Con Vallecas en el recuerdo de todos
La victoria le aseguraría la vida en Primera, mientras que el empate solo sería válido siempre que Osasuna no ganara al Betis o el Almería puntuara ante el Athletic
Imagen del Rayo-Granada de la temporada 11/12, donde se salvaron ambos equipos. Foto: Rayo Vallecano
Las situaciones pueden ser similares, pero nunca idénticas. El Granada ya vivió algo parecido con lo que trabaja esta semana hace dos campañas, cuando los rojiblancos se jugaron el ser o no ser en Primera –tras su ascenso tras 35 años meses antes- en la última jornada en Vallecas, pero entonces incluso la derrota –hecho que se dio- le podía valer con otros resultados.
Y es que el Villarreal finalmente fue el equipo que bajó a Segunda, después de que en el minuto 88 Falcao, de cabeza, le diera los tres puntos al Atlético de Madrid en el Madrigal, salvando de manera indirecta al equipo entrenado entonces por Abel Resino.
La tensión de los últimos minutos se vivió en el barrio madrileño, ya que el Rayo se jugaba la vida, como el Valladolid el domingo, aunque el conocimiento del resultado del Atlético hizo que los dos contendientes sobre el césped estuvieran salvados, algo que será imposible de ver en Zorrilla.
Ésta vez el único que le puede sacar las castañas del fuego al Granada serán sus propios jugadores, ya que una victoria le daría de manera matemática la salvación, lo contrario la derrota, pero un empate haría mirar hacia otros campos para conocer resultados.
Las matemáticas hablan de que la igualada le valdría a los rojiblancos siempre que Osasuna no venza al Betis en el Sadar, o bien que el Almería sea capaz de puntuar frente al Athletic en los Juegos del Mediterráneo.
Se avecina pues un domingo cargado de nerviosismo al que el cuerpo del aficionado del Granada nunca se acostumbra, pese a que en otras situaciones las emociones hayan sido casi iguales, o al menos parecidas.
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