jueves 25 abril
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Cruce de denuncias por los sones de una guitarra

Dos músicos callejeros de Láchar y dos agentes de la Policía Local de Granada se ven en los juzgados por tocar en Plaza Nueva

Agredido Policía Local Granada 01

Foto aportada por uno de los hermanos supuestamente agredidos el pasado jueves por la Policía Local de Granada. Foto: A.F.C.

Dos músicos callejeros, hermanos y vecinos de Láchar han denunciado a dos agentes de la Policía Local de Granada tras haber sido supuestamente agredidos mientras tocaban en la vía pública. A su vez, la pareja de policías también ha acusado a los hermanos por resistencia a la autoridad.

Los hechos se remontan a las 14.00 horas del pasado jueves cuando Abraham Fernández Campos, y su hermano Manuel, en paro desde hace siete años, comenzaron a tocar su guitarra, como lo llevan haciendo desde hace más de seis años por el centro de Granada.

En esta ocasión, estaban en Plaza Nueva cuando, según Abraham, llegaron dos agentes de la Policía Local que pedían que "dejásemos de tocar, pero faltando el respeto a nuestra raza". "Nos apartaron de la terraza para que la gente no nos viese y nos exigieron la guitarra. A lo que dije que no se la podía dar dado el gran valor sentimental que tiene porque me la regaló mi abuelo y es un método de vida. Nuestras palabras hacia ellos fueron que si nos querían detener que lo hiciesen y si nos querían denunciar que también lo hicieran. Sabemos que están en todo tu derecho por ser policías. Pero a mí se me acercó uno y me dijo que me iba a quitar la guitarra a la fuerza y empezó a achucharnos. Nos detuvieron y conforme nos acercamos al coche a mi hermano le pegaron un puñetazo y dentro del coche nos increparon", ha manifestado el joven de 24 años.

Los dos hermanos, pertenecientes a una familia muy conocida en el municipio metropolitano han declarado que "nunca" han tenido problemas con nadie ni tampoco acumulan antecedentes penales. "Los instrumentos y el cante son nuestros últimos recursos, ya que es lo que sabemos hacer porque venimos de una familia que se ha dedicado a esto desde siempre. Nos sentimos maltratados, humillados, discriminados y acosados. Pagamos todo como cualquier hijo de vecino y nos trataron peor que a un animal. En ningún momento, opusimos resistencia. Lo único que dijimos fue que la guitarra no se la íbamos a dar porque me la regaló mi abuelo", ha apuntado Abraham.

Por su parte, fuentes de la Policía Local de Granada han asegurado a ahoraGranada que los dos músicos tocaban y cantaban en Plaza Nueva, prohibido por la Ordenanza de la Convivencia. "No tenían licencia para hacer lo que hacían y se les dijo que dejaran de tocar, pero siguieron tocando e hicieron caso omiso a lo que le decía la unidad. De modo que se les reclamaron la documentación para hacerle un acta de denuncia por dicha ordenanza", han explicado al tiempo que han insistido en que se les requirió la documentación hasta en tres ocasiones, pero "resultó que no la llevaban", por lo que se les trasladó a la Jefatura Provincial de la Policía Nacional para identificarlos.

Ya en las citadas dependencias, los Fernández Campos fueron denunciados y se les incautó el instrumento que solo volverán a conseguir si presentan la tasa de almacenamiento en El Rasillo, una vez pagada la multa.

Juicio rápido

Ante tal situación, este lunes se ha celebrado un juicio rápido en el que ambas partes se han visto las caras. La abogada de la defensa, Beatriz Soler, ha señalado que, pese a que no se ha dictado sentencia aún, la línea de defensa que se siguió pasó por la alegación de la vulneración del principio de intervención mínima del derecho penal porque, como los policías ratificaron que se les había abierto un procedimiento administrativo para imponerles la multa por no tener la licencia y además se les quitó las guitarras, "realmente se está castigando un mismo hecho dos veces".

"Es un exceso de fuerza punitiva, aunque se trata de la palabra de mis clientes contra la de los policías. Se solicitó la moderación de la condena que pidió el fiscal, dado que solicitó demasiado dinero. Se pidió una falta contra el orden público del artículo 634 del Código Penal y la pena de multa va entre diez a 60 días. En este caso, al no acreditarse ni insultos, ni agresiones a los agentes, el fiscal pidió 20 días a razón de ocho euros diarios, un total de 240 euros añadidos a la sanción que tienen que pagar para recoger la guitarra. Demasiado para unas personas que tocan en la calle como medio de vida", ha explicado Soler.

De este modo, ha hecho hincapié en que los dos hermanos tienen solicitada su licencia para tocar en la calle, pero el Ayuntamiento de Granada todavía no se la ha concedido. "Todo el problema surge cuando les quitan las guitarras que es una medida extrema porque ciertamente no es necesario. Los policías dicen que ellos se alteraron mucho y los insultaron, sin embargo, los hermanos dicen lo contrario. De hecho, los partes médicos que se aportaron en la vista indicaban una "policontusión a consecuencia de una agresión". En estos tipos de casos, es la palabra de un agente de la autoridad contra la de dos personas y, a efectos legales, pesa más la palabra de la autoridad porque no hay testigos que corroboren lo que decimos", ha añadido la magistrada.

La sentencia se conocerá entre los siete o diez próximos días.

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