jueves 28 marzo
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El reto de romper otro muro a domicilio

El Granada CF tiene que cumplir como visitante para tratar de mantener el buen ritmo en Los Cármenes · El año pasado sólo se ganaron tres de veintiún partidos lejos de casa

Adrián Ramos regresó como titular al Granada CF en Reus hace un año, donde el Granada CF empató a cero. Foto: La Liga 1|2|3

Después del festín en casa ante el Córdoba el Granada CF regresa a domicilio para medirse al Reus este domingo (12.00 horas), un encuentro que ha de suponer el derribo de un muro que el año pasado lastró a la plantilla dirigida por hasta tres equipos diferentes.

El conjunto rojiblanco sólo cosechó tres victorias de 21 posibles lejos del Nuevo Estadio de Los Cármenes, lo que impidió situarse en la zona alta con solvencia y mantener las opciones ya no sólo de ascenso directo, sino de estar entre los seis mejores para disputar la promoción de ascenso.

El Granada CF sólo ganó sus partidos ante el Numancia y el Alcorcón (de forma consecutiva) y ante el Córdoba, en una de las últimas balas que le quedaba a José Luis Oltra para mantenerse en el cargo. El resto de encuentros se contabilizaron por empates o derrotas y dejaron al club granadino con sólo 15 puntos de 63 posibles, pues además logró seis empates.

Esto hizo que en la clasificación como visitante los rojiblancos sólo fueran mejores que tres de los cuatro descendidos en esta faceta: Cultural Leonesa, Sevilla Atlético y Lorca.

El reto que tiene Diego Martínez ahora es cosechar la segunda victoria a domicilio de la temporada. Al contrario que el año pasado, la primera llegó en la cuarta jornada de Liga ante el Extremdura, tras vencer por 1-3 en Almendralejo.

La última y única derrota por ahora ante el Deportivo trajo consigo algunas carencias o errores cometidos por la plantilla granadina, al plantear un partido contemplativo en el primer tiempo para buscar el triunfo en el segundo, aunque un penalti cambió el guión.

El propio Diego Martínez sabe de la importancia que supone ganar lejos de su estadio, pues el año pasado en Osasuna se convirtió en el segundo mejor visitante sólo por detrás del Rayo Vallecano, que subió de forma directa, y un punto por encima del Huesca, que siguió el mismo destino que los madrileños.

Entonces con Osasuna sumó ocho victorias lejos de El Sadar y siete empates y sólo perdió seis encuentros de 21 posibles, en los que además el bagaje goleador fue de 17 a favor y 12 en contra.


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