viernes 29 marzo
Opinión  |   |

La II República como sustrato democrático

Curiosamente en esta semana santa se han conmemorado dos efemérides muy importantes para la izquierda de este país, y sobre todo para la cultura y antecedentes democráticos más recientes.

Por un lado, el pasado 14 de abril se conmemoraban 86 años de la llegada de la II República española. Por otro lado, el 10 de abril de 1977 se legalizó el Partido Comunista de España (PCE), acontecimiento que hace 40 años también sucedió en semana santa.

Se trata de dos hechos de suma importancia que sólo una parte de la población le otorga la relevancia que verdaderamente tuvieron.

Varios Ayuntamientos han colocado en sus balcones banderas republicanas, conmemorando esta fecha, básicamente por dos motivos. En primer lugar, como homenaje a todas las personas que fueron asesinadas mientras defendían el orden legal y democrático de la República, y en segundo lugar, para recordar una fecha que nos retrotrae a nuestro pasado democrático más reciente que ha sido olvidado.

Una acción simbólica que puede parecer de lo más normal e incluso pertinente se encuentra con una resistencia institucional de subdelegación del gobierno de España con la complicidad de parte de la justicia. Trebujena, Pedrera, municipios granadinos como Dehesas Viejas, se han sumado a esta reivindicación democrática y puesta en valor de los valores republicanos.

Si en diferentes efemérides colocamos en nuestros Ayuntamientos, por ejemplo, la bandera LGTBi como muestra de apoyo desde la Institución, si colocamos grandes lazos rosas, si se coloca la bandera romaní el 8 de abril, es decir se da cobertura institucional y apoyo a luchas y conquistas democráticas que parten de la sociedad civil ¿Por qué no se nos permite colocar la bandera republicana el 14 de abril?

El manido discurso de “la bandera republicana es lo mismo que mostrar una bandera con el águila” sólo es muestra, o bien, de la ignorancia del que pronuncia esas palabras, o de una persona que apoya tácitamente a un régimen fascista.

La bandera republicana puede ser una bandera preconstitucional, es decir, anterior al vigente ordenamiento constitucional, pero nunca anticonstitucional, porque representa un sistema legítimo y democrático. En cambio, la bandera que vemos habitualmente en Granada el 2 de enero y en muchos estadios de fútbol si es anticonstitucional porque simboliza y enaltece a un régimen fascista que provocó que España sea hoy día el segundo país del mundo en número de desaparecidos solo por detrás de Camboya.

El 14 de abril conmemoramos la proclamación de la II República, no porque seamos unos nostálgicos, sino porque conmemoramos que un pueblo se levantó en una expresión democrática sin precedentes contra la tiranía y las leyes injustas. Fue un duro revés para el caciquismo este 14 de abril por lo tanto hoy más que nunca debemos rememorar esta fecha y conocer nuestra historia, porque si existe algo trágico es el robo por parte de la historia oficial de la realidad de la II República, un nuevo orden instaurado que estuvo a la vanguardia de Europa, un orden legítimo y democrático con una constitución que es la más avanzada de la historia del constitucionalismo español.

Los caciques intentaron parar este movimiento desde sus feudos, pero no pudieron pararlo en las grandes ciudades. Aprendamos por lo menos esta lección del 14 de abril, porque el caciquismo sigue vigente en la Andalucía rural, donde conspira, donde sigue realizando fraudes electorales elección tras elección, comprando votos, con prebendas. Pero la verdad es revolucionaria y a veces es imparable, como sucedió el 14 de abril.

La bandera republicana esta henchida de conquistas sociales y luchas democráticas. La apuesta por la educación y la cultura que se hizo en los primeros años de la República no tienen parangón en la historia de nuestro país. Debemos que tener en cuenta que las grandes conquistas sociales se realizaron en escasamente dos años, puesto que en 1933 la derecha intentó dilapidar todas aquellas conquistas. La victoria del Frente Popular en 1936 y el ansía por recuperar el sendero democrático y de conquistas sociales, con una coalición de izquierda amplia como nunca antes se ha vivido en nuestro país, puso muy nerviosos a algunos sectores de la población que entendieron que debían poner fin a aquella experiencia de profundización democrática. Como no lo consiguieron en las urnas lo intentaron por las armas.

El fin de la II República no llegó porque se “quemaron iglesias”. El fin de la II República se produjo porque se dio un golpe de estado de corte fascista que fracasó. Este fracaso condujo a una guerra civil que duró 3 años. Una contienda que no fue “entre hermanos”, como se nos intenta explicar desde la historia oficial, sino entre militares fascistas sublevados (que tuvieron el apoyo de la Alemania nazi y la Italia de Mussolini) y defensores del proceso democrático y emancipador de la República. Desde luego este hecho histórico es desconocido por gran parte de la población, y es que sin el apoyo del nazismo alemán y el fascismo italiano muy difícilmente los militares sublevados habían triunfado.

Por supuesto se cometieron errores, pero se debe criticar desde la izquierda y desde postulados democráticos. La II República debería formar parte de nuestro sustrato democrático, son las raíces donde apoyarnos tras 40 años de brutal dictadura fascista, sin embargo la Constitución de 1978 “olvida” mencionarlo.

De cara al futuro es imprescindible recuperar los valores democráticos y republicanos de igualdad, fraternidad y participación política.

Para transformar el presente y caminar hacia el futuro debemos conocer la realidad de nuestro pasado. Salud y república. Hasta la victoria.

Toni Álvarez
Politólogo, Coordinador de IU Láchar-Peñuelas y miembro de la dirección provincial de IU en Granada

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