martes 23 abril
Granada CF  |   | Nacho Santana

Cuatro años de luces y sombras marcados por las promesas incumplidas

John Jiang deja de ser el presidente del Granada CF tras una etapa con más dudas que certezas marcada por su ausencia institucional en el día a día rojiblanco

Lizhang muestra orgulloso su carné de abonado cuando llegó en 2016. Foto: Granada CF

En junio de 2016 aterrizaba John Jiang tras comprar el Granada CF. El empresario chino llegaba con la intención de revitalizar una entidad que había vivido bajo la tutela del Udinese italiano vía Gino Pozzo. Cuatro años después, la gestión de Jiang se resume en incomparecencias, sombras y luces en lo deportivo, aunque sin su presencia.

El asiático, hombre de negocios pero poco versado en lo deportivo, entró con fuerza en el Granada CF, prometiendo la clasificación para Europa en un espacio de tres años. Conscientemente o no, falló por solo un curso. Esta temporada, los rojiblancos se batirán el cobre en la fase previa de la Europa League tras la mejor campaña de su historia, un éxito en lo deportivo del que el ya Presidente Honorario tiene parte de culpa.

No se ha visto a John Jiang disfrutar de ello. De hecho, no se le ha visto directamente. Las apariciones del expresidente se han dado a cuentagotas en este tiempo y hace ya más de un año desde la última vez que la afición rojiblanca supo algo de él, aquella vez en la que se manifestó en julio de 2019 para negar una posible venta del club.

Jiang en la presentación de Oltra tras bajar a Segunda División. Foto: Álex Cámara

Sombras y bandazos

Han sido constantes los cambios en el club bajo la batuta del empresario chino. Hasta tres veces cambió de mano derecha en el tiempo que ejerció de mandamás, dificultando así su enlace con los empleados del Granada CF que viven el día a día de la entidad. 

Precisamente en esos empleados ha habido también cambios significativos, algunos de ellos traducidos en éxitos deportivos. Comenzó John Jiang su etapa rojiblanca confiando en Media Base Sports para confeccionar la plantilla que acabaría descendiendo a Segunda en una temporada para olvidar. El mal resultado dio lugar a la ruptura entre ambas partes.

Aquel año se vivieron episodios esperpénticos con giros de timón más que inesperados. Con el equipo luchando por sobrevivir, se renovó a Lucas Alcaraz para poco después darle la puntilla y dejar el banquillo vacío. Tomó el mando Tony Adams, hombre de confianza del empresario chino que acabaría por abandonar la entidad tras la debacle de la que fue parte. 

Jiang en una rueda de prensa con su escudero, Kagning Wang. Foto: Álex Cámara

Impagos y expedientes

Dentro de los aspectos negativos de la gestión Jiang quedan también varias secciones vinculadas a lo económico. Aquella temporada sin patrocinador principal dejó al Granada CF con un presupuesto considerablemente mermado cuando se buscaba ascender a Primera de nuevo. 

A ello se unen acuerdos más que dudosos, como el firmado con Energy King. La marca china, cuyo nombre llegó a lucirse en las gradas de Los Cármenes, tiró de impago y dejó a los rojiblancos con un agujero en el bolsillo de varios millones de euros, dejando en evidencia al ya expresidente, hombre fuerte precisamente en la faceta económica. 

También se detectaron impagos en transacciones como la venta de Rochina, con pagos a plazos que no terminaban de llegar pese a contar con ese dinero para confeccionar el presupuesto, al tiempo que se congeló una buena tacada destinada a la compra de ‘Tin’ Angulo, que no llegó a debutar al dar positivo en los test por cocaína.

La última guinda del pastel llegó el verano pasado. LaLiga se vio forzada a expedientar al Granada CF por la situación de impagos que atravesaba Adrián Ramos. Con parte de su sueldo teóricamente abonado por Jiang, el delantero colombiano tuvo que hacer público su descontento en una acción que terminó impidiendo a los rojiblancos inscribir fichajes durante un tiempo.

El técnico rojiblanco junto al presidente, John Jiang, y al vicepresidente Pepe Macanás tras conseguir el ascenso a Primera. Foto: Álex Cámara

Incomparecencia en las luces

No todo ha sido negativo durante la etapa del mandatario chino. Tras el descenso, John Jiang prometió el retorno en un máximo de dos temporadas y el equipo se encargó de darle la razón. 

Primero puso a Manolo Salvador al frente de la dirección deportiva y se fijó el objetivo de darle al Granada CF una identidad reconocible. Fue entonces cuando se decidió que los fichajes debían ser, en la medida de lo posible, andaluces. Como resultado quedó un grupo unido, con amistades forjadas dentro del vestuario, aunque no alcanzó el objetivo del ascenso.

Le costó la temporada el puesto al director deportivo y el mandamás asiático optó por confiar en el actual modelo híbrido basado en la relación entre el propio club y el grupo Hope. Se continuó con la fórmula de crear un grupo reconocible y se acertó en cada fichaje, logrando el ascenso y sentando los cimientos de una plantilla que ya es histórica.

No tuvo protagonismo en el retorno a Primera y ni siquiera apareció cuando el club, un año después de lo que vaticinó al llegar, entró en Europa. Se hizo historia bajo su mandato, pero John Jiang no dio signos de vida. De hecho, ante las dudas surgidas por la utilización de Los Cármenes, el empresario no se manifestó pese a la petición expresa del alcalde.

El presidente del Granada CF, durante su discurso para dar a conocer el proyecto de la nueva Ciudad Deportiva. Foto: L. F. R.

Preocupan las infraestructuras

Con el proyecto del estadio por definir, el asiático tampoco destacó en lo referente a las infraestructuras. Si bien su objetivo era sentar las bases de un club que pudiese crecer desde las categorías inferiores hasta el primer equipo, la ciudad deportiva no ha visto avances desde hace mucho tiempo.

Son varias las veces que el proceso ha sido estudiado, reconducido e incluso cambiado. La idea inicial, tan prometedora como ostensible, fue amoldada a la realidad de un equipo que había descendido. El ascenso mantuvo los planes, pero la realidad es que el proyecto está paralizado y no hay fecha para la finalización del lugar que debe dar a luz a las jóvenes promesas del fútbol granadino.

Sí que se cuidó el proceso de la cantera. Con jugadores como Isma Ruiz destacando en el fútbol base, se apostó por hacer contratos profesionales a los futbolistas jóvenes para retener el talento y frenar una sangría que lleva años impidiendo que los canteranos alcancen el primer equipo ante la falta de apuesta por ellos, tanto en lo deportivo como en lo económico.

Con canteranos o sin ellos, John Jiang prometió un futuro ambicioso para un Granada CF del que ahora se aleja. Cuatro años de dudas y control del club desde las sombras mediante intermediarios que ahora tocan a su fin. Más allá de ello, quedarán para la historia el descenso, el retorno a Primera y una temporada histórica con la clasificación a Europa League, el último curso con el empresario chino al mando para el club.

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