viernes 19 abril
ASÍ ES MI ALCALDE - PULIANAS  |   |

"Sería una gran satisfacción irme con el proyecto de Ikea cumplido"

Rafael Gil, alcalde de Pulianas, dice que como regidor se exige mucho y que "casi nunca" tiene tiempo "de echarle una flor a nadie"

El alcalde, Rafael Gil, en un momento de la entrevista con 'ahoraGranada'. Foto: Álex Cámara

El alcalde, Rafael Gil, en un momento de la entrevista con 'ahoraGranada'. Foto: Álex Cámara

Rafael Gil es un alcalde ocupado, que además asegura que es "secretaria" de sí mismo. De hecho, la entrevista se ve interrumpida en hasta al menos cinco ocasiones por llamadas telefónicas o a su despacho. No obstante tiene la paciencia para hablar de pasado, presente y futuro del pueblo que gobierna desde hace tres mandatos. Con la incógnita de si repetirá en 2015, también capea la situación sobre Ikea, que tiene a este pueblo del Cinturón en el mapa industrial granadino. Así es el alcalde de Pulianas.

Pregunta.- ¿Cómo se veía la vida de Pulianas desde la Urbanización La Joya a la que usted llegó hace 20 años y cómo se ve desde el Ayuntamiento ahora?

Respuesta.- Cuando vine la primera vez en 1995, cuando compramos una pequeña propiedad. Vinimos aquí la familia porque en Granada nunca he reparado tener propiedad y vinimos a conocer una zona de expansión, que tenía una vinculación La Joya con la Universidad, hubo una promoción que se iba a proponer a profesores de la Universidad. Entonces le puse a Pulianas la ciudad sin luz, porque al entrar al pueblo por la avenida que da su nombre hasta el Ayuntamiento no había ni farolas. Ni una en toda la carretera. Me di cuenta que tenía pocas luces y poca ley, en el sentido de proyecto de futuro. No quiere decir que ahora seamos el espectro de desarrollo y que estaba muy cerca de Granada pero muy lejos de la modernidad. Ni el instituto estaba en condiciones, ni había centro médico, ni había guardería o zonas ajardinadas. No había zonas de esparcimiento, ni un urbanismo muy antiguo. Desde entonces para acá ha sufrido una gran transformación.

P.- ¿Cómo ha sido esa transformación?

R.- Se ha ordenado el espacio urbano. Ahora mismo hay un PGOU que se adaptó a la Ley de 2003. Eso ha servido para que creciéramos en suelos urbanizables para hacer realidad Kinépolis o los parques comerciales que están alrededor o los que esperamos que algún día se inicien. Son zonas de expansión que se han ido generando. Era un pueblo demasiado cercano a Granada que no tenía el bienestar o empuje necesario.

P.- ¿ Por qué?

R.- Durante un tiempo estuvo un médico o enfermero de alcalde y el centro médico era una habitación de 20 metros cuadrados, donde estaba los dispensarios, la enfermería, el médico y todo. Y ahora mismo tenemos un centro médico ejemplar para una ciudad de 120.000 habitantes, cuando tenemos más de 5.000. La transformación y el modelo de ciudad y crear unas sinergias para favorecer . Suelo dedicado a la agricultura ya no hay cercano a Granada, entonces tenemos un potencial que es la ubicación privilegiada que tiene Pulianas, que está bien conectado tanto por autovía como hacia Jaén o Madrid. Había iniciado antes del 90 una expansión industrial y comercial que es la zona pegada a la autovía, pero solo ese escaparate. La realidad es que todo lo que hay detrás, casi un millón de metros para todo lo comercial, y tenemos una vía de futuro donde se pueda encontrar.

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Llegó hace casi 20 años a la Urbanización La Joya de Pulianas, entonces, vinculado a la Universidad, no auguraba que dos décadas después acabaría siendo alcalde del pueblo donde decidió residir. Próximo a Granada capital, reconoce de la necesidad que tenía la localidad de ganar en calidad de servicios públicos. Pasó a ser concejal en la etapa 99-03 y entonces logró victoria electoral por mayoría absoluta en dos ocasiones. En la tercera, en 2011, tiene un acuerdo programático con IU que le garantiza la gobernabilidad. A todo ello hay que añadir que fue socio fundador de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, de la que actualmente es presidente.

