viernes 29 marzo
VILLARREAL - GRANADA CF | LA CRÓNICA   |   |

Una bitácora cerrada a cal y canto

El Granada CF sigue sin poder acceder a la brújula que le reconduzca hacia la senda del triunfo · El equipo de Alcaraz solo aguantó unos 20 minutos a buen nivel · Adrián Ramos, desaparecido en su debut

Ponce se lamenta tras recibir un golpe en un lance del partido. Foto: LOF

FICHA DEL PARTIDO
Villarreal: Asenjo; Mario, Bonera, Álvaro, José Ángel; Bruno, Roberto Soriano (Adrián, 62'), Samu Castillejo (Leo Suárez, 79'), Trigueros; Dos Santos y Sansone (Rodrigo, 86').
Granada CF: Ochoa; Foulquier, Ingason, Saunier (Kravets, 73'), Gastón Silva, Cuenca; Hongla, Samper, Ponce (Boga, 59'), Aly Mallé (Atzili, 80'); y Adrián Ramos.
Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Bonera, José Ángel y Roberto Soriano; y a Samper y Gastón Silva.
Goles: 1-0, Bruno Soriano (41'). 2-0, Álvaro (72')
Incidencias: Encuentro disputado en Estadio de La Cerámica ante 15.152 espectadores.

La segunda vuelta no ha traído consigo una dosis de optimismo que permita creer con los ojos vendados en que la permanencia del Granada CF en Primera División está más cerca. De hecho, el equipo granadinista está un poco más lejos, pues ha caído a la última posición de la tabla después de siete jornadas.

El Granada CF de Lucas Alcaraz sigue sin poder abrir la bitácora en la que poder hacer uso de la brújula que marque el camino hacia la victoria y, por ende, hacia la salvación. Solo 20 minutos de buena imagen no fueron suficientes ante el Villarreal en el ansiado deseo de un triunfo que se resiste por méritos propios, al carecer de peligro en firme que, en esta ocasión, tampoco llegó en las botas de Adrián Ramos.

El debutante estuvo desaparecido en gran parte del encuentro y apenas dejó buenas sensaciones, entre otras cosas porque apenas recibió balones en un sistema más defensivo que atrevido y que tampoco evitó que los de Fran Escribá pudieran abrir el marcador, esta vez, a balón parado.

El primer gol, a cuatro minutos del descanso, era evitable, de no ser porque los cinco hombres en defensa, más los que contribuían a tareas en la zaga se olvidaron que permitir que tres jugadores del rival se sitúen en línea de gol solo abogan al guardameta a quedar tan vendido como debilitado. Así ocurrió en la jugada en la que Álvaro recibió un buen balón de falta lateral para dársela a Bruno Soriano y el que el del submarino amarillo marcara a placer.

El segundo tanto tuvo un cúmulo de desagradables circunstancias que impidieron el despertar granadinista. Llegó a falta de 18 minutos para el final del partido, cuando había opciones de buscar el empate con un Villarreal a medio gas. Álvaro González remató un rechace en la segunda jugada de un córner. Es cierto que el jugador local estaba en el suelo, como casi todos los defensores rojiblancos, pero estaba libre de marca y Ochoa, una vez más, quedó 'vendido' a su suerte.

Antes de que se abriera el marcador, el Granada CF dio algunas muestras de estar vivo, sobre todo en llegadas tímidas por las bandas, ocupadas en esta ocasión por Foulquier y Cuenca; o por Aly Mallé, que por momentos jugó como extremo y, en otras ocasiones, participó por dentro. Fueron los únicos tres que dieron síntomas de dar viveza aun equipo que en defensa vio cómo el Villarreal llevó el peligro en varias ocasiones tanto en la primera como en la segunda parte.

Así, a los ocho minutos se anuló un gol ilegal al Villarreal que remachó Sansone; Manu Trigueros probó a Ochoa por abajo; Sansone de nuevo envió al larguero un lanzamiento de falta y Dos Santos también probó fortuna desde lejos en un tiro cruzado.

Desde el minuto 25 aproximadamente los locales dieron un paso atrás y el Granada CF trató de ganar terreno haciendo justo lo contrario que los amarillos. Consiguieron meterse en el partido con jugadas a la contra o centros que no llegaban a nadie, pero que mostraban otras intenciones sobre el césped.

La mejor llegada se produjo antes del tanto local y de diez minutos para el descanso. Ponce cedió un buen balón a Aly Mallé por dentro, este la dejó a Hongla que volvió a devolvérsela al camerunés, quien al intentar tirar se encontró con la salida de la defensa del Villarreal en tromba.

Ya en la segunda parte tampoco hubo ocasiones claras que dejaran la demostración de mejoría del Granada CF, que al igual que su rival dejó que pasaran los minutos sin pena ni gloria pese a que Alcaraz metió a Boga en banda y sustituir a Ponce, nublado durante los 61 minutos que tuvo la ocasión de que quiere ser titular.

Ramos remató en fuera de juego clarísimo un balón que se fue al fondo de la red justo en el mismo momento en que se señalaba la posición irreglamentaria. Fue de las pocas demostraciones que dio el colombiano de estar integrado y en conexión con sus compañeros.

El cartucho en Villarreal deja dudas. No las mismas que hace una semana, pero sí las suficientes como para no vislumbrar la mejoría ni para abrir la bitácora en la que la brújula rojiblanca sigue bien guardada. Por el bien del equipo más vale abrir el dichoso habitáculo cuanto antes, o eso o no habrá remedio para encontrar el rumbo.

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