El presupuesto como herramienta de gestión
Hoy toca hablar de presupuestos. Habitualmente, en el transcurso de la vida de cualquier persona, ha aparecido cientos de veces la palabra “presupuesto” aunque casi siempre relacionado con la solicitud de un precio por la prestación de un servicio o adquisición de un producto o artículo.
En el caso que nos ocupa hoy, “presupuesto” tiene otra acepción que según su definición, dícese: “Conjunto de los gastos e ingresos previstos para un determinado periodo de tiempo”. Y esto, exactamente, es lo que se realiza tanto en empresas privadas como en organismos públicos con mayor o menor acierto.
El presupuesto suele ser periodificado con carácter anual, se desarrolla durante el año natural e incluye las partidas de ingresos y gastos. En el caso de empresas privadas hay una máxima y es que los presupuestos deben ser positivos; es decir, los ingresos deben ser superiores a los gastos. Esta máxima se torna evidente; las empresas privadas trabajan para obtener beneficios y generar valor interna y externamente. Esta directriz no tiene ni debe cumplirse en el caso de la administraciones públicas, las cuales gestionan los Presupuestos Generales, que incluyen partidas de gasto sin ninguna contraprestación.
Los ingresos llamados recursos que se incluyen en el presupuesto general deben servir para prestar servicios a la sociedad, cada administración a su nivel, local (ayuntamientos), provincial (diputaciones), regional (autonomías) y estatal (nacional), y por tanto no tienen la obligatoriedad de tener un carácter positivo ni con beneficios, de hecho, los presupuestos generales deben estar en equilibrio, es decir, los ingresos y los gastos deben ser de la misma cuantía según nos indica la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que también indica que existe un límite de déficit y de deuda de estas administraciones públicas.
Hasta ahí bien, aunque el problema surge cuando se suceden algunas de estas situaciones.
Primero, cuando el presupuesto está mal calculado y se producen más gastos que ingresos. Esto genera unas pérdidas en la administracion pública que conlleva implícitamente un problema de tesorería y el susodicho endeudamiento con entidades bancarias para solventar el déficit de tesorería.
Segunda, cuando el presupuesto se prorroga por falta de apoyos al equipo de Gobierno. Cada año natural es diferente, tanto social como económicamente hablando. Por tanto, aplicar un presupuesto prorrogado de un año al siguiente deriva en los llamados desvíos de presupuesto, que podrán ser justificados en mayor o menor medida, pero difícilmente corregidos a lo largo del año natural.
Esta segunda situación, tiene su causa en la incapacidad para plantear por parte del equipo de gobierno en cuestión un borrador de presupuestos que sea avalado y apoyado, con las enmiendas que sean precisas, por parte del resto de grupos políticos.
En la actualidad granadina se suceden dos acontecimientos que merece la pena reseñar. Empezando por Diputación Provincial de Granada, la pasada semana se realizó un pleno extraordinario de economía. En base al borrador del presupuesto emitido por el equipo de gobierno, el grupo de Ciudadanos realizó una serie de enmiendas al mismo que fueron aprobadas por 26 votos a favor y una abstención.
Entre otras enmiendas aprobadas, podemos citar los siguientes:
Se aprobó una partida de 2M€ para la mejora de los caminos rurales que conectan con las explotaciones agrarias permitiendo la potenciación de estas explotaciones.
Se aprobó un aumento de 2M€ de la partida en el plan provincial de carreteras para municipios pequeños y alejados.
Se aprobó un incremento de 2,4M€ de inversión en abastecimiento para garantizar los servicios básicos.
Se aprobó una partida de nueva creación para la integración de la oficina científica de Ineustar, tanto para el logro de la candidatura del proyecto del “acelerador de partículas” como para el desarrollo de incubadoras de empresas científicas para la promoción tecnológica y económica de la provincia.
Se aprobó una partida de nueva creación para proyectos smartrural. Con el objetivo de propiciar procesos que permitan la modernización y la sostenibilidad de pequeños municipios para la apertura de escaparates cooperativos de sus productos locales.
Se aprobó una partida destinada a la red intermunicipal de accesibilidad para desarrollar iniciativas con el objetivo de avanzar en materia de igualdad de oportunidades y permita garantizar el acceso de todos los granadinos a idénticos servicios.
Por otra parte, el segundo acontecimiento que merece la pena reseñar es la situación en el Ayuntamiento de Granada, donde ahora mismo no existe borrador de presupuesto ni, por lo que parece, se le espera.
El equipo de Gobierno hace meses que está dando largas a la presentación del borrador del presupuesto para este año 2017 y continúa dándolas aludiendo a la mala situación en la que se encuentra el Consistorio. Esto se contrapone con la máxima de que un equipo de trabajo o de gobierno con resuelta capacidad debe de poder gestionar un presupuesto tanto en situaciones de bonanza como también en situaciones complicadas o conflictivas.
Resulta complicado de aceptar y es de difícil comprensión que a estas alturas de año aún no se cuente con un presupuesto ni con un plan de saneamiento que permitan optimizar las arcas municipales sin aumentarnos continuamente la carga impositiva a los granadinos.
Se hace necesario, en base a la crítica situación económica que sufre el Consistorio, que el equipo gobernante proponga una serie de medidas para sanear la situación actual y que se cuente con la oposición para llevarlas a buen término en un periodo espaciado de tiempo. El equipo de gobierno no debe pensar sólo que quedan dos años de legislatura, ni en sus intereses partidistas, ya que de esta manera los ciudadanos granadinos de a pie continuaríamos sufriendo.
José Antonio Huertas
Licenciado en Ciencias Químicas
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