viernes 19 abril
Magazín  |   |

Amar en tiempos de Lorca

'Lorca y la Pasión' llega a los Jardines del Generalife para sumergir al público asistente en el amor femenino del universo de Federico · Miguel Poveda acompaña a Marina Heredia en el estreno de un espectáculo que podrá verse hasta el 31 de agosto

Marina Heredia, junto a Juan Fernández 'Farruquito', en una de las escenas del espectáculo. Foto: Álex Cámara

Ella, la pasión, la inocencia, la rabia, la armonía. En ese mar de emociones y sentimientos que sólo es capaz de despertar el amar, ella se convierte en la estrella que guía.

Con nombre de mujer, desde Julieta a Mariana Pineda pasando por Poncia, ellas fueron las protagonistas en la noche en la que Federico resurgió en los Jardines del Generalife. Y todas brotaron en una: Marina Heredia.

La artista granadina fue la pasión en 'El Público' y la cicerone de un rebelde corcel negro, encarnado por Juan Fernández 'Farruquito', así como de toda una cándida "cuadriga" formada por ocho bailarines. A través de bulerías y tarantos, la pasión consiguió .

El amor femenino de una de las historias más conocidas de Lorca llegaba de la mano de la actriz María Alfonsa Rosso. Bernarda, de riguroso luto, entraba al patio de butacas acompañada de sus hijas, mientras Poncia -en la persona de Marina Heredia- la esperaba sobre el escenario. Entre soleá, malagueña y granaína, 'La Poncia' se dio cuenta antes que nadie de la verdad sobre Martirio, Adela y Pepe el Romano. 

Uno de los momentos más esperados de la noche llegaba de la mano de 'Así que pasen cinco años', tercer cuadro en el que Heredia y Miguel Poveda hicieron enmudecer, aún más, la noche en el Generalife. Las voces de ambos cantantes se unieron en 'Aires de Tonás' y 'Sedas de Angustia' con las que hicieron vibrar al público asistente.

Un romance artístico que desencadenó en 'Mariana Pineda', el último cuadro de este espectáculo en el que la cantaora resucitaba a Mariana Pineda para entonar su mensaje de 'Ley, libertad, igualdad'. Los últimos momentos de la granadina de 26 años, que en el siglo XIX fue condenada a muerte por defender la causa liberal, contados entre canciones infantiles, tangos de graná, alegrías, fandangos y petenera.

Un viaje de poco menos de dos horas, en el que el universo lorquiano brotó y envolvió a través de la intensidad de los colores y las formas. Presentes en los vestidos, en las imágenes proyectadas en pantallas multimedia e incluso en el entorno. Todo ello para dar luz, a través del cante y el baile, a uno de los sentimientos más profundos que puede experimentar una persona. Porque como ya dijo San Juan de la Cruz: "El que no ama ya está muerto".

Galería de la noticia

Publicidad

Comentarios

©Queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta noticia sin autorización expresa de la dirección de ahoraGranada

Noticias relacionadas

Publicidad
DÍA A DÍA
Desarrollado por Neobrand
https://ahgr.es/?p=142580