Sin igualdad no hay justicia, sin paridad no hay democracia
En estos tiempo difíciles y revueltos que nos ha tocado vivir, con tantos dificultades políticas a nivel interno y tanta falta de discurso político coherente, es importante centrarse en el trabajo municipal mas que nunca y hablar de lo que está pasando en los municipios. En un pueblo como Ogíjares, donde a través de un pacto de dos partidos de derechas (APPO y P P) copan la vida municipal haciendo del pueblo un espacio difícil de intervenir, el trabajo no es nada fácil.
Al principio de la legislatura creímos que lo que decíamos en los Plenos iba a ser recogido por el equipo de Gobierno porque nuestra intención política era aportar positivamente, y queríamos que esta aportación sirviera para el buen funcionamiento del Ayuntamiento donde vivimos.
Con el paso del tiempo, en la oposición, nos hemos dado cuenta que está todo decidido en la Junta de Gobierno. No tienen mas remedio de oírnos en un Pleno, no les queda otra. Nos oyen pero no nos escuchan, que no es igual. Menos mal que estamos en tiempos que dicen que son demócratas, porque si no, ni eso.
Estamos pues en tiempos de resistencia ante la derechona, nos guste o no. Resistir implica varias cosas a la vez, significa trabajar, estudiar y aprender. Como concejala, trabajar es conocer la actividad del gobierno local y estudiar todo la documentación que venga del Ayuntamiento. Trabajar implica no rendirse y tener una postura constructiva, no resignarse a la negativa constante de un consistorio cada vez más reaccionario.
Trabajar implica estudiar, aprender, desarrollar la capacidad de resiliencia y ser muy paciente. Una concejala o concejal no sabe de todo, tiene que tener un equipo que apoye este trabajo y que este trabajo se convierta en un estudio continuo en grupo. Es la cooperación de las personas de nuestro medio para además tomar las decisiones en común. Trabajar, aprender, e intentar transmitir, huir de ambiciones personales de poder son las claves para la vida municipal. Tenemos la obligación de dignificar la política municipal con nuestro buen hacer.
Por otro lado me gustaría mencionar a aquellas concejalas que decidieron abandonar. Tenemos que intentar responder a una pregunta ¿Porqué se nos han ido concejalas en un número considerable? Me gustaría desde aquí hacer un llamamiento a la falta de mujeres en política y en especial hacer un llamamiento a lo que esto representa. En un mundo de competitividad masculina por el poder, sea el nivel que sea, hay que corregir esta dominación y preguntarnos porqué tenemos concejalas que se han ido y seguramente seguirán yéndose si no se corrige esta competitividad masculina dominante. Quizá la feminización de la política quiere decir una serie de cosas que hay que tener en cuenta. No se puede atacar a las mujeres de la manera que se ha venido atacando. Pero no podemos olvidar que cuando atacamos a una mujer atacamos a todas y cuando apoyamos a una mujer apoyamos a todas.
Las mujeres en política tienen que compaginar la vida familiar y lo político- social (no me refiero solo a concejalas, también me refiero a todas aquellas mujeres que dejaron la participación activa en política). Esta doble carga no está contemplada. Las mujeres hemos salidos del hogar pero hemos salido con la mochila familiar y los hombres no han entrado en el hogar a coger y compartir esa mochila con el mismo nivel de implicación. Algunos lo están intentando y ese es el camino, pero no nos engañemos : la carga familiar sigue siendo femenina. Pero acogemos con los brazos abiertos a todos los hombres que lo están intentando. No hay otro camino que compartir todas las mochilas.
Trabajar desde los municipios con la perspectiva del feminismo, este es el reto.
Sin igualdad no hay justicia, sin paridad no hay democracia.
Encarna Sánchez Roldán
Portavoz del grupo municipal Ahora Si Podemos Ogíjares
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