El artista Andrés Monteagudo "dialoga" con la obra de José Guerrero en su última exposición
'Intrusos' es la cuarta entrega de la serie 'La Colección del Centro vista por los artistas' y puede visitarse hasta el 23 de septiembre en el centro de la Diputación
Andrés Monteagudo, junto a una de sus creaciones. Foto: Dipgra
El artista Andrés Monteagudo (Granada, 1970) ha sometido la obra de José Guerrero al filtro de su vieja obsesión por los espacios marginales de la arquitectura, en particular las grietas, agujeros y fisuras que se producen en los elementos estructurales y constructivos.
Con tal fin, ha llegado incluso a documentar las grietas del óleo y el lienzo de los cuadros del pintor granadino, ha jugado con su conocido 'Autorretrato' de 1950 y ha situado estratégicamente sus esculturas y vídeos en todos los rincones del museo.
La diputada provincial de Cultura, Fátima Gómez, ha señalado que "se trata de una propuesta muy particular, que en buena medida es producto de una incomodidad, en la cual Monteagudo aparta la mirada del centro del escenario e indaga, con una mirada casi entomológica, hacia sus márgenes".
Gómez ha recordado que "esta exposición responde a un motivo recurrente en su obra, una obsesión de la que ya presentó una versión anterior en la muestra que preparó para la Sala Baja del Palacio de los Condes de Gabia hace 18 años, titulada 'Metecos', y que servía, como ahora, para nombrar la extrañeza y todo lo que trae aparejada: la exclusión, la desconfianza, el miedo".
La concejal de Cultura de Granada, María de Leyva, ha destacado la importancia de hacer dialogar a los artistas jóvenes con José Guerrero.
El propio Monteagudo ha confesado que es "escultor y minimalista y que ha estudiado y admirado a Guerrero", pero solo le une a él el haber nacido en Granada.
Respecto a su propuesta, ha admitido que "parte de un planteamiento en forma de metáfora puramente plástica, de su obsesión obsesiva por los espacios marginales de la arquitectura, en particular las grietas, agujeros y fisuras que se producen en los elementos estructurales y constructivos".
El artista, convertido en un intruso que indaga en lo que sucede en estos espacios, que se van modificando con el tiempo, traza un paralelismo con la estructura constructiva de las pinturas de Guerrero, creada a base de elementos materiales y sensoriales que igualmente van acusando cambios con el paso del tiempo.
Monteagudo invita al espectador a ser también un intruso u observador de la obra artística, así como a sentirse observado, en un juego que consiste en la invasión de los espacios respectivos.
La planta baja presenta una serie de esculturas antropomorfas construidas a partir de un tronco de madera de chopo del que salen extremidades: piernas, brazos y manos, y que ocupan el suelo, el techo y las esquinas.
En la primera planta, se exponen una serie de cuadros de la Colección de Guerrero, de los que el artista ha tomado múltiples fotografías de detalle buscando las grietas del óleo y el lienzo, resultantes del proceso natural de la materia.
Fotografías de Monteagudo
La segunda planta muestra la instalación de un bosque, realizado con troncos de madera que llevan incrustados un número indeterminado de ojos.
Por último, en la sala mirador hay una serie de retratos fotográficos de Monteagudo en la misma posición que el conocido 'Autorretrato' de José Guerrero de 1950.
La exposición, que puede visitarse desde mañana hasta el próximo 23 de septiembre, es la cuarta muestra, tras la de José Piñar, Jesús Zurita y Paloma Gómez, de una serie titulada 'La Colección del Centro vista por los artistas' en la que jóvenes artistas dialogan con la obra de José Guerrero y revitalizan de esta forma la Colección del Centro Guerrero, dependiente de la Diputación de Granada.
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