jueves 25 abril
Opinión  |   |

El tiro en el pie

En el año 2015 Podemos decidió no presentarse como tal formación política a las elecciones municipales, pues se decía que se apostaba “por el protagonismo de la gente”. A tal fin se impulsa una candidatura ciudadana bajo la forma jurídica de la agrupación de electores “por ser la mejor forma de hacer política local, honesta y ciudadana”, si bien, finalmente, se opta presentarse “bajo el paraguas de un partido instrumental, de ámbito meramente municipal y cuya caducidad será una legislatura” (web “Vamos, Granada”), aunque se subraya que se mantiene la esencia de origen, pues se mantiene la filosofía de funcionamiento al modo de agrupación de electores. De esta forma se impulsó junto a otras organizaciones políticas, movimientos sociales y personas independientes y/o sin filiación política una agrupación de electores que luego devino en un partido instrumental que permitiera la confluencia en una candidatura municipal de cambio en Granada. A esa herramienta municipalista se le denominó "Vamos, Granada".

Tal y como ha trascendido a la opinión pública las cosas han cambiado, ahora, aquél instrumento político sin solución de continuidad parece apartarse de la idea original en la finalidad de constituir un partido político al uso y permanente en el tiempo, se dice con la idea de construir un proyecto municipal, autónomo y libre de injerencias de fuera de Granada. La consecuencia es que da la impresión de que la casa en común se diluye.

A lo anterior se une la fractura en el grupo municipal de “Vamos, Granada”, precisamente porque mayoritariamente el grupo no apoya ese viraje, a tal efecto se acuerda el cambio de portavoz municipal, lo que ha llevado a un disputa jurídica que ha terminado con un informe del Secretario General del Ayuntamiento de Granada convalidando el citado cambio y rechazando la expulsión del grupo municipal de uno de los concejales de ese grupo al no concurrir ninguno de los supuestos que establece el artículo 73.3 LBRL.

Se pegan un tiro en el pie y van camino de pegarse otro tiro en el otro pie, pues se puede dar la circunstancia de que “Vamos, Granada”, se acabe enfrentando a “Podemos”, como se diría en el argot popular “el hijo se rebela contra sus padres” y esto desde la autocomplacencia, que solo conducirá a la parálisis y a la irrelevancia política.

Mientras tanto, la ciudad se debate en una marea de problemas a los que nadie da solución, mil veces expuestos y mil veces aplazados, siempre echando la culpa al otro, sin hacer autocrítica, sin asumir responsabilidades e inventando crisis para tapar la incompetencia. Es el caso ahora de cómo se aprueba un plan de ajuste contra la ciudadanía y, simultáneamente, se provoca un pleno municipal para reprobar al Alcalde no por incompetente, no para pedir responsabilidad en la gestión, sino para teatralizar una labor (falsa) de oposición y eso lo hacen los mismos partidos que aprueban, unos votando a favor y otros absteniéndose, el plan de ajuste. Esta vez, el tiro en el pie nos lo dan a la ciudadanía granadina.

Salvador Soler García
Colaborador Ahora Sí

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