"Atarfe es mucho Atarfe, no somos un pueblo más"
"Víctor Sánchez jamás se ha metido un duro de nadie", dice Tomás Ruiz (PSOE) defendiendo a su predecesor en el cargo, implicado en varios asuntos judiciales
El alcalde de Atarfe, Tomás Ruiz Maeso, en su despacho. Foto: L. F. R.
Con ese orgullo de quien se siente atarfeño de la noche a la mañana, Tomás Ruiz Maeso presume y mucho de todo lo que, bajo su mandato o el de su compañero Víctor Sánchez se ha hecho en la localidad. Atarfe ha crecido mucho estos años y con ello, la capacidad de gestionar y organizar. El regidor municipal sabe que es un periodista el que tiene delante, y por ello procura dejar claro un mensaje: gobernar su municipio es motivo para presumir de ello. Así es el alcalde del sexto municipio más poblado del Área Metropolitana.
Pregunta.- Cuando usted me habla de Atarfe, hay veces que lo hace como pueblo y otras como ciudad, ¿qué palabra es la más utilizada?
Respuesta.- Bueno, es que estamos justo en mitad. Somos ciudad y somos pueblo. Si atendemos a los habitantes reales que tiene la ciudad pasamos los 20.000. Lo sabemos porque los contadores de agua denotan los habitantes que tiene un municipio. Andamos alrededor de 22.000 habitantes reales, pero claro, los que cuentan son los empadronados. En ese tema, como tenemos la cercanía de Granada, estamos a 10 minutos; hay mucha gente a la que no interesa empadronarse porque o trabaja allí o tiene los hijos en algún colegio. Se tiende a eso, a empadronarse en el lugar donde le interesa a cada uno. Estamos tratando de que se empadronen todos los que viven aquí. Lo que tenemos son 18.500 habitantes censados, estamos en puertas de ser ciudad.
P.- En la parte Sur de Granada parece que este 'problema' incide más. Sin embargo, Atarfe es de los pocos pueblos de la parte Oeste del Cinturón a la que le afecta, ¿a qué cree que obedece?
R.- Esto es una realidad. La verdad es que Atarfe en los últimos años ha crecido más que otros pueblos, porque por este proceso de auge del urbanismo, por natural, por cercanía y estratégicamente somos un pueblo muy importante. Luego también tenemos los polígonos, que parece que no, pero es el eje Norte que viene desde Mercagranada y se está convirtiendo en un eje comercial que estamos tratando de fomentar con la creación de nuevos centros y la ubicación de nuevas empresas. Hubo una época en la que le tocó a Albolote. En estos últimos diez años nos ha tocado a nosotros. Como se han mejorado las comunicaciones y las autovías, digamos que el momento del crecimiento en Atarfe se produjo hace unos diez años y ahora se ha reducido por el tema de la crisis. Hemos vuelto a quedarnos colgados. En nuestro caso puede haber unas 1.500 viviendas terminadas y sin ocupar por varios motivos.
P.- Una ciudad, ¿nace o se hace?
R.- Naturalmente se hace. Se hace todos los días a base de mucho trabajo, de una voluntad de ir creando ciudad con los objetivos que tu ideología y tu forma de pensar, sobre todo con razón y un mínimo de cordura, con un equipo de gobierno trabajando por ello y luego un poco viene de donde nos la han dejado los antecesores. Medina Elvira era Atarfe y ahí fue donde se celebró el primer concilio de la Iglesia y ya existía en los siglos XII, XI, X, IX... Y así podemos irnos para atrás todo lo que queramos. Creo que todas las ciudades tienen su propia historia de la cual obtienen ciertos empujes, inercias y beneficios y luego ya viene la capacidad de los ciudadanos de un pueblo que está vivo, que se está moviendo y que quiere ser cada día mejor.
