Cuatro kilos más de media durante el confinamiento
La actividad física se ha desplomado un 40% y se han disparado las ventas de productos como las aceitunas, patatas fritas, cerveza y chocolate
Las tres semanas de confinamiento debido a la pandemia del coronavirus han alterado los hábitos cotidianos de la ciudadanía. El cambio de rutinas ha tenido sus primeras consecuencias en la reducción de la actividad física y el incremento en las dietas de alimentos poco saludables, por lo que los ciudadanos podrían llegar a engordar hasta cuatro kilos durante el estado de alarma.
Así, la actividad física se ha desplomado, al menos, un 40% y se han disparado las ventas de productos como las aceitunas (94%), las patatas fritas (87%), la cerveza (78%), y el chocolate (79%), según un estudio del comparador de seguros de salud Acierto.com.
La reducción de la actividad física tiene efectos negativos sobre el aparato locomotor y muscular, con la pérdida de capacidades aeróbicas, el incremento de la sensación de fatiga y la reducción del gasto calórico. La inactividad continuada, que se marca a partir de diez días, está relacionada con la atrofia muscular y la