Una academia deportiva en Camerún que crece desde Láchar
Raphael Ngunana, vecino del pueblo metropolitano y promotor de una escuela de fútbol en Mbankomo, viaja hasta su país natal para llevar ropa y material deportivo a los más de 60 niños y niñas que se forman en ella
Raphael, de rojo, explica a los niños los ejercicios a realizar durante la sesión de entrenamiento. Foto: aG
Hace tres años, un vecino de Láchar daba vida a un proyecto deportivo en Camerún, su país natal, con la intención de que los jóvenes de Mbankomo diesen rienda suelta a sus habilidades futbolísticas. Hoy ese proyecto es una realidad.
Raphael Ngunana, ha conseguido levantar una academia de fútbol en la que ya son más de 60 los niños y niñas que aprenden y desarrollan sus aptitudes con el balón. A sus 44 años, y tras más de dos décadas residiendo en la localidad metropolitana, este entrenador de fútbol ha vuelto a volar en junio hasta el pueblo camerunés para, en esta ocasión, conseguir un campo de fútbol propio donde los chicos puedan entrenar todos los días, así como garantizar que la escuela siga abierta.
La academia, que sirve no sólo para fomentar el deporte entre los más pequeños de este país del África central, sino también para ofrecerles la oportunidad de tener un lugar donde aprender, ha abierto sus puertas este año a las niñas y ya son 18 las que se han apuntado a esta iniciativa. "De hecho, hay una chica de 12 años que vendrá a Granada a hacer una prueba y si sale bien se quedará aquí porque es una de las que despunta", explica ilusionado este entrenador lachareño.
Los alumnos de la academia deportiva de Camerún posan con las equipaciones de Intersport Santa Fe. Foto: aG
Como en todos sus viajes, Raphael y su inseparable compañero y miembro de la Federación Andaluza de Fútbol, así como un preparador físico, no llegaban con las manos vacías. Las equipaciones y el material deportivo que durante un año han conseguido reunir con la solidaridad de establecimientos como Intersport Santa Fe y la Agencia de Autobuses Ángel Herrera, llenaron de ilusión los ojos de los niños y jóvenes que los esperaban con los brazos abiertos.
El objetivo ahora es continuar en la búsqueda de todo tipo de ayudas de las administraciones para dar impulso y mantener a flote esta escuela, que en la actualidad cuenta con tres entrenadores que están con los más pequeños durante todo el año.
Un viaje que para Raphael tiene mayor significado si cabe, puesto que cada año vuelve al lugar donde nació con la intención de ayudar y ofrecer oportunidades a jóvenes talentos, que crecen con un impulso llegado desde el Área Metropolitana de Granada.
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