Es cierto que la coyuntura no es la más favorable, pero desde 2005 a 2015, en la primera etapa, podemos decir que tenemos un parque comercial muy atractivo. Creas sinergias. Donde hay una base ya viene y va a llamar a otros industriales y de hecho es lo que está ocurriendo con Kinépolis, Alameda o todo lo que pega a la autovía se va a modificar. Después los suelos con dos o tres planes parciales con cerca de 300 o 400.000 metros preparados para una segunda fase.

Es un pueblo que estaba demasiado adormecido ha creado una buena gestión urbanística que es la que nos ha generado ingresos que podamos gastar. Por ejemplo, estoy muy orgulloso de que pocos pueblos en un año hiciéramos un centro médico cuando entramos y lo adelantamos nosotros. A mí me enorgullece. Me ha merecido la pena. Lo hicimos a pulmón. Gestionamos un instituto nuevo. Hay que añadir que terminamos la Casa de la Cultura, unas zonas deportivas de expansión... En muy poco tiempo hemos hecho lo que deberíamos hacer. Uno hace balance. No sé lo que pasará en un futuro. En tiempo largo de estos 15 años, lo que son las grandes conquistas sociales como salud, educación, cultura, infraestructuras o servicios públicos hemos hecho una barbaridad. Uno se siente satisfecho. Es cierto que todo esto no lo hace solo un Ayuntamiento, sino con colaboraciones de otras administraciones. Creo que la gestión ha sido buena. Hay todavía muchas deficiencias que no dependen de nosotros. Es cierto que la crisis económica ha ralentizado la obra.

P.- Y tras todo esto, ¿qué queda por hacer?

R.- Queda mejorar la vida ciudadana pasa por hacer algo que hemos hecho los pueblos mal. Terminar el ciclo integral del agua, me preocupa mucho el tema de los vertidos. Ahí hemos demandado mucho a la Junta que inicie las obras y las financie. Desde 2006 hay 160 millones de euros para hacer las depuradoras y llevarlo de los pueblos al final. Los pueblos del área metropolitana tenemos la obligación de tener recogidas saneamiento por un lado y aguas pluviales por otro, que crean vertidos que ahora mismo son irregulares. Ese todavía está en un debe. En el futuro quisiera que, el único equipamiento que no está totalmente a mi exigencia, es un buen polideportivo con una piscina. Hemos hecho un esfuerzo de un millón de euros en el campo de fútbol nuevo. La exigencia que yo me voy a esta tercera legislatura. Voy al instituto una vez al mes y me piden la piscina. Es una de las cosas que hemos ido prometiendo mal y si algún día tengo oportunidad diré que priorizamos. Hemos cometido muchos errores alcaldes de todas las tendencias en crear infraestructuras que después no se sustentan financieramente.

P.- ¿Desde cuándo está en esta mesa el mapa urbanístico de Pulianas?

R.- Desde que se aprobó, el 27 de junio de 2004.

P.- ¿Y usted se lo sabe de memoria?

R.- Me lo sé de memoria, exacto.

P.- Mientras me contesta a las preguntas no para de mirar el mapa.

R.- Sí, es cierto (risas). Intento ser lo más o menos pedagógico para alguien que no lo entienda. Lo hice así, porque el 90% de los problemas del municipio se resuelven en esta mesa y nos ayuda. Es una forma de trabajar.

P.- ¿Es la Pulianas de este mapa la que usted quería cuando entró como alcalde?

R.- En parte sí. Las infraestructuras educativas, sociales... Se ha mejorado una barbaridad. Lo que ocurre es que soy muy exigente, me autoexijo y casi nunca tengo tiempo de echarle una flor a nadie. Ahora lo voy corrigiendo con la edad. Considero que cuando se tiene más dificultad hay que ayudarnos más. Cuando se tiene dinero se puede tener la ilusión y la ejecución inmediata y ahora el problema es que es muy difícil de gestionar porque no sabes si acertar qué es lo que realmente tenemos que hacer. Si dar de comer a la gente o qué.

