'Abanicos de colores'... en el vestido de La Tarasca
Miles de personas han tomado el centro de Granada para ver de cerca el desfile de la Pública de las Fiestas y disfrutar de las charangas y los tradicionales gigantes y cabezudos
El desfile ha reunido a miles de personas a pesar del calor. Fotos: Álex Cámara
En el centro de la Plaza del Carmen, escoltada por los gigantes, La Tarasca esperaba su momento ante la atenta mirada de miles de granadinos y visitantes que no le quitaban ojo. Con un vestido inspirado en los años 50, de seda bordada, colores y estampado muy primaveral y representando un abanico, la Pública de las Fiestas ha esperado paciente y bajo un sol de justicia, a dar, como cada año, el pistoletazo de salida a los días grandes del Corpus 2014.
Antes, en el interior del Ayuntamiento, los encargados de vestirla, peinarla y maquillarla, recibían de manos del alcalde en funciones, Juan Antonio Mérida, una placa en la que se reconocía su trabajo. Labor que como ha señalado Mérida "es digna de homenajear porque La Tarasca es un elemento de referencia no solo del Corpus, sino también de la ciudad".
Por su parte, la diseñadora, María Isabel Penela ha hecho hincapié en que se ha querido mostrar la moda andaluza con un traje pensado y diseñado para La Tarasca. "En él se plasman las tendencias de la temporada, colores como el verde agua, estampados florales, seda bordada que representa los abanicos tan de nuestro Corpus, y la fiesta de los toros con esa línea evasé que hace la forma del capote de un torero de los años 50", ha explicado Penela al tiempo que ha asegurado estar preparada para todo tipo de críticas porque la va a ver mucha gente y "cada uno opinará algo diferente".
En cuanto al peinado, se ha hecho en base al vestido, años 50 pero con un toque racial, torero y muy granadino. Apostando esta vez por un color novedoso y de moda como es el chocolate. Mientras que para el maquillaje han tomado como base las tendencias del verano 2014, elegiendo colores en función del vestido como el el verde agua para los ojos y el coral para los labios.
Una vez entregadas las placas, el desfile de La Tarasca ha comenzado precedido por el ritmo y el color de las charangas, los saltos y los bailes de los cabezudos y la mirada atónita de los más pequeños que no dejaban de pedir a sus padres y abuelos seguir el camino detrás de ellos.
En el tradicional recorrido, Reyes Católicos y Gran Vía congregaron a miles de curiosos e incondicionales de la Pública de las Fiestas, mientras otros esperaban, bajo las escasas sombras, el paso de la protagonista de este miércoles.
Ya sí que no hay excusa para decir que el centro de Granada, y la ciudad entera, están de fiesta.
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