viernes 29 marzo
Opinión  |   |

El Castillo de Láchar y la lucha de clases

Si me preguntan por la posible actualidad del marxismo, podría dar muchas razones que corroboran la vigencia de esta corriente de pensamiento en el contexto actual, pero si tuviera que decantarme por una, diría que mientras existan ricos y pobres, mientras existan explotados y explotadores, la lucha de clases explicará nuestra realidad política y social.

La lucha de clases no es algo ajeno a nuestra cotidianidad, todo lo contrario se puede observar hasta en el barrio o municipio más pequeño y a diario.

Se cumplen dos años de legislatura municipal, tras unas elecciones que han supuesto una explosión de gobiernos de izquierda que tienen que hacer frente a esta realidad. Tienen que hacer frente a un enemigo poderoso liderando un aparato institucional absolutamente mermado y vigilado por otras administraciones públicas.

Y es que debemos señalar que las Instituciones no son neutras, están configuradas precisamente para reproducir y fomentar un tipo de sistema y un tipo de políticas, por ello es imprescindible, en el empeño de poder llevar a cabo políticas transformadoras, “escapar” de este entramado, crear nuevas estructuras desde la Institución que respondan a otra lógica. Desde luego se dice fácil pero no es nada sencillo de ejecutar. Se trata prácticamente de una lucha heroica la de llevar a cabo políticas transformadoras sin presupuesto, sin competencias, con las leyes y tribunales en contra y en permanente control y vigilancia por parte de otras administraciones. Sin embargo, para privatizar, para abrir las puertas a especuladores, y fomentar el caciquismo, es sencillo, basta con ejecutar las políticas que te vienen dadas, basta con seguir la inercia de la Institución.

Hay municipios, hasta con 30 años de experiencia en políticas rupturistas, y otros que se han sumado con fuerza en los últimos años. Me parece importante que en el ecuador de la legislatura se ponga de relieve el esfuerzo realizado en este sentido.

Voy a exponer el ejemplo de una de las experiencias al respecto más interesantes y que mejor conozco, sin embargo no se trata de una isla, hay nexos de unión y políticas compartidas con otros municipios de izquierda de la provincia. Se trata de Láchar cuyo gobierno cambió en mayo de 2015. Desde luego cada punto de análisis que voy a exponer daría para un amplio debate, pero creo interesante exponer someramente una serie de puntos que permitan una visión global de una política transformadora integral.

Desgraciadamente el sistema de gobierno en las zonas rurales de Andalucía se basa en el caciquismo, en la compra masiva de votos, en la sumisión de las personas, en una relación señor- vasallo. Un caciquismo actualizado, del siglo XXI, un caciquismo capitalista, ya que fomenta las migajas para los trabajadores y los beneficios para una minoría y para grandes empresas.

Una política social rupturista es la mejor vía para enterrar los comportamientos derivados del caciquismo institucional. En Láchar se han creado diferentes bolsas de empleo mediante ordenanza, es decir, tienen sujeción jurídica, su cumplimiento es obligatorio y tienen aspiración de permanencia en el tiempo. Tanto las políticas de empleo como las politicas sociales cuentan con cauces participativos bastante novedosos y que aseguran que se blinden los derechos de los trabajadores y las clases humildes y enterrar en el cajón de la historia las medidas caciquiles.

Al respecto es muy importante la transparencia. Como repetían en campaña, “no pedimos un acto de fe, nosotros vamos a poner mecanismos de control efectivos.” Esa es la clave, no se trata de confiar en unas personas o en otras, se trata de poner en marcha mecanismos eficaces que imposibiliten comportamientos basados en el caciquismo y que fomentan la corrupción.

Todas estas bolsas y todo el empleo público está expuesto en paneles informativos tanto dentro del Ayuntamiento como fuera en paneles exteriores. De esta forma todo el mundo sabe quien está trabajando y bajo que programa o bolsa.

Centrándonos en la política social, la visión es ahora radicalmente distinta. Se han reforzado los servicios sociales comunitarios con la intención de dar un servicio integral basado en cuatro pilares. Por un lado el empleo público, es decir creación directa de empleo, en segundo lugar programas específicos de emergencia social, para apoyar a las familias que se encuentren en una situación limite, en tercer lugar un servicio específico de orientación laboral para ayudar y prestar un asesoramiento profesional en la búsqueda de empleo y en cuarto lugar un ambicioso plan estratégico formativo. Entre los cursos impartidos bajo este plan se encuentran jardinería y de turismo donde van a formar parte de unas nuevas bolsas de empleo para el Castillo de Láchar, por lo tanto llevan detrás un compromiso de contratación.

En cuanto a política social, una de las acciones más importantes y que a la vez ponen en la picota al gobierno municipal a diario es la ayuda municipal a domicilio que se realiza sin ser el Ayuntamiento el competente en la materia. En Láchar cualquier persona que tiene un repentino empeoramiento de salud, se le presta directamente el servicio de ayuda a domicilio, ya que el reconocimiento de dependencia puede tardar hasta dos años. De los usuarios totales del servicio los que se insertan en esta modalidad rondan el 40% de los usuarios totales, alcanzado la cifra en algunas ocasiones el 50%. Este es un claro ejemplo de políticas que beneficien a la mayoría pero que sólo desde la valentía se pueden aplicar ya que encuentran resistencias desde todos los ámbitos.

