viernes 19 abril
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Interculturalidad

A mí también me gusta el fútbol. Y como consecuencia, uno de los acontecimientos que ha alegrado mi fin de semana ha sido la victoria del Granada CF en el Nuevo Estadio de Los Cármenes.

En pocas palabras, disfrutamos de la tercera victoria del Granada con un marcador abultado de cuatro goles frente a uno del rival bético en el que ha sido sin duda su mejor partido en lo que va de liga. Demuestra que el Granada CF es todavía un rival vivo en la lucha por la salvación. Nadie debería darle por muerto.

Pero confieso que hubo algo que escuché por voz de un comentarista que si cabe despertó todavía más mi curiosidad y atención por seguir viendo el partido: Los once jugadores del once inicial del Granada se correspondían con once nacionalidades distintas (mexicana la del portero; española, uruguaya, francesa e islandesa en la defensa; nigeriana, camerunesa, y ghanesa en el centro del campo; y colombiana, brasileña y marroquí en la línea de ataque).

Once jugadores de once nacionalidades distintas esforzándose por un mismo objetivo. Once jugadores de once nacionalidades compartiendo una victoria, una alegría. Once jugadores de once nacionalidades distintas, juntos, renovando la esperanza de la afición nazarí para pensar que podemos seguir en Primera una temporada más al menos.

Once jugadores de once nacionalidades distintas luchando cada fin de semana para conseguir el reto de la supervivencia es una mini muestra de lo que podemos llamar interculturalidad, que no multiculturalidad, que aunque se suelen pensar como conceptos equiparables la verdad es que guardan diferencias entre sí.

Según un estudio de la RAE, mientras que multicultural hace referencia a la coexistencia en un mismo ámbito (generalmente geográfico) de pueblos y culturas diferentes, intercultural se refiere a las actuaciones destinadas a conseguir que esa coexistencia se convierta en una convivencia fructífera y enriquecedora basada en un intercambio. Por lo tanto, lo intercultural es la consecuencia más deseable de lo multicultural.

Es decir la interculturalidad implica diálogo, encuentro, relación y reconocimiento mutuo de valores y formas de vida. La multiculturalidad no necesariamente.

La diferencia de manera metafórica recuerdo que nos la explicaba hace unos cuantos años un profesor que impartía, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, la asignatura Historia Política Contemporánea del Mediterráneo. Nos asemejaba la multiculturalidad a una ensalada común  donde los ingredientes se muestran perfectamente separados unos de los otros dentro del mismo plato. Y la interculturalidad la asemejaba con una ensaladilla rusa (tal y como la entendemos aquí) donde por  contra los ingredientes están perfectamente unidos y  entrelazados y a veces hasta resultan difíciles de distinguir.

Entiendo el once de Granada como otros onces de otros equipos como mini ámbitos donde existe ese diálogo, encuentro, relación y reconocimiento mutuo de valores y forma de vida independientemente de las distintas razas, etnias, religiones…

Así curiosamente los campos de fútbol, que suelen ser escenarios donde la apología al racismo o al machismo aparece como una constante, también son lugares ejemplares para poder mostrarles a los y las más pequeñas que nuestra sociedad debe de dejar de ser multicultural para ser intercultural.

Claro que en el contraste también está la incomodidad que resultó para mí ver a un jugador como Rubén Castro.

Olga Manzano
Parlamentaria andaluza del PSOE por Granada

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