"Caí en el encanto de García Lorca por su poder hipnótico"
La uruguaya Ida Vitale recoge el XIII Premio de Poesía Federico García Lorca y comete la "imprudencia" de elaborar un poema dedicado a Granada
Ida Vitale recibe el XIII Premio Lorca de Granada de manos del alcalde, Francisco Cuenca. Foto: Álex Cámara
La poeta uruguaya Ida Vitale ha asegurado tras recoger el XIII Premio Lorca de Granada que cayó en el "encanto" del granadino debido a su "poder hiptónico".
Así lo ha afirmado en un acto celebrado en el Centro Lorca de Granada, en el que se ha convertido en la cuarta mujer en recibir este galardón que, según ha afirmado, le ha hecho regresar a la ciudad a la que "nunca" imaginó que iba a regresar, "no como una maravillada turista sino con emoción gozando de la cercanía que da la gratitud y las imágenes que quedan junto a la simpatía intercambiada".
De este modo, Vitale se ha referido a la ciudad granadina en el marco de que el mundo "está lleno de lugares hermosos y ajenos" y que, a veces, si se tiene "suerte" se "rozan e integran el paisaje interior".
La poeta sudamericana ha reconocido que del arte de Oriente, "liso y llano", fluyeron vías que "nutrieron" su interés por el arte, la historia y la imaginación y que cayó en el encanto de Lorca por su "poder hipnótico".
Ha dicho que las obras de Federico conquistaron a cientos de lectores mientras otros como "Neruda o Machado" recordaban una España dispersa "cuyos males nos angustiaban".
La autora ha tenido la "imprudencia" de escribir un poema a Granada después de haber caminado por Granada, de la que ha reconocido que "se busca por el mundo la gracia, huellas, centelleos, inundación, desplome y lo buscado yace cubierto de habidez".
Momento de la intervención de Ida Vitale ante el auditorio. Foto: Álex Cámara
Lecciones para no olvidar "nunca"
“Si hoy somos lo que somos es porque hemos tenido la suerte de leerte a ti, a Cadenas, a Guillén, a Pacheco, a González”. Así ha arrancado su intervención el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, quien ha resaltado que "todos los ojos de la cultura de España fijan sus pupilas en nuestra ciudad" con motivo de este galardón.
De este modo, el regidor ha asegurado que "hoy somos más libres, más conscientes de las realidades de un mundo que, a pesar de su manifiesta crueldad, nos sigue dibujando paz y sonrisa a través de la poesía”.
Cuenca ha tejido nexos de unión entre Ida Vitale, Federico y Granada: “García Lorca, quien nunca se terminó de ir, quien siempre ha estado con todos, a pesar del silencio y la herida, sigue regalando preciosos dones a esta Granada con la que tanto tuvo, a la que tanto dio, con la que tanto porfió”.
“Es Lorca, querida Ida, quien te envuelve en papel de regalo para dejarte entre nosotros, activa y vigorosa, dándonos lecciones de vida y de humildad que, nunca olvidaremos quienes hemos tenido la enorme suerte de conocerte”.
Previamente, en su intervención, la consejera de Cultura de la Junta, Rosa Aguilar, ha recordado que las trece ediciones del galardón ha distinguido en su trayectoria a "grandes figuras" que llevan su nombre con el de Federico García Lorca.
"Se trata de una mujer que esa entrega en la búsqueda de la palabra tiene mucho que ver con su vocación de encontrar la mejor manera de comunicar y transmitir sentimientos a los lectores", ha dicho la titular del área de Cultura de la administración autonómica.
Es necesario, ha continuado, que la literatura permita "acercarnos a os demás" y "tender puentes entre las personas", algo a lo que contribuye el Premio Lorca porque "da a conocer lo mucho y bueno que desde diferentes países se aporta a la cultura".
El presidente de la Diputación, José Entrena, ha afirmado que es "un honor" recibir a Ida Vitale y formar parte del reconocimiento que la ciudad le otorga en el Centro Lorca: "Un espacio que hace de Granada un lugar mejor, una ciudad y una provincia que homenajea a Lorca".
"Trabajamos para darle a este lugar la dimensión que merece", ha afirmado Entrena, que ha destacado que el "trabajo, trayectoria e inmenso talento" encajan "como un guante" en el galardón que recibe la poeta.
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