arquitectos intentan definir la estructura que han organizado, de forma piramidal de mayor accesibilidad al público, lo que se ubica en el sótano; hasta lo más exclusivo, la dirección del Centro y las oficinas que deben regir los designios de un punto que está llamado a ser el lugar de referencia para profundizar en la vida y otra del poeta granadino universal.
Integrado perfectamente en la plaza la Romanilla, algunos de los entresijos del edificio recogen el hecho de que el teatro puede abrirse de par en par para tener acceso directo a la calle, la doble altura que tiene la biblioteca, en la que se halla la cámara acorazada que albergará el legado del poeta -ahora en la Fundación en Madrid- o la movilidad de los cuatro talleres, que pueden convertirse en una, en dos o en tres salas.
El alcalde de Granada, la consejera de Cultura y el presidente de la Diputación han descubierto la placa. Foto: Álex Cámara
El acceso al nuevo espacio está diseñado como un gran umbral, con una puerta que simboliza la apertura del Centro Lorca a la ciudad y viceversa, según explican los propios arquitectos, con una secuencia de escenarios urbanos y cuya principal preocupación radicaba en aprovechar y dar luminosidad desde el exterior en un punto tan aparentemente cerrado.
El Centro Lorca ha sido inaugurado con la presencia de numerosas autoridades políticas y representantes de la cultura, que han asistido a las actuaciones de Guro Kleven Hagen al violín y Gunnar Flagstad al piano, como representantes noruegos, aportación fundamental al Centro Lorca.
Mariola Cantarero y la pianista Mercedes Enciso han puesto el colofón a la noche con canciones populares de Manuel de Falla y de Federico García Lorca, quien ya tiene en el corazón de su Granada un espacio que ahora aguarda a la llegada del legado que dejó. El tiempo dirá cuándo se hará realidad.
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