Joselu versus Joselu
El futbolista onubense lucha mentalmente por desterrar el malestar por su sequía goleadora · El año pasado llevaba a estas alturas cuatro goles más
El delantero del Granada CF Joselu Moreno se lamenta en una de las ocasiones falladas el pasado sábado. Foto: Álex Cámara
La (escasa) celebración del gol anotado por Joselu Moreno en el partido del pasado sábado del Granada CF ante el Real Oviedo volvió a poner de manifiesto que el futbolista onubense no se conforma.
El delantero rojiblanco reconoció en zona mixta que estaba cabreado y enrabietado por dentro después de anotar la tercera diana de la temporada, aunque es una sensación de malestar contra la que lucha constantemente.
El propio jugador dijo no merecer los aplausos de la afición y volvió a incidir en el mensaje de que ha sido fichado para marcar goles, por lo que lejos de triunfalismos por ver portería su lucha constante para reducir la autoexigencia sigue en su mente.
Parte de su malestar mental quizás radique en que Joselu Moreno ha marcado esta campaña tres goles en nueve partidos jugados, por los ocho que anotó a estas mismas alturas de la temporada pasada con un partido menos.
La comparativa, que es más que odiosa para el andaluz, no tiene sentido teniendo en cuenta que los estilos de Lugo y Granada CF son totalmente distintos y que el equipo gallego inició el campeonato de forma espectacular, al no perder un partido en las nueve primeras jornadas.
Adaptación
La gran duda en la entidad rojiblanca es si Joselu debe adaptarse más a lo que pueden ofrecerle sus compañeros de equipo o, por el contrario, es el equipo el que ha de adaptarse más a las necesidades del delantero.
Por lo pronto en el choque ante el Real Oviedo cambiaron dos aspectos. Los extremos y el centro del campo, fundamentalmente en la primera parte, buscaron con más ahínco a Joselu Moreno y que este ganase la espalda más a la defensa sin conseguirlo.
Además, el futbolista se dosificó mucho más sobre el terreno de juego y evitó carreras y acelerones innecesarios para presionar la salida del balón del rival. No hay que olvidar que el futbolista también estaba agotado después de haber jugado 180 minutos en solo tres días, motivo por el que pidió el cambio a Oltra.
Este sábado Joselu tiene la oportunidad de seguir desterrando la idea de que sin goles no hay paraíso, pese a que se mide a un rival al que ha hecho cuatro tantos en su carrera, el año pasado en el Lugo, tres.
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