Omega
Se estrenaba el pasado viernes el documental Omega, en recuerdo del vigésimo aniversario del lanzamiento del mítico disco, que da nombre al propio documental.
Coincide además con el reciente fallecimiento de Leonard Cohen y por qué no decirlo, con un nuevo intento de exhumar los restos de García Lorca.
Este documental, autoría de José Sánchez-Montes y Gervasio Iglesias, se plantea como un homenaje a la genialidad de Enrique Morente, que supo ver en la fusión del flamenco y el rock, una vía de exploración de nuevos sonidos y un lugar mágico donde plasmar la poesía de García Lorca y de Cohen.
En una sociedad como la nuestra, donde leer es algo minoritario y casi clandestino, no sólo es de agradecer el que se recuerde la genialidad de Morente por el hecho de fusionar sonidos, tenidos hasta ese momento por incompatibles.Si no, sobre todo, el hacer visible el mayor logro de Morente,que en mi opinión, fue el de ser capaz de musicar poemas tan complejos y epatantes, como los de Lorca, sin que perdieran ni un ápice de su sensibilidad.
Son comprensibles las opiniones reacias del primer momento. Fue un disco innovador, rompía con todas las reglas del flamenco y del rock.
Lo que no tiene explicación, es que por parte de los ámbitos culturales granadinos se preste tan poca atención a esta obra de arte, que sería un instrumento muy eficaz para acercar, al gran público, la poesía del más grande de nuestros poetas.
Los sonidos de Omega nos evocan un mundo irreal, como irreales son por momentos los poemas de García Lorca de su “Poeta en Nueva York” y eso hace de ese disco toda una joya musical y poética. Que permite mostrar a García Lorca mucho más cercano y hacer sus poemas mucho más tangibles y reales.
Ese es el gran logro de Morente en Omega, y a la vez la gran frustración por el olvido de este disco.
No sé cuántos granadinos conocen la obra literaria de García Lorca, ni los que han tenido la suerte de escuchar o comprar el disco de Morente. Me temo que en el primer caso, se le conoce más por cuestiones políticas que literarias, y no seré yo quien diga que no son importantes ambas. Lo que reivindico es un esfuerzo por un mayor conocimiento de la obra Lorca y de Morente en Granada.
Conocer su obra nos hará más granadinos. Y es responsabilidad de todos los granadinos, poderes públicos, iniciativa privada y sociedad civil, ubicar la obra de ambos donde se merecen. Ese sería el verdadero homenaje.
Como diría Lorca y cantaría Morente:
“Las criaturas de la luna huelen y rondan sus cabañas.
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros”.
Y a todo esto…, la Academia del Nobel, se acuerda de Bob Dylan.
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