Hemos pasado desde el siglo XX por una época brillante a nivel industrial, en el cual Atarfe era el más industrializado de la provincia de Granada con una alcoholera, con una cementera, con una fábrica de pescado, de abonos... Eso era en esa época de mediados del siglo pasado. Luego cayó en crisis y solo queda ahora la fábrica de abono. Ha cambiado la forma de funcionar a nivel comercial. Seguimos manteniendo nuestros polígonos con alguna industria. No hemos perdido todo, pero digamos que lo que tenemos es de otra manera a la comparable de Cartagena o Bilbao, que era una posibilidad de que hubiera calado aquí, pero no lo permitió cómo evolucionaron las cosas como consecuencia de las políticas de los gobiernos de entonces, supongo.
PERFIL | De vender material de oficina a alcalde
Aunque su perfil podría ocupar tanto como la entrevista, Tomás Ruiz Maeso (Úbeda, 1953) llegó a Atarfe después de haber sido un 'trotamundos' pasando por Barcelona para estudiar Ingeniería Técnica, por Bujalance (Córdoba) para una experiencia pedagógica basada en Freire o por Manchester, en donde convivió dos años con la que después sería su mujer. Con ella se afincó en este municipio del Área Metropolitana en la Urbanización Los Cortijos de Caparacena (Atarfe), en donde es elegido presidente desde hace 25 años. Fue esta vocación de servicio público la que su antecesor Víctor Sánchez le despertó para proponerle ser concejal a partir del mandato 2003-2007, dejando atrás 25 años como comercial en una empresa de material de oficina: "Mi mujer se quería divorciar", comenta entre bromas. Entonces se encargó de Cultura, cargo que ocupó hasta que la salud y los asuntos judiciales le obligaron a coger el testigo de Sánchez. Tras pasar un año como alcalde por accidente, fue reconocido por los ciudadanos de Atarfe en 2011, cuando las victorias de los socialistas en las municipales no se estiraban. Ahora quiere repetir, parece haberle cogido el paso a gestionar un Ayuntamiento en una situación tan complicada.
P.- El haber recibido a tanto 'forastero' en las nuevas viviendas, ¿hace que Atarfe haya perdido su identidad de pueblo?
R.- Es un pueblo muy abierto en el que se han duplicado los habitantes. Atarfe, como tiene esa historia de siempre, tiene también una personalidad especial. Tenemos grandes escultores, grandes músicos, grandes pintores. Atarfe es peculiar. Tiene músicos y de todo. No permite el que se le borre su personalidad. Atarfe es mucho Atarfe y siempre tenemos vocación de aportar algo importante a la provincia de Granada. No somos un pueblo más. Queremos ser los que den la nota en algún sentido. Hemos dado la nota en el tema cultural, con un 'do' de pecho importantísimo. Hemos organizado espectáculos que no se han hecho en la capital y con la misma categoría que en la capital. Conciertos con más de 20.000 espectadores, eso dónde se ha hecho en la provincia de Granada, en poquitos sitios. Atarfe siempre da un paso adelante, siempre quiere significarse como una ciudad importante que tiene capacidad para hacer cosas importantes.
P.- En ese horizonte y hoja de ruta, Atarfe ya ha pasado por marcarse en cultura, deporte, crecimiento... ¿Ha llegado el momento de su historia?
R.- Lo de Medina Elvira no es una cuestión de ahora, sino desde que Gómez Moreno levantó las primeras excavaciones en el siglo XIX. Siempre ha sido una prioridad de este pueblo y este Ayuntamiento el poner en valor todo lo que significa esa historia, esa arqueología y todos los estudios que se están realizando, que son muchos, con Antonio Malpica, el jefe de las excavaciones. El Ayuntamiento en los últimos diez años se ha volcado en que se aceleren todo tipo de investigaciones y por nuestra parte hemos colaborado siempre en Cultura, con la Junta de Andalucía que es la que tiene que dar la salida y el mantenimiento de las inversiones y todos los estudios. El Ayuntamiento ha intentado siempre no solo estar al lado, sino ser motor de que no se paren las investigaciones y sigan adelante. Siempre enfocándolo con que esas investigaciones tengan repercusiones para nuestra ciudad. Que no solo sea investigar y acabe en un museo cerrado, sino que todo se ponga en valor para que repercuta positivamente en el día a día de los ciudadanos de Atarfe. Que se cree alrededor de toda esa riqueza arqueológica un centro de interpretación, un museo; se empiece a generar una industria alrededor de todo ese mantenimiento cultural. Tenemos todos los ingredientes y las posibilidades de ir concretando cosas que hagan posible que todo esto se conforme en un entramado sólido.