Hemos dedicado mucho dinero a fiestas, ahora mismo no dedicamos ni el 20% de hace cinco años con el cabreo sustancioso del concejal de turno. Lo de dar de comer no estaba previsto en mi etapa de hace diez años, pero ningún alcalde y menos un pueblo que tiene muy limitados los recursos. Hace diez años el proceso de selección del PER de 15 personas nos veíamos mal, porque ninguno quería trabajar porque todos tenían chapuzas. Ahora es al revés. Los 40 que vienen seleccionados quieren trabajar. Esa realidad es una realidad que la ves nuevas. No es la que quisiera.

Nadie se esperaba en 2008 este batacazo en un país que sabemos que tenía problemas, especialmente porque no tenemos infraestructuras industriales. Se nos va la construcción y no tenemos nada. Hay mucha gente que no tiene formación o ya tiene edad que no se puede reciclar. Ese corte de realidad tan inmediato nos ha hecho ver que no era la Pulianas que uno se esperaba. La realidad te hace ver que a lo mejor nos hace reaccionar en los gastos. No es lógico que todos los pueblos tengamos una piscina olímpica o un polideportivo de césped. Hay otras inversiones que tendríamos que coordinar. Tras casi 12 años de alcalde me deja un poco sinsabor.

P.- ¿Son los alcaldes los personajes o gestores públicos más maniatados ahora mismo?

R.- Totalmente. No digo que sea totalmente malo. Ha habido otras épocas en las que yo quería gastar y se gastaba. Ahora los dos últimos años ha sido una ridiculez, pero un destornillador si lo compramos debemos comprobar si hay consignación presupuestaria. Se va descontando. El control realmente del gasto lo hace la intervención del Estado. Los interventores desde 2011, sobre todo desde la primera Ley de Racionalización, rinden cuentas al ministro de Economía, no al alcalde. Cada dos meses debe emitir informes diciendo cuántas facturas han entrado, si hay o no consignación. Un control exhaustivo. Al mismo tiempo, como hay mayor necesidad vitales hay muchos administrativos o funcionarios que no están en el día a día de la gente. Pero ellos solo dicen que cumplen sus obligaciones y es que no se gaste sin consignación. Cualquier gasto debe estar sustentado en un ingreso.

Gil evita las respuestas directas sobre los plazos y tiempos de Ikea. Foto: Álex Cámara

Gil evita las respuestas directas sobre los plazos y tiempos de Ikea. Foto: Álex Cámara

P.- El hecho de que se produzca ese control, ¿es acabar con la presunción de inocencia financiera de todos los ayuntamientos?

R.- Hay una normativa que empezó en 2011 y ha terminado con la nueva normativa que está recurrida y la frenará el Tribunal Constitucional. Nos ha maniatado tanto a los ayuntamientos, sobre todo los pequeños. Digamos que aquí no cobramos por la limpieza ni cuidar los jardines, todos los gastos deben estar compensados con unos ingresos. Pues bien la limpieza y la jardinería son dos de los servicios que no se cobran y van en una bolsa de los ingresos generales y se distribuyen. Lo que quiere decir que si los ayuntamientos no tenemos otra base de ingresos llegará el momento que para prestar un servicio será más barato que lo preste la Diputación.

Es decir, si el Ayuntamiento no tiene ingresos suficientes debe dejar de prestarlos y lo hará una empresa provincial a economía de escala. Eso va en contra de la autonomía local, de las competencias o de la proximidad. No creo que una empresa nos recoja y nos limpie como lo hacen nuestros trabajadores. Está bien coordinar las grandes infraestructuras, pero los servicios públicos de proximidad debemos dedicarlos aquí. Pensarlo y gestionarlo desde aquí. Eso se nos ha cortado. Se va a crear una economía entre los ayuntamientos y la Diputación, empresarial, que no tendrá competencias el consistorio. Vamos a quedar los alcaldes para abrir los cementerios e ir a las procesiones al lado del cura.

