viernes 19 abril
Opinión  |   |

Los estudiantes se mueven

Algo está cambiando, lo venimos anunciando durante meses. La perspectiva de alcanzar conquistas desde la Institución está dando paso a un repunte de las movilizaciones. Granada se está moviendo, una ciudad que no suele estar en la vanguardia de la lucha en la calle, pero que, sin embargo, por diversos motivos, se está sacudiendo desde distintos sectores.

En este artículo me gustaría resaltar y dar mi apoyo a las movilizaciones que están llevando a cabo los estudiantes. En todo movimiento de transformación debe darse la participación de los estudiantes como vanguardia de las demandas de los más jóvenes.

Hace sólo tres años terminaba la carrera de Ciencias Políticas y veía con desolación como las protestas y demandas estudiantiles intentaban ser lideradas por sindicatos afines a los grandes y corruptos partidos de este país. Hoy esos mismos que querían liderar aquellas movilizaciones se les puede ver como “relleno” en los actos de Susana Díaz. Si el PSOE es un partido alejado de las reivindicaciones de los más desfavorecidos y de la realidad de Andalucía, esta lejanía es aún mayor con respecto a las demandas de los más jóvenes.

Recuerdo a representantes de los estudiantes que eran “cachorros” de los grandes partidos cuya única ambición era un proyecto personal, mientras otros muchos estudiantes defendían los derechos del colectivo con una lucha heroica y silenciosa.

Mi reflexión, compartida con muchos otros, siempre fue que la educación, como parte de la superestructura, tiene mucho que ver con condicionamientos económicos y que el modelo que intentaban ir implantando paulatinamente era básicamente ideológico. El neoliberalismo, la supeditación al mercado, la mercantilización de toda relación social, estaba entrando en nuestras universidades, por lo tanto la confrontación debía de ser total, de impugnación no sólo a las medidas en esta materia sino a todas las imposiciones que pretendían dilapidar las pocas conquistas cosechadas.

Mientras se aspirara sólo a pequeñas victorias parciales estaríamos retrocediendo porque la “guerra” se estaba dando en todos los frentes. Era fácil ver con nuestros ojos como la empresa privada y la privatización de la universidad pública entraba y era ya una realidad en nuestras aulas. Mientras, algunos sindicatos estudiantiles, centraban sus campañas en pedir más taquillas y otras cuestiones menores que estaban muy alejadas de la cotidianidad que estábamos sufriendo los estudiantes en una región que tiene el récord en paro juvenil.

En este sentido las dos patas del bipartidismo tienen un mismo modelo educativo. Es decir, la intención es privatizar la educación y “adaptarla” al mercado laboral, en un contexto de periferia dentro de Europa. El exilio masivo de jóvenes licenciados a otros países europeos, es fruto principalmente del rol que cumple España y Andalucía dentro de la Unión Europea que es de dependencia y subalternidad con respecto a nuestros vecinos del norte. En esta relación de colonia, los estudiantes, y los que acabamos de terminar nuestras carreras, somos “outsider” de un sistema y de un mercado laboral que no precisa de nuestros servicios que está orientado a servicios de “sol y playa”, con mano de obra barata, con pocos derechos laborales que está condenada a perpetuarse en unas condiciones laborales paupérrimas y de enfrentamiento entre trabajadores. En este contexto los universitarios no somos más que un “ejército de reserva”.

Encierro en la facultad de Ciencias

De todo lo que hemos señalado anteriormente, su punto de origen en cuanto a la Universidad, lo encontramos en la aplicación de “Bolonia” que no es más que el primer paso del modelo educativo neoliberal. El intento de implantar el sistema 3+2 no es más que otra vuelta de tuerca de este modelo. Contra “Bolonia” se dieron grandes movilizaciones, pero el enemigo era muy poderoso y había muchos intereses que no iban a permitir que se revertiera esa situación. También se han dado movilizaciones contra 3+2 importantes que sí que cosecharon éxitos y actualmente es digno de mención el encierro de una semana que se ha llevado a cabo en la facultad de ciencias.

Para redactar este articulo me puse en contacto con varios de estos estudiantes que han formado parte del encierro. Desde luego tengo que agradecer su colaboración y el ímpetu de lucha que desprenden.
Al hablar con estas compañeras, me quedan claras varias cuestiones. En primer lugar que se trata de una movilización seria y autoorganizada donde han participado alrededor de un centenar de personas que se han unido para luchar desde la más firme convicción. En segundo lugar, que ha existido un trabajo de estudio importante que ha conllevado que las demandas realizadas sean factibles y sean escuchadas.
Los cinco puntos propuestos son directamente a la Universidad de Granada.

Voto vinculante para decidir el calendario académico. Me parece la propuesta más interesante. Anteriormente sólo existían encuestas que en realidad no atañían a la Universidad. No se propone ningún calendario, sino que ahora el voto de los alumnos sea vinculante. Se trata de una concepción de la universidad muy diferente a la actual, donde el alumnado no sólo tiene voz, sino que será copartícipe, por lo menos en cuanto al calendario académico. De hecho, sería una magnífica idea seguir desarrollando estos canales participativos.

Revisión de protocolo de acoso. Los alumnos piden un protocolo que realmente se pueda llevar a la práctica.

Implantación de baños multigénero. En toda movilización importante, siempre se intentan buscar elementos tanto de burla como de criminalización. Precisamente se han intentado con este encierro y esta lucha. Han intentado demonizar estas protestas tergiversando esta demanda, con unas críticas a una buena idea que son tan reaccionarias que no merecen respuesta.

Becas para B1 y adaptación al currículum académico. Uno de los elementos implantados donde más se aprecia la privatización y la mercantilización de la universidad es la forma en la que han pretendido implantar el B1 donde existen intereses económicos que escapan de lo que realmente necesita el alumno. Es una de las aberraciones del modelo educativo neoliberal, por tanto ha sido y debe ser un caballo de batalla fundamental.

Y por último material didáctico gratuito, que ataca también a intereses económicos creados de terceros.
Como me temía, estas demandas no fueron escuchadas en un primer momento, pero con una potencia movilizadora como la que estaban demostrando y con unas propuestas plausibles y bien razonadas, no sólo han sido escuchadas, sino que hay un compromiso de aplicación.

Desde luego, ahora es el momento de repliegue y de esperar, creyendo en la “buena fe” de los interlocutores, pero si no hay un “miedo” real a futuras acciones no se aplicarán. Los alumnos lo saben por eso quieren canales constantes que evalúen esa aplicación.

La batalla aún no está ganada, queda mucho por avanzar y luchar sobre todo teniendo en cuenta todo lo que nos ha sido arrebatado.

Pronto llegará la hora de unificar las luchas porque la ofensiva es total, en todos los sectores, sólo desde la lucha y desde la unidad podremos conquistar nuestro futuro.

Tony Álvarez
 Politólogo y Doctorando en Ciencias Sociales

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