También hay que destacar que trabajamos en materia educativa mucho. La educación es el primer objetivo de todos, que se demuestra no solo con que peleemos con tener un colegio nuevo que se inauguró a primeros de curso, sino que también se ha inaugurado el edificio nuevo del Instituto La Vega. No solo nos conformamos con esas grandes obras, sino que continuamente, y hablo de los últimos seis meses, se han renovado los patios de infantil que requieren de hormigón, de una planta con helicóptero de color verde. Con su zona para niños y juegos y todo lo que requiere en un patio grande, que es todo el del colegio. Se han hecho nuevos el patio del Jiménez Rueda o del Medina Elvira. Se ha hecho un gimnasio nuevo en el Atalaya y toda clase de reformas: pintura, arreglos como cosa habitual. Eso quiere decir que no hacemos a lo que estamos obligados como municipio, sino que invertimos en los institutos en obras que no teníamos que hacer nada allí. Son nuestros niños y gastamos dinero, todo el que podemos, en poner nuestros colegios a punto y lo mejor del mundo. Queda clara nuestra vocación de apoyo total a la educación.
Ocurre algo similar en empleo, donde damos prioridad a esta materia con el esfuerzo que hacemos mensualmente. A través de planes de empleo del Ayuntamiento damos trabajo a unas 10-15 personas mensualmente que están en la bolsa de empleo municipal.
P.- ¿Cómo recuerda el día en que Víctor Sánchez le llama para formar parte de la política?
R.- Lo recuerdo perfectamente. Hace unos trece años. Un año antes de las elecciones me llamó y me invitó a comer y me planteó que él quería que colaborara y formara parte de su equipo de Gobierno. Ahí fue donde me creó la duda. Estoy contento porque creo que he pasado con nota el llegar a un pueblo, el hacerse conocer y digamos llegar en el año 2011 a ser el candidato a alcalde, ganar las elecciones y ahora estar gobernando y pensar en presentarme, que es en lo que sigo. Tengo intención de seguir siendo el candidato.
P.- Qué fue más difícil, ¿decirle a Víctor que sí para formar parte de la política o aceptar ser candidato en 2011 cuando el anterior alcalde dimite?
R.- Fueron dos momentos cada uno difícil por sus motivos. El primero era un cambio de vida radical. Tenía que plantearme que llevaba 25 años en la misma empresa y meterme en una aventura política. Me lo planteé como un reto. Terminé convenciendo a toda mi familia, que me sigue apoyando. Luego ya el segundo reto cuando el partido me pide que sea yo, porque creen que soy el más idóneo, para continuar como candidato a la Alcaldía la situación había cambiado muchísimo. No olvidemos que en 2010 la crisis ya llevaba dos años de crisis dura. Se habían acabado los ingresos por urbanismo, quedarnos a cero tras tener millones de ingresos. La situación económica se había complicado. Entonces, para mí fue un ejercicio de responsabilidad absoluta, de ponerme a disposición del partido y decir que esto no iba a ser nada fácil.
Pero sin embargo había que dar la talla para los momentos menos buenos. Me comprometí con mi partido, con mi pueblo. Estoy orgulloso porque casi cinco años después no hemos sido un Ayuntamiento que tenga que ser intervenido con una situación económica dificilísima. Hemos pagado puntualmente a nuestros empleados, a nuestros proveedores y estamos sacando el cuello poco a poco. Cumpliendo en la medida que podemos con todos los compromisos. Estamos intentando llegar a un momento económico en el cual no sea difícil ni para mí ni para el que venga después el mantener la estabilidad económica de este Ayuntamiento.
