Cájar se queda sin su fiesta del 2 de enero por la pandemia
Tradicionalmente centenares de vecinos se reúnen este día en el Pabellón de San Francisco
La localidad metropolitana de Cájar se queda este 2 de enero sin la tradicional celebración de su Día de la Toma, una jornada de convivencia que habitualmente reúne a centenares de vecinos en el Pabellón Municipal de San Francisco.
La situación generada por la crisis del coronavirus ha obligado al Ayuntamiento de Cájar a suspender esta celebración en el municipio, para evitar aglomeraciones y la posible expansión del virus, por lo que tendrá que ser al menos hasta 2022 cuando se pueda plantear recuperarla.
Se trata de una cita en la no suele faltar el tradicional potaje de garbanzos, las papas a lo pobre y el vino de la tierra para que degusten todos los participantes.
Además, el encuentro también tiene carácter solidario, como el año pasado, cuando se celebró un bingo solidario a beneficio de Cáritas organizado por la Concejalía de Bienestar Social.
Los asistentes también pudieron aportar un kilo de alimentos no perecederos o donativo que Cáritas recogió para repartirlos entre las familias más necesitadas del municipio. Del mismo modo, la ONG organizó un rastrillo solidario coincidiendo con este encuentro.
La alcaldesa de Cájar, Mónica Castillo, ha explicado que se trata de una jornada "arraigada" entre los vecinos y visitantes, que no es fiesta local y tampoco va acompañado de acto institucional, si bien considera que esta es una "forma de conmemorar" el Día de la Toma de Granada.
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