Aterrizaje forzoso para un Granada CF sin combustible
Los rojiblancos pierden ante el Cádiz por 0-1 en un partido que terminaron con diez hombres por la expulsión de Roberto Soldado
Volaba alto el Granada CF tras la victoria en la última jornada liguera, dependiendo de sí mismo para entrar en Europa. Sin embargo, el Cádiz forzó el aterrizaje en la realidad liguera de los rojiblancos, faltos de gasolina en las piernas y en la cabeza, que firmaron un partido plano y sin mordiente.
En una primera parte gris en la que fueron de menos a más, los granadinistas encajaron a los 39 minutos de partido tras un fallo en la marca de Germán primero y Nehuén después. Apareció Aarón para salvar el marcador antes del descanso.
Ya en la segunda mitad, los rojiblancos agotaron todos sus cambios buscando una reacción en cualquier área del campo. Sin embargo, no terminó por llegar gracias al buen hacer defensivo del conjunto gaditano. La expulsión de Roberto Soldado y la lesión de Kenedy cerraron la trilogía de desgracias para los locales.
No fue la más entretenida de las primeras partes disputadas por el Granada CF, ni tampoco la más justa. Ambos conjuntos se fueron al descanso con victoria momentánea de un Cádiz que encontró la forma de hacer daño a la contra, mientras que los rojiblancos se atascaron en el ataque posicional.
Pudieron abrir la lata los de Cervera en el primer minuto, con un contragolpe que no llegó a rematar por escasos centímetros Negredo, sin marcaje alguno en el corazón del área. Apareció para despejar Foulquier, providencial.
Replicó el Granada CF mediante una acción de Quini, que se coló hasta el vértice del área para sacar un disparo seco directo a puerta. Reaccionó Ledesma, que alcanzó a despejar a duras penas ante la errática trayectoria del lanzamiento.
Bajó de revoluciones el partido, con los locales enfocados en la posesión del balón y los visitantes esperando a encontrar espacios para correr, dos enfoques opuestos de un mismo partido. Solo Germán fue capaz de romper la monotonía con un cabezazo tras un saque de esquina que se terminó marchando alto.
A solo diez minutos del final de la primera parte, firmaban los rojiblancos sus mejores momentos en el partido en cuanto a presencia en campo rival cuando tuvieron la ocasión de ponerse por delante. Sacó de esquina el Granada CF y se alzó Germán para cabecear mordido. El esférico le cayó a Nehuén, que disparó a bocajarro, pero se topó con un providencial Ledesma.
Quien perdona la paga, y así ocurrió. Solo tres minutos después, Negredo cazó un centro por banda derecha sin ningún tipo de oposición y lo mandó a la portería. Allí apareció Aarón con una mano salvadora, aunque por poco tiempo, pues el rechace volvió al ariete, que se la dejó a Sobrino para que la empujase y firmase el primero.
Tendría el Cádiz la última ocasión relevante de la primera mitad. Nuevamente encontraron el espacio al contraataque para que el autor del primer gol se midiese en un mano a mano con el guardameta rojiblanco. Se hizo enorme el portero, tapando cada posible línea de tiro del ariete para volver a salvar a los suyos antes de marcharse al vestuario.
Dos cambios en el descanso
Salió el Granada CF al terreno de juego con dos nuevas caras en su once con respecto a los primeros 45 minutos. Nehuén y Puertas dejaron el campo para dar su lugar a Víctor Díaz y Kenedy. Cambios de hombre por hombre, con el lateral entrando como central.
No sirvieron las sustituciones, con los locales aún adormilados y superados por los visitantes. Como solución, Diego Martínez buscó un cambio de sistema, retirando a Yangel Herrera para dar entrada a Soldado y pasar a un 4-4-2. Tras la entrada del delantero, el técnico metió más pólvora con Luis Suárez por un desdibujado Darwin Machís.
No lavaron la cara al equipo ninguna de las cuatro sustituciones. El encuentro se fue aún más al punto en el que lo quería el Cádiz, entre el sopor y la falta de fútbol. Se quedaron los rojiblancos a vivir en terreno rival, pero su posesión se tornó estéril ante el muro defensivo cadista.
Agotó los cambios el Granada CF, esta vez a la fuerza. Kenedy, que llegaba al encuentro tocado, tuvo que abandonar el césped por lesión, sustituido por Fede Vico. Ya con los cambios agotados, los granadinistas se quedaron sin margen de maniobra para agitar más el avispero.
Ya en los compases finales del partido, Díaz de Mera se quiso hacer protagonista con un carrusel de tarjetas. Tras una caída de Jorge Molina, el colegiado expulsó a Roberto Soldado con dos cartulinas amarillas en menos de un minuto por protestar la decisión.
Despertó el Granada CF en el tiempo de descuento. Primero pudo Foulquier aprovechar un saque de esquina, pero no llegó a rematar tras la mala salida de Ledesma. Tras él, Gonalons quiso aprovechar un mal rechace del guardameta, pero se encontraba en posición antirreglamentaria.
No dio más de sí un encuentro gris, falto de ideas y al que le llegaron a sobrar los últimos 45 minutos. Los rojiblancos, tras volar alto con rumbo a Europa en la última jornada, aterrizan a la fuerza en su realidad liguera, esa en la que cualquier rival puede darles una sorpresa.
No fueron capaces los granadinistas de encontrar su camino hacia el gol, ni la forma de hacer daño a un Cádiz bien cerrado atrás y rápido al contragolpe. Faltó pólvora arriba, así como gasolina en las piernas y en la cabeza para deshacer el entramado defensivo de un rival férreo atrás.
Popular ahora