P.- Entre esas situaciones desagradables hay una que está ahí. Son las causas judiciales que tiene pendientes su antecesor, ¿cómo evita que eso no afecte ni al partido, ni al Ayuntamiento ni a usted?
R.- Víctor Sánchez ha sido el mejor alcalde que ha habido en este pueblo en muchos años. Eso lo digo taxativamente. Por su calidad política, por su calidad humana, su inteligencia y el saber hacer. Este hombre tuvo la mala suerte de caer en un pueblo con una oposición impresentable, que la única forma de hacer política era poner denuncias en el juzgado. En lugar de hacer política en el pleno. De la inmensa mayoría de las denuncias, unas 30, aún quedan unas seis o siete deambulando por ahí. Todas las demás se han archivado, sobreseído, se han ganado... Lo han acusado de todo. Le aseguro desde la confianza de que he sido compañero de él que es el hombre más honesto que conozco.
Víctor Sánchez jamás se ha metido un duro de nada, de nadie y todo lo que ha hecho ha sido por el bien de su pueblo. Es un ermitaño que vive con su cabeza pensando en su pueblo. Ha tenido la contrariedad de ser denunciado y los jueces y los fiscales cogen las denuncias y las tramitan, pero hasta ahora no tenemos ninguna condena. Hubo una condena que luego se recurrió y se ganó también. Hasta ahora es lo que hay.
Eso, para el pueblo de Atarfe, los compañeros suyos y para todos es una cosa que hay que sobrellevar. No es algo que nos afecte porque sabemos lo que es, que no es culpable de nada, sino que son gajes del oficio político y si tienes la mala suerte de que el PP en su día u otros partidos era su forma de hacer política. Ahora es un poco menos, porque como cambió la ley y cuesta dinero poner las denuncias hay menos. Algunos han tenido que pagar los gastos de la denuncia que pusieron porque era falsa. La gente está más moderada.
No obstante hasta yo he pillado denuncias de este tipo. Afortunadamente yo, una y media. Es lo que tengo ahí pendiente. En este sentido estamos muy tranquilos porque quien no hace nada no tiene por qué temer nada. Y también estamos muy solidarios con nuestro compañero Víctor Sánchez y sabemos que el pueblo en general nos conoce muy bien, de tú a tú. La mayoría tienen el teléfono mío. Saben de lo que somos capaces. Todo esto es lo que es y no hay por qué preocuparse. Ni electoralmente ha influido nunca para nada, porque no tenía por qué influir. No hacemos nada que vaya contra las leyes.
P.- ¿Qué pueblo de los que le rodea le ha afirmado más de una vez que tiene envidia sana de Atarfe?
R.- (Risas) Depende. Aquí alrededor tenemos pueblos magníficos. Maracena, Albolote, Armilla, Santa Fe o Pinos Puente que han tenido su evolución propia. No hay ni mejores ni peores. Cada uno tiene su historia, tiene sus valores. Cada uno tiene su personalidad y forma de afrontar el día a día. Algunos compañeros me han preguntado que cómo lo hago con algunos eventos. Sí es cierto que me han reconocido la gestión. Lo que ocurre es que esa es una envidia sana y puntual, no general porque cada pueblo tiene muchas cosas positivas que ofrecer.
P.- ¿Usted hay algo que envidie de otro pueblo?
R.- A mi me gustaría tener consolidados aspectos históricos que otros pueblos tienen. Unas ruinas bien conservadas o algo así. Todo eso es algo que está pendiente por conseguir por parte nuestra. Si hay alguna envidia por alguna será sana y buena.
P.- ¿No echa de menos el Metro en Atarfe?
