El negocio del agua (III)
Llama mi atención el contraste entre la relativa alta presencia pública de Emasagra y el desconocimiento que en general tenemos los granadinos sobre la empresa que nos suministra el agua que a diario sale por nuestros grifos.
Emasagra es la empresa que gestiona los servicios del ciclo integral del agua en la capital granadina y en algunos municipios del área metropolitana. Su cifra de negocio anual asciende a 48,4 millones (datos de 2015, últimas cuentas publicadas). La población abastecida alcanza a 502.335 habitantes (datos de la propia empresa).
Como empresa mixta mantiene una estructura de capital que se reparte entre el 51% que posee el ayuntamiento de Granada y el 49% de las acciones que posee Hidralia (empresa del grupo Aguas de Barcelona, controlada a su vez por la multinacional francesa Suez).
Pero ¿cómo se llegó a esta situación y qué características reviste este modelo que eufemísticamente algunos denominan de “colaboración público-privada”.
En 1997, siendo alcalde Gabriel Díaz Berbel (PP), se convocó un concurso, mediante procedimiento abierto, con el objetivo de seleccionar al socio privado de Emasagra para 25 años. La propuesta, de salida, incluía un precio de 1,3 millones de euros por el 49% de las acciones y el pago de un canon no inferior a 16,2 millones. El importe de este canon fue cobrado por el ayuntamiento y gastado por el equipo de gobierno de la época.
En 2005, el ayuntamiento de Granada, presidido ya por José Torres Hurtado, concede a Hidralia la prórroga de su participación en Emasagra por otros 25 años, alcanzando por tanto su presencia hasta el 27 de agosto de 2047. El contrato correspondiente fue firmado el 14 de marzo de 2006 por el entonces Teniente de Alcalde, Sebastián Pérez Ortiz, en representación del ayuntamiento. A cambio, Hidralia (entonces bajo el nombre de Aguagest Sur SL) ingresó en las arcas municipales la cantidad de otros 28 millones de euros en concepto de nuevo canon.
En el pleno del ayuntamiento de 29 de diciembre de 2005 se votó la modificación de los estatutos de Emasagra para hacer posible esta prórroga. El resultado de la votación fue de 14 votos a favor, del PP, 11 abstenciones, del PSOE, y dos votos en contra, de IU.
Hasta aquí, la lluvia de millones que el ayuntamiento recibió, en dos fases, 1997 y 2006, dinero que fue gastado por los gobernantes de turno en la forma que entendieron oportuna y conveniente, que diría el Sr. Rajoy. Como contraprestación el socio privado obtenía una serie de prerrogativas, durante 50 años, que explican su disposición a los pagos anteriores.
Además de la participación en los beneficios de Emasagra, en proporción a su capital social (49%), Hidralia recibiría, en concepto de Know How (“Saber Hacer”) el 13% de la cifra de negocio. Esto supone que, solo en 2015, Hidralia percibiría 6,29 millones de euros en concepto de Know How y 1.95 millones en concepto de beneficios netos. Es decir más de 8 millones netos en solo un año. Si multiplicamos por los años de concesión da una cifra tan elevada (centenares de millones) que compensa más que sobradamente los pagos iniciales por canon.
Hidralia tendría también asegurado (art. 29): el nombramiento de Director Gerente; la garantía, vía tarifas, del mantenimiento del equilibrio económico del servicio (arts. 40-41), eludiendo cualquier riesgo en su inversión… Así como la recuperación del importe de las acciones a través de un fondo de reversión (art. 47) que se dota anualmente y que percibiría al final de la concesión.
También, como ya apuntábamos sucedía en Aguasvira, hay otras formas de negocio complementarias para el socio privado, por ejemplo la subcontratación de servicios con empresas del mismo grupo empresarial, como Aqualogy, (también del grupo Suez).
Lo dicho, el agua es un gran negocio, para algunos.
Miguel Martín Velázquez
Colaborador de Ahora Sí
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