P.- ¿Y a usted le quedan ganas para ir al lado del cura en las procesiones?

R.- Por obligación institucional siempre estoy al lado del cura. Además, nos lo pasamos muy bien porque además contamos muchos chistes (risas). Me niego para estar aquí así. Me siento ahora mismo inútil porque hay menos para gastar. A veces tenemos la sensación de no saber qué hacer. Quiero estar en un sitio donde se pueda proyectar el futuro con las limitaciones del presente. Ahora mismo hay alcaldes que se están dedicando a gestionar el banco de alimentos. Para eso no está el alcalde.

P.- ¿Usted es más alcalde de Pulianas o de Pulianillas?

R.- Yo debo serlo de los dos y de La Joya.

P.- ¿Cuántas noches de sueño le ha quitado el PPI03?

R.- (risas) Ya entramos en la pregunta clave. Hasta 2008 lo que me ha dado muchas ganas y muchas energías positivas. Desde entonces para acá me ha quitado muchos días de sueño.

P.- ¿Y se lo sigue quitando?

R.- La realidad es que es un proyecto que en 2008 podía estar hecho. El 26 de septiembre de 2008, que ya había ganado Zapatero y que no se hablaba de crisis, y a mí me dijeron en esa fecha el presidente del grupo empresarial Sonae, que es el que tiene el primer proyecto de Ikea, me dijo en Málaga: "Alcalde, no va a haber Ikea y Sonae en su pueblo", augurando la crisis económica. Ellos tenían todos los proyectos que estaban en la fase de finaciación, que dependían de la banca alemana, cuya crisis fue antes. Les habían cortado el grifo. En aquel momento teníamos todo el planeamiento aprobado, como ahora, y la fase siguiente era en 2009 empezar a construir para en 2011 estar abierto. Esa primera etapa fue frustrante. En 2010 nació otro proyecto que es el que está a punto de irse o de quedarse. Esa es la fase que es totalmente distinta. El proyecto casi tiene que salir, porque hay una lógica administrativa, creo.

P.- ¿Cuándo va a empezar el proyecto Ikea entonces?

R.- El proyecto va a empezar, pero no sabemos cuándo.

P.- ¿No lo sabe o no lo quiere decir?

R.- (risas) No lo puedo decir. Sé más o menos cuándo se puede decir o anunciar. Cuando se anuncie a lo mejor yo seré alcalde. Con eso ya estoy dando una clave, pero no lo voy a ver empezar porque si no me presento...

P.- Entonces, usted no se presenta en 2015.

R.- (risas) No lo sé tampoco. No me pregunte cosas que no debo de decir. Le voy a contestar indirectamente. Sería una gran satisfacción irme con eso cumplido.

P.- Por lo menos empezado.

R.- Al menos que se ha anunciado y que se dicen cuáles son los plazos, dos años desde el día que se ponga la primera piedra.

P.- ¿Cuánta gente le ha llamado preguntando por Ikea?

R.- Muchísima gente.

P.- ¿Usted es consciente de la repercusión que tiene el proyecto?

R.- Ya. He sido el alcalde de Ikea y esto es como Pedro y el lobo, llegará el día que no se lo crea nadie. Muchas veces las familias. No depende ni del Ayuntamiento ni del alcalde, pero en cierta manera, cuántas veces ha salido.

P.- ¿Ve al lobo venir de lejos?

R.- Quiero ser muy prudente. Hasta ahora he visto que se han ido dando pasos pero puede llegar un momento en que los obstáculos sean mayores y se pierdan. He pensado seriamente que el proyecto se iba. Sería una oportunidad más perdida por Granada y sería reprochable. Todos tendríamos que decirnos que hemos fracasado. Este expediente está ahora mismo para que si mañana dicen que quieren empezar lo hagan en dos o cuatro meses tras reformar una parte.

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