¿Necesitamos dos hospitales completos o no?
Hace unas semanas me hacía eco desde este mismo espacio, de las multitudinarias manifestaciones de los granadinos por sus dos hospitales completos. Al parecer al menos la Junta se ha bajado de su burro y está dispuesta a repensar la reorganización sanitaria que había planteado, aunque no esté clara del todo cual va a ser la solución definitiva a dicho asunto.
Pero el motivo de esta reflexión mía no va a ser el asunto de la reclamación generalizada por los dos hospitales completos.
Esta vez quiero ir un poco más allá.
Está más que asumido por nuestros vecinos la necesidad de tener dos hospitales con todos sus servicios, y como muestra de ello, me remito a las tres manifestaciones que se han producido en los últimos meses en Granada.
Lo cual demuestra varias cosas, pero sin duda, evidencia una cuestión de fondo. La mayor parte de nuestra sociedad da por hecho que vamos a necesitar dos enormes centros donde nos puedan curar de nuestras enfermedades y convalecencias. O lo que es lo mismo, damos por hecho que vamos a enfermar de forma generalizada por lo que debemos tener preparadas miles de camas de hospital de cientos de especialidades, por esa enfermedad que nos espera amenazante.
Conste que soy yo el primero en reclamar unas inversiones en sanidad suficientes para atender las necesidades de Granada y su área de influencia.
Pero quisiera ir un poco más lejos. ¿Existe una inversión en salud mejor que la prevención? No voy a ponerme estupendo hablando sobre hábitos de vida saludable, pues esto es algo sabido por todos, lo llevemos a cabo o no.
Mi reflexión va sobre la información o mejor dicho la desinformación que tenemos en cuanto a nuestra alimentación.
En los últimos días salió a la luz un estudio llevado a cabo por dos investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, en el que se asocia a una alimentación rica en grasas, la propagación de las células cancerígenas por el organismo (metástasis), en concreto se relacionaba en este estudio la extensión del cáncer con el consumo del ácido palmítico, especialmente rico en el aceite de palma.
En principio, no veo a nadie pidiendo tostadas de aceite de palma en la cafetería, con lo cual, tranquilidad…pero… resulta que comprando en el súper, mi hija me pide que le compre unas galletas, miro su etiqueta y allí está. Entre sus ingredientes, aceite de palma. En los cereales del desayuno, en los bizcochos, en la bollería en general, chocolates, mantecados, etc.
Resulta que cada día comemos aceite de palma y nosotros sin saberlo.
A buen seguro que los productores de este aceite pueden certificar que su consumo no es ni mucho menos nocivo, al menos en cantidades razonables, pero pienso que tenemos derecho a saber en qué alimentos se encuentra, pero de forma mucho más fehaciente.
Yo debo reconocer que miro las etiquetas de toda la comida que compro, por consejo e influencia de mi esposa, buena conocedora de la materia. ¿Pero alguna autoridad sanitaria ha hecho alguna campaña en favor de la divulgación de la información que aparece en el etiquetado de los alimentos?, ¿reclamamos como consumidores a las autoridades públicas nuestro derecho a ese tipo de información?, ¿tenemos seguridad de que todo lo que se vende en los supermercados como comida, es sano y saludable?
Yo no paro ver publicidad sobre alimentos aparentemente muy recomendables como la leche, los embutidos, u otros productos, que realmente te hacen apetecer consumirlos. Y muchos de ellos no serían perjudiciales por sí mismos, si no por los aderezos y elementos añadidos que hacen que tengan mejor sabor, mejor color o sean más duraderos. Casi todo lo que compramos en el super lleva azúcares, grasas y gluten añadidos por sistema, por diferentes motivos. Algunos de ellos incluso aparecen recomendados por asociaciones de médicos o colectivos pediátricos, que respaldan su consumo. ¿Es todo esto legal? Seguramente lo sea, ¿pero es saludable?
¿Sabemos lo que comemos?
¿Necesitaríamos tanto gasto en sanidad pública si conociéramos mejor nuestra alimentación?
Gustavo García
Historiador y escritor
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