viernes 29 marzo
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La última retrospectiva de Luis Gordillo, en el Palacio de Carlos V y el Centro José Guerrero

La muestra 'Confesión general' resume las seis décadas creativas del artista sevillano, a través de un recorrido de 200 obras

El artista sevillano ha presentado la muestra este jueves. Foto: Dipgra

La exposición 'Confesión general' del sevillano Luis Gordillo propone un recorrido cronológico por las sucesivas etapas del artista, desde finales de los años cincuenta hasta sus obras más recientes.

En ella se ponen de relieve sus metodologías de trabajo como son la serialidad, el dibujo como vertebrador de su producción o el uso a la vez experimental y documental de la fotografía.

La exposición se articula en Granada en dos sedes. Una, en el Centro José Guerrero, donde se presentan las etapas iniciales hasta finales de los años setenta, y otra en el Palacio de Carlos V de la Alhambra, con los trabajos de los años ochenta a la actualidad.

La muestra está coproducida por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Centro Galego de Arte Contemporánea, el Centro Koldo Mitxelena Kulturunea, el Patronato de la Alhambra y Generalife y el Centro José Guerrero de la Diputación de Granada.

Tras las exposiciones retrospectivas en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, en 1999 y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en 2007, se pretende que esta sea la exposición más importante que desde entonces se haya organizado sobre una visión en conjunto de la obra de Luis Gordillo, uno de los artistas españoles más conocidos y valorados, que cuenta con, entre otros, los galardones Premio Nacional de Artes Plásticas (1981), Premio de Andalucía de Artes Plásticas (1991), Medalla de Oro de las Bellas Artes de Madrid (1996) y Premio Velázquez (2007).

Además, Gordillo es Hijo Predilecto de Andalucía. La muestra ha podido verse en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), el Centro Koldo Mitxelena Kulturunea (San Sebastián) y el Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago de Compostela).

La diputada de Cultura, Fátima Gómez, ha recordado que la Diputación de Granada no es la primera vez que acoge una exposición de Gordillo, porque ya pudo verse en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia una retrospectiva en 1994, hace, por tanto, más de 20 años”.

Además de aquel precedente, el artista está representado en la colección de arte contemporáneo de la institución provincial con un díptico de 1985: La pregunta de la respuesta, y la carpeta de doce litografías Celulario, de 1995, que compone una de las exposiciones itinerantes que la institución pone al servicio de la provincia para la difusión del arte contemporáneo.

Por su parte, el director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández, ha manifestado que “Luis Gordillo es un auténtico maestro y un autentico referente y tenemos la oportunidad ahora de disfrutarlo en el sitio que es referencia de la contemporaneidad, que es el Centro José Guerrero, y en la Alhambra, que ha sido fuente de inspiración, en concreto en el Museo de Bellas Artes, lo que hace que se pueda disfrutar de nuestro patrimonio y de nuestro pasado, como también estar con las ventanas abiertas de par en par a la contemporaneidad y al futuro".

Luis Gordillo ha señalado durante la presentación que “soy sevillano y andaluz, y eso está en mi conciencia, y sin embargo mi pintura no tiene nada de andaluza, sino que mi obra se ha abierto a connotaciones internacionales y he estado desde el principio muy pendiente de la atmósfera internacional y soy de los que piensan que la ortodoxia en arte es la última ola, y que hay que estar pendiente de la investigación, de las novedades, y siento con pena que no es posible estar siempre en la cresta de la ola, sobre todo en las artes plásticas, porque las cosas cambian mucho en solo una década”.

Gordillo (Sevilla, 1934) ha mantenido a lo largo de toda su carrera, que sigue activa sesenta años después de sus inicios, una tensión creativa que lo ha convertido en un artista de referencia para la cultura contemporánea y símbolo de la vitalidad de la pintura. Su extensa producción se ha caracterizado desde siempre por hacer más complejas las categorías estéticas y los problemas derivados del ejercicio y la reflexión de una disciplina que ha llevado más allá de los marcos preestablecidos, enriquecida con todo tipo de influencias.

Cabezas, peatones y automovilistas

Dentro del Centro José Guerrero, la planta baja se organiza alrededor de un nutrido conjunto de cabezas de mediados de los sesenta, emparentadas con el pop británico. En la primera planta prosigue su investigación con los tricuatropatas, los peatones y los automovilistas, series en las que Gordillo asienta un lenguaje personal en el que coexisten elementos figurativos y geométricos.

La segunda planta subraya el trabajo con la fotografía, que en los años setenta sería fundamental, con obras como La sirenita y Secuencias edipianas. La sala mirador, por último, funciona como un flash-back, un salto en el eje temporal hacia los inicios de Gordillo, que dialogan por primera vez con el otro pintor reivindicado por la joven generación plástica española de finales de los setenta y los ochenta: José Guerrero.

Los dibujos automáticos de finales de los años cincuenta del sevillano, que registran su conexión con el informalismo de sus comienzos en París, comparten el espacio con las bioformas que el granadino alumbró apenas unos años antes en Nueva York. En el Museo de Bellas Artes del Palacio de Carlos V de la Alhambra, se recogen los últimos trabajos de Gordillo, desde los años ochenta a la actualidad.

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