jueves 28 marzo
Área Metropolitana  |   | Redacción aG

Intervenidas cerca de mil plantas de marihuana en una vivienda de Cájar

Dos personas han sido detenidas por los delitos de cultivo de droga y defraudación de fluido eléctrico

La Guardia Civil ha culminado la 'operación Hortelano' contra el cultivo ilegal de droga y la defraudación de fluido eléctrico, con la detención en Cájar de una pareja, 26 años ella, 34 años él, ambos con antecedentes policiales, por los delitos de defraudación de fluido eléctrico y contra la salud pública; y con la intervención de 960 plantas de cannabis sátiva.

En esta operación como en otras se ha contado con la colaboración de los técnicos de la empresa Endesa. La eléctrica y la Guardia Civil colaboran de forma permanente en la detección de anomalías en la red eléctrica con el fin de garantizar no sólo el suministro para el resto de ciudadanos, sino también su seguridad.

Después de varios días vigilando un chalet de grandes dimensiones de los detenidos, los agentes de la Guardia Civil de Maracena confirmaron las sospechas que tenían sobre la posible existencia de una gran plantación de marihuana en su interior y solicitaron autorización judicial para realizar un registro domiciliario.

Al realizar el registro los agentes descubrieron 960 plantas de cannabis repartidas entre diversas habitaciones del bajo de la vivienda y totalmente adaptadas para el cultivo de marihuana, además de gran cantidad de focos, varios aparatos de aire acondicionado y extractores de aire con filtro de carbono.

Al igual que en otras ocasiones la vivienda contaba para el abastecimiento de electricidad con una acometida ilegal a la red eléctrica.

Esta situación de fraude masivo provoca un riesgo para las personas, no solamente para quién realiza la manipulación, sino que también expone a terceras personas, puesto que las instalaciones quedan desprotegidas pudiendo provocar  las siguientes situaciones de riesgo eléctrico. Además de riesgo de electrocución a las personas por contacto directo durante la manipulación de cableado sin equipos de protección adecuados ni realizado por personal debidamente formado y autorizado; riesgo de deflagración por sulfatación de cables al ser perforados por efecto de la humedad; y sobrecargas de red que provocan grandes caídas de tensión y actuación de protecciones impidiendo suministrar energía eléctrica en las condiciones de calidad exigidas por la normativa sectorial vigente; entre otras.

Es por esto por lo que, una vez que constatamos el fraude en el suministro, se corta inmediatamente el fluido eléctrico, como medida preventiva, ante posibles riesgos.

Estas instalaciones fraudulentas no homologadas pueden provocar graves incendios que pueden afectar a terceros.

Durante 2016, se habían producido un total de 36.701 interrupciones de suministro en todo el año. La  gran mayoría de estas interrupciones estaban provocadas por el funcionamiento de los elementos de protección de las instalaciones, que  para evitar daños mayores, desconectan las redes cuando detectan sobrecargas o anomalías.

En la mayoría de los casos, estas sobrecargas  tienen su origen en clientes conectados ilegalmente a las redes, siendo especialmente significativos los casos de plantación de cannabis en interior de viviendas.

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