jueves 28 marzo
Opinión  |   |

¡¡Casi boom!!

Por junio de 2016 escribía en esta columna un artículo titulado ¡¡BOM!!, palabra con la que pretendía explicar que se había producido un estallido social que había generado profundos cambios, siendo buena prueba de ello los Ayuntamientos del Cambio, la irrupción de gente normal en Parlamentos autonómicos y en el Congreso de los/as Diputados/as, todo ello provocó que el llamado régimen del 78 se desmoronara y con él el bipartidismo. La oferta de los partidos clásicos, por tanto, había dejado de ser creíble y que el gobierno de alternancia de los gatos negros y los gatos blancos había tocado a su fin. En resumen, que la democracia derrota a la corrupción, causa por la que el Partido Popular en la actualidad ha sido imputado por financiación ilegal y Convergencia Democrática condenada por lo mismo.

Pues bien, centrándome en Granada, casi dos años después el panorama político sigue a peor. Por un lado, tenemos a todo el grupo municipal del Partido Popular investigado por una supuesta corrupción urbanística, como consecuencia tuvo que dimitir el Alcalde de por entonces, el Sr. Hurtado, motivo por el cual ahora ocupa el sillón consistorial el Sr. Cuenca, del PSOE, eso sí, con el apoyo del grupo municipal de Ciudadanos, el mismo partido que antes sustentaba al anterior gobierno municipal que dejó en la ruina las arcas municipales, aunque en eso no tiene responsabilidad alguna el partido naranja.

El nuevo gobierno local, ahora del PSOE, como alternativa a la quiebra económica del Ayuntamiento ofrece la solución de un plan de ajuste, trasladando a la ciudadanía la carga en exclusiva, esto es, subida de impuestos, cierre de servicios públicos con amenaza de intervención por Ministerio de Hacienda si no se cumplen las previsiones y los recortes, por cierto, su titular es del mismo partido que ha hundido Granada, aunque no ha sido el único que ha contribuido al desastre, ahí han jugado su papel las obras interminables del metro, estas de responsabilidad del gobierno socialdemócrata en Andalucía, también comprometido por la nefasta fusión hospitalaria. Ambos asuntos se han llevado por delante a centenares de establecimientos familiares, pequeñas empresas de toda la vida y han enviado al desempleo a miles de trabajadores.

Sin embargo, la fuerza emergente del cambio en Granada, percibe la ciudadanía con desesperación, que no ha estado a la altura, ya que se ha envuelto en una espiral tipo bucle interno endogámico que ha terminado con la disolución del órgano de dirección y un enfrentamiento brutal en el grupo municipal que compromete seriamente la viabilidad de ese proyecto, con denuncias públicas contra personas que han sido acusadas de delincuentes, motivo por el que se han puesto querellas criminales y se ha expulsado por la vía expeditiva a una Concejala. No son formas y podría concluirse, a grandes rasgos, que han quedado comprometidas las expectativas de cambio. Entre medias, la dirección de Podemos en Andalucía crea un partido político nuevo, pero dice Pablo Echenique que lo sabía desde hace unos días, aunque la organización parece que no, tampoco Antonio Maillo, según ha declarado. La confusión aumenta.

Creo yo, que Podemos se la juega en breve en Granada, deberá hilar fino si quiere recuperar la confianza, el equilibrio, pues el enfrentamiento interno y la falta de plan político no es del agrado de los electores, que sí apoyarían un proyecto integrador, coherente, colaborativo, abierto y plural que construya un modelo de ciudad pensando en las personas si no, de momento, el “BOOM” se ha queda en “CASI” y si permanece ahí, los días están contados.

Salvador Soler García
Colaborador Ahora Sí

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