R.- Lo hemos reivindicado, pero de momento no lo echo de menos porque no sabemos si van a funcionar las vías en el resto de pueblos (risas). Oigo mucho las polémicas entre el Ayuntamiento de Granada y la Junta. Lo cierto es que seguiré pidiendo que por muy poco dinero más las vías del Metro lleguen a Atarfe. No tiraré la toalla nunca. Lo que sí comprendo es que tal y como está la situación ahora mismo no es una prioridad ni de la Junta ni de los que pudieran darle el empujón. Como no significan un gasto muy desorbitado, es pocos kilómetros y todo liso, no tendrían dificultades de desarrollarlo. Creo que sería posible. Seguiré peleando y luchando porque el Metro llegue a Atarfe.
P.- Ha mencionado algunos pueblos del Área Metropolitana, ¿se creen estos municipios, empezando por Atarfe, el concepto metropolitano del 'Cinturón' o va cada uno por su cuenta?
R.- En el Área Metropolitana Norte, que es la que más conozco, creo que cada vez hay como más sentimiento metropolitano. Sirva por ejemplo el LAC y el lío de las paradas del área Norte. Eso han sido todos y de todos los partidos. Estamos peleando porque se vuelva a poner la parada de la Caleta. Es una barbaridad lo que se ha hecho. Maracena, Albolote y Atarfe han firmado un acuerdo para hacer un área conjunta que uniría los tres pueblos en una zona que se ordenaría con el concurso de todos, los técnicos de todos. A ese acuerdo llegamos incluso siendo Albolote del PP. La zona Norte tiene muy claro que todos estamos en el mismo barco. Que la ciudad de Granada somos todos.
P.- Gobierna en solitario con apoyos puntuales de IU.
R.- Sí. El equipo de Gobierno es solo del PSOE. Cada vez que hay un pleno tenemos que llevar hablado, discutido y acordado de alguna forma que ese voto de IU será positivo porque si no sería absurdo someter algo a aprobación.
P.- ¿Cómo se consigue que IU apoye en casi todo sin entrar en el Gobierno?
R.- Llevando al pleno lo importante y lo que realmente se va a aprobar porque es necesario para el municipio. Por ejemplo, los presupuestos tendremos que hablarlos con ellos. Un proyecto urbanístico u otra cosa. Agradezco la posición siempre constructiva de los compañeros de IU que han sabido cuál es el papel que tiene que jugar en un pleno una organización política, que no es poner pegas a todo sino colaborar y hacer que el pueblo avance con su ayuda.
P.- ¿No ha visto necesario que entren en el Gobierno?
R.- Yo no he tenido nunca ningún inconveniente en que entren. Han sido ellos los que han puesto la limitación. Que ellos prefieren estar desde fuera y colaborar cuando han podido. No siempre han colaborado. Hay veces que han dicho que por ahí no pasan y otras han dicho que sí. Es lo que tenemos. Es un trabajo del día a día. La mayoría de las veces hemos sido muy claros y transparentes. Se ha puesto todo sobre la mesa y se ha estudiado. Hemos estado abiertos no solo a ellos sino a todos los demás partidos. Incluso el PP alguna vez ha votado a favor de los proyectos que hemos planteado. Cosa que debiera ser lo natural.
P.- ¿Y ese día no se ha pellizcado?
R.- Me he pellizcado varias veces, no ha sido una sola en la que el PP ha votado a favor de un proyecto nuestro como hacer un colegio nuevo. Son cosas que no tienen discusión aunque ha habido otros, como los tránsfugas que siempre votan que no a todo. El día que esos voten que sí me pellizcaré.
P.- Como exdirector comercial de una empresa que se dedicaba a la venta de muebles y material de oficina, ¿el que hay en su despacho es bueno?
R.- Es muy antiguo pero es bueno (risas). El que comprara estos muebles sabía lo que hacía. Sé la marca, la fábrica dónde está...
P.- ¿Pero se puede estar cómodo en un despacho sin necesidad de asientos y despachos suntuosos?
R.- Aquí está la prueba. Claro que sí, pero vamos he vendido sillones carísimos a mucha gente y a muchas empresas, incluso a obispos. Siempre está la excusa de la ergonomía, las necesidades corporales de cada uno. Uno se gasta el dinero en lo que realmente cree que le va a favorecer. Y hay gente que dice que se lo gasta en un buen sillón.
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