Medidas que expropien la toma de decisiones en manos de una minoría y la abran a la mayoría son imprescindibles para una política transformadora. En este sentido lo más importante en Láchar es la transformación y creación de nuevas estructuras para fomentar una democracia participativa. Se creó un Consejo Ciudadano de Política Social, compuesto por miembros designados por todas las asociaciones del municipio. Este Consejo, compuesto exclusivamente por vecinos, tiene importantes competencias en materia de política social, no es un mero órgano consultivo, es un órgano decisorio. También se creó un Consejo Ciudadano de Transparencia y Control económico compuesto por vecinos voluntarios que tienen acceso a todo tipo de gastos tanto de las pasadas legislaturas como de la presente. En definitiva realizan una auditoría ciudadana permanente.

Sin duda una de las estructuras más novedosas y “radicales” puestas en marcha en Láchar, es el Comité de Trabajadores. Se trata de un Comité representativo de trabajadores que tiene como misión controlar las bolsas de empleo, con más peso que los políticos representados, incluida la alcaldesa. Esto supone poner los cimientos para caminar hacia la autogestión obrera. Con el tiempo se irán cediendo más competencias hasta que los propios trabajadores autogestionen el empleo público. Como se pueden imaginar esta propuesta contó con la oposición expresa de PP-PSOE, del secretario y de todo el mundo, solo se materializó por valentía del gobierno, cediendo en otras cuestiones, y siendo muy imaginativos. En realidad porque la oposición no sabía que era eso del Comité de trabajadores y el transfondo ideológico que conlleva.

Una de las primeras medidas tomadas por el actual equipo de gobierno fue poner en marcha una Oficina Municipal en Defensa de la Vivienda, con una partida propia y con un abogado experto en la materia a disposición de todas las familias. Su financiación es exclusivamente municipal por lo tanto queda claro que si se quiere se puede, que se trata exclusivamente de voluntad política.

Esta Oficina ha parado desahucios, ha reestructurado deudas hipotecarias, ha intermediado en cientos de casos, etc. Hablamos de una estructura anticapitalista fomentada desde la Institución, de una estructura que forma parte del nuevo dibujo y arquitectura de la administración local en Láchar que tiene como cometido la defensa de los intereses de los trabajadores frente a los abusos de los bancos, del capital.

La compra del Castillo de Láchar es posiblemente una de las políticas estrella del actual gobierno. Prometo contar en otro momento todos los entresijos de más de un año de negociación, pero de forma sucinta diré que en una venta entre particulares por 250.000 euros, el Ayuntamiento puede ejercer lo que se conoce como derecho de tanteo, o lo que es lo mismo, comprar ese bien al mismo precio de venta entre particulares.

Tras un duro año de negociaciones se consigue que la empresa vendedora cancele una hipoteca de 9 millones de euros mientras el Ayuntamiento tiene un pequeño coste de 7.000 euros por adquirir el bien. Por un lado tenemos a un gobierno de izquierda de un pequeño Ayuntamiento y por otro a una empresa multinacional con sede en Londres, con financiación de un banco de Emiratos Árabes, y con un bufete de abogados internacional de Madrid al frente de las negociaciones. Desde luego hay una asimetría que la parte vendedora intentó usar en su favor en los primeros meses de negociaciones.

Sólo desde las convicciones y la ideología se podría efectuar esta operación que ha supuesto que por primera vez en su historia el Castillo sea de titularidad municipal. Esta adquisición va a quedar grabada en la historia del municipio y de la provincia. Sin duda la clase obrera ha doblado el pulso al capitalismo en esta compra, ese es el trasfondo. Todo lo que encierra el Castillo esta vedado a los humildes a los trabajadores, esta creado para otras clases sociales de ahí la resistencia a que pudiéramos entrar y disfrutar en él. Ahora el Castil.o pertenece a su legítimo dueño, el pueblo de Láchar. Pero al capital no le gusta perder y la batalla continua. Hemos ganado pero la guerra no ha acabado.

Como conclusión, señalar que en definitiva para una política transformadora y rupturista se necesita de convicciones, del empuje de todo un pueblo y no podemos conformarnos sólo con escapar del caciquismo -que es nuestra primera misión- además hay que tener claro el sistema donde estamos insertos y caminar por senderos anticapitalistas escapando de las actuales estructuras prediseñadas. Con todas las dificultades, con todas las contradicciones, pero debemos ser valientes apostando por una verdadera revolución democrática en nuestros municipios que sea capaz de expandir el ejemplo y posibilitar un cambio a mayor escala de abajo hacia arriba. “Seamos realistas y hagamos lo imposible".

Toni Álvarez
Politólogo, Coordinador de IU Láchar-Peñuelas y miembro de la dirección provincial de IU en Granada

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