jueves 28 marzo
Opinión  |   |

Granada huele a hierba

Mucho se ha escrito de lo idílico de la ciudad de Granada. Sus calles, sus paisajes, monumentos, y ese misterio, difícil de describir que le da su encanto especial y la convierte en una ciudad maravillosa.

Pero para los que sufrimos Granada, nuestra ciudad tiene también algunos inconvenientes.

Hace unas semanas, con la toma de medidas restrictivas del tráfico adoptadas por Manuela Carmena en Madrid, se publicaba una noticia sorprendente quizás para algunos. Pero a la vez bastante esperable para otros.

Se daba a conocer el ranking de las ciudades más contaminadas de España y por desgracia, la nuestra estaba entre ellas. Granada es una ciudad muy contaminada. Sobre todo por su alta densidad de tráfico en vehículos privados, y sus muy contaminantes vehículos de transporte público.

El problema está ahí, las peculiaridades de Granada también, y difícil va a ser cambiar esta realidad a medio plazo, con las perspectivas que tenemos.

Pero la contaminación de Granada, al menos la del tráfico no es el tema del que hoy quiero hablar. Quiero hablar de otro tipo de humos y olores.

No sé si existe un ranking de cultivo y consumo de marihuana, pero si lo hay, estoy seguro de que nuestra ciudad, y su área metropolitana están entre los lugares de pódium.

No pienso ponerme estupendo haciendo un alegato contra el consumo de marihuana. Simplemente me sorprende lo que ocurre.

Entiendo todo aquello que puedan decirme sobre el uso terapéutico del THC (sustancia que libera el cogollo de esta planta) y responsable de sus efectos.

Pero creo, y a los olores me remito, que lo que hoy ocurre en Granada, puede empezar a ser considerado una epidemia.

No hay barrio que se precie, ni pueblo del entorno de Granada que no tenga una zona bien perfumada de marihuana. Sin ir más lejos, si uno transita por la circunvalación, entre las salidas de Estación de Autobuses y Carretera de Málaga, a cualquier hora del día, y sea la que sea, la época del año, su coche quedará impregnado de tan espeso perfume.

¿Y esto es normal? Nos explicarán que hay quien tiene en su cultivo una de sus pocas fuentes de ingresos, ante una desesperada situación económica. Lo cual no acaba de ser cierto, pues lo generalizado del consumo, por fuerza debe bajar los precios, haciendo su cultivo antieconómico.

Nos dirán que una infusión de este elemento tiene tantos beneficios como hacer deporte, por ¿Cuántos de sus consumidores convierte en infusión la marihuana?

Está claro que la libertad del individuo es sagrada. Y yo apostaré siempre por la no prohibición. Pero el problema a día de hoy es que hemos pasado de la comprensión social, al respaldo, a la asunción de que no tiene nada de malo, y estamos trasmitiendo el mensaje a ciertos colectivos.

Y si tantas campañas se han hecho en contra del consumo del tabaco o del consumo moderado de alcohol, instando a una vida saludable, sobre todo a los más jóvenes.

Con el caso de la marihuana se produce lo contrario. La comprensión, el respaldo y incluso la justificación con argumentos extraños, con se contraponen a cientos de estudios científicos que tachan su consumo como uno de los mayores causantes de trastornos neurológicos entre la población no anciana.

Está claro que quién quiera seguir consumiéndola lo va a hacer, solo pido menor comprensión social y más actuaciones al respecto, pues clama al cielo que todo el mundo sepa donde hay focos de cultivo, en los que el ambiente es irrespirable a causa de la marihuana, y nadie haga nada para remediarlo.

Gustavo García
Historiador y escritor

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