jueves 18 abril
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Relatos cortos sin recortar (El ciudadano perruno Igor González LIV) (9-10-2015)

El ciudadano perruno Igor González (LIV)

El ciudadano Igor González, como buen perruno, camina y huele y levanta la pata para mear en algunas de las esquinas que encuentra a su paso. Algo que le lleva costado más de diez euros en multas municipales. El ciudadano perruno aduce sin protestar airado y sin demasiada insistencia, a los agentes de la autoridad municipal, que a él le enseñaron a mear de esta manera desde que era un niño perruno que levanta la pata. Y que no sabe orinar de otra forma. Pero la autoridad municipal pertinente nunca lo escucha y le pone la sanción correspondiente. El ciudadano perruno va y hace un pliego de descargo, pero nunca prospera y la multa sigue su curso con embargo incluido al no pagar en la fecha adecuada.

El ciudadano perruno anda parsimoniosamente con dirección a la mansión de su señor padre, ese que todos los días que lo visita le obsequia con un relato de esos que rompen los esquemas de las narraciones dirigidas a la lectura de todas las cabezas que están idas o que están a punto de irse más allá de la órbita del satélite lunar. Lleva unos días oscurecidos el ciudadano perruno. Sus neuronas funcionan como si estuviesen en un disloque absoluto. Y todo esto es a causa del disloque mayor político que existe en esta España alocada y repleta de políticos lunáticos. Y a la cabeza de todo este disloque, está el presidente actual del Gobierno que aduce que desea volver a ganar las elecciones generales para que los partidos emergentes, de la derecha y de izquierda, no lleven a este país (España) a los albores de la Edad Media económica, esa que ha conseguido que por estos lares patrios existan más de cinco millones de desempleados. Lo que es una barbaridad se mire del lado que se mire o se observe. El presidente del Gobierno actual es como los caracoles que llevan sus pensamientos siempre acuestas y sin darle una oportunidad de modificarlos porque se escuchan los razonamientos políticos y económicos de todas las demás fuerzas políticas. Y los votantes se preguntan con ese airecillo de tormento, si no será que el presidente del Gobierno actual es como mulo que porta antojeras. El momento político y económico español, ahora es algo que solo está respondiendo a los triunfalismos y las demagogias que se dicen cuando a las elecciones generales ya se les ve el plumero porque se van a celebrar muy pronto. Cosas políticas.

Y el padre del perruno recibe a su hijo con una borrachera enorme. Y debida a que se ha bebido toda una botella de buen vino tinto. Su hijo el ciudadano perruno hoy ha tardado mucho más de lo acostumbrado en llegar a su casa. Y todo ha sido debido a la multa que le han endiñado por mear, alzando la pata, en una de las esquinas que se ha encontrado al caminar a la mansión de su señor padre.

-Hijo mío, cada día tardas más en llegar. Y esto hace que me beba, por lo menos, una botella de mejor tinto. Aunque no te preocupes que el relato ahí va…

“El párroco Cebolleta tiene una amante. Es la santa esposa del alcalde de Cuernecillos de la Sierra. Una dama que se la pega a su marido con el cura del pueblo. El alcalde, a su vez, se las entiende con la concejala portavoz del grupo municipal del principal partido de la oposición. Y el comandante de Puesto de la Guardia Civil, un sargento, es un enamorado de los peces de colores del río Seco que pasa por el término municipal de la bella localidad de Cuernecillos de la Sierra. Un disparate. Aunque lo del comandante de Puesto de la Guardia Civil, tiene muchas más explicaciones sensatas. Lo del alcalde, es una marranada política-amorosa con cuernos políticos y matrimoniales. Los del párroco, es una excomunión papal. Y lo de la mujer del alcalde, es la bella ilusión amatoria de una dama campesina del agro insatisfecha que ha encontrado una bragueta tan enorme como el portón de entrada de la parroquia de Cuernecillos de la Sierra. Y dentro de ella, de la bragueta, también ha encontrado una cosa como un pepino tan enorme como el que se puede observar en el escudo de la localidad de Cuernecillos de la Sierra.

El mundo es pecador, pero maravilloso. Qué esplendidos son los líos. Son como la vida misma que se encuentra a la vuelta de la esquina. Bellas marranadas que organizan las mentes calenturientas de la insatisfacción y porque se resisten a ser normales. Pecados agradables. Folletines hiperbólicos de faldas y penes desbandados.

Y el follón se montó cuando el párroco se enamoró de la concejala portavoz del partido principal en la oposición municipal. Cuando la mujer del alcalde comenzó a visitar la cama del comandante de Puesto de la Guardia Civil. Y cuando el alcalde de Cuernecillos de la Sierra se folló a los peces de colores del río Seco. Y dejándolos a todos ellos embarazados. La vida social en un pueblo es como un cajón de sastre o revoltillo de pasiones descontroladas que se resisten a ser pura estructura y casilla dentro de las terribles y pías organizaciones de lo que es totalmente correcto en sus versiones políticas, religiosas, de orden público, sociales y piscícolas. Una cosa es copular a destajo y otra muy distinta es un desmadre sexual con efectos perversos para la sociedad medieval de la bella localidad de Cuernecillos de la Sierra.

Ha amanecido en la oscuridad la localidad de Cuernecillos de la Sierra. Todo está oscuro. No se sabe si la luz se hará algún día. Aunque al cura párroco el obispo lo ha mando a las santas misiones lejanas. Al alcalde su partido lo ha suspendido de militancia. Ha dimitido muy entristecido. Al comandante de Puesto de la Guardia Civil lo han ascendido. La ex mujer del alcalde, Encarnación, ahora maneja los hilos políticos de la localidad de Cuernecillos de la Sierra. Y también los económicos. Y los peces de colores han desaparecido del río Seco, y ya que lo del ex alcalde fue un terrible atentado ecológico. Y según los ecologistas autóctonos del lugar.

En la localidad de Cuernecillos de la Sierra, se ha hecho la luz. Ha vuelto de las santas misiones lejanas el cura Cebolleta, y de nuevo como párroco. Al alcalde castigado le ha perdonado de todo corazón su formación política. Y ya milita de nuevo ahora como militante. El antiguo comandante de Puesto de la Guardia Civil ha sido destinado de nuevo a Cuernecillos de la Sierra y con la graduación de sargento primero. La ex mujer del alcalde, Encarnación, se ha reconciliado con el alcalde perdonado y con los cuernos puestos. Y la concejala portavoz del grupo municipal del principal partido de la oposición ahora es la candidata a la alcaldía. Con la luz, la localidad de Cuernecillos de la Sierra se ha convertido en una localidad con mucho futuro. Las farolas alumbran. Los teléfonos funcionan. La fuente de la plaza ya tiene de nuevo su juego de bellos colores. Y la televisión campea de nuevo por sus fueros perdidos con el apagón. La felicidad es visible desde las localidades cercanas.

El cura párroco Cebolleta ha celebrado su primera misa en la parroquia de Cuernecillos de la Sierra. Y en su homilía ha explicado que copular fuera del cuartel matrimonial o de la castidad debida, es un pecado horrible, abominable, tremebundo y execrable. Y se mire por donde se mire. La concejala portavoz del grupo municipal del principal partido de la oposición, ahora candidata a alcaldesa, va a proponer una moción conjunta de todos los partidos políticos presente en el municipio para que se modifique el nombre de la localidad. Y que pasaría de llamarse Cuernecillos de la Sierra, a ser conocida como Fidelidad de la Sierra. El ex alcalde perdonado, aunque no rehabilitado, ha montado una constructora inmobiliaria para el desarrollo urbanístico y turístico de la localidad. Y también ha comenzado a regentar el estanco del pueblo. Su mujer Encarna, con el dinero del régimen de gananciales con el ex alcalde, ha montado una piscifactoría de peces de colores. Y el sargento primero de la Guardia Civil, se ha afiliado a una organización sindical de marcado signo ácrata. La felicidad ha inundado a la localidad de Cuernecillos de la Sierra, y sus vecinos y vecinas están todos como mucho más iluminados.

Cuernecillos de la Sierra es una localidad ubicada en las faldas feraces de las Sierras del Este, unas montañas amarillas de poca altura que están pobladas de corzos y jabalíes. Pinos y castaños son sus arboledas y el poco caudaloso río Seco baja de ellas. Posee una población de dos mil cien almas y su principal riqueza la constituye la elaboración de pan de higo. Y dado que posee innumerables higueras en los campos de su término municipal. También se comercializan con menos éxito los higos chumbos confitados. Y parece, esto lo dice el equipo de gobierno en el ayuntamiento, que pronto se va a instalar en Cuernecillos de la Sierra una fábrica de enderezar plátanos traídos expresamente de las bellas islas de la Comunidad Autónoma de Canarias. Es de una claridad meridiana, que la luz le sienta muy bien a la localidad de Cuernecillos de la Sierra. Y sus habitantes son ahora más visibles”.

Razona silencioso el ciudadano perruno, camino ya de coger el autobús que lo llevará a la localidad del Valle de Lecrín en la que mora como un asceta que solo escribe novelas y artículos periodísticos para ganarse la vida como un pobre que no es de solemnidad, que a su padre borracho le salen los relatos con una fluidez alcohólica extraordinaria. Y que estos relatos son los de un orate harto de jamón, queso y vino tinto. Son narraciones con poco calado literario, pero llenas de una frescura narrativa que ya quisieran para sí la mayoría de las vacas sagradas de la literatura española. Y porque estos machos de la piara escriben solo para ellos y para los que les loan sus escrituras. Esos que, además, le pasan las manos por el lomo. El perruno camina como un zombi. Aunque a él le da lo mismo que las gentes lo miren como si viesen un aparecido que ha salido del fondo de la nada absoluta. Pero tiene tiempo de echarle una mirada a un grupo de chicas que van vestidas de modernas o posmodernas. Esas que ríen con esas risas a propósito para que las miren los demás. Aunque el ciudadano perruno, como perro viejo al que le gustan las perritas jóvenes, solo les mira las largas piernas estilizadas y los muslos tan recios y torneados.

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