El edificio de San Juan de Letrán será custodiado por seguridad privada a la espera de que se acometan obras
Los vecinos sólo pudieron recoger el pasado 2 de diciembre algunos enseres personales y objetos de valor, de modo que la mayoría de sus pertenencias continúan en las viviendas
La Policía Local de Granada dejó de vigilar el edificio a las 21.00 horas del martes. Foto: Álex Cámara
El Juzgado de Instrucción 4 de Granada ha autorizado que la custodia del edificio de la calle San Juan de Letrán de la capital quede en manos de una empresa privada mientras los propietarios acometen las obras que les permitan regresar a sus hogares, tras el incendio que se cobró el pasado noviembre la vida de mujer de 73 años y provocó 32 heridos.
La Policía Local de Granada dejó de vigilar el edificio a las 21.00 horas del martes en virtud de una providencia de este juzgado y, según han informado fuentes de este cuerpo, a partir de ahora será una empresa de seguridad privada que han buscado los propietarios la que se haga cargo de esta labor.
Los vecinos sólo pudieron recoger el pasado 2 de diciembre algunos enseres personales y objetos de valor, de modo que la mayoría de sus pertenencias continúan en las viviendas, algunas de las cuales no cuentan con puertas y ventanas por el incendio y las labores de extinción.
El fuego, declarado el pasado 25 de noviembre, habría tenido su origen en la primera planta del edificio, desde donde se extendió hasta la séptima, ardiendo las paredes, ya que el edificio estaba forrado de duelas de madera barnizada que contribuyeron a que se propagara con rapidez. Afectó a 25 pisos, algunos de los cuales quedaron calcinados, generando daños cuantiosos en la primera, segunda, tercera y cuarta planta.
Ahora serán las compañías aseguradoras las que deberán evaluar y cuantificar los desperfectos de cara a acometer las obras necesarias para que los inquilinos puedan habitar de nuevo los inmuebles.
La investigación judicial sigue abierta y pendiente del informe sobre los resultados del cromatógrafo para el análisis químico de los restos del fuego, al objeto de saber si se pudieron utilizar acelerantes que apuntaran a un posible origen intencionado, según han informado fuentes cercanas a la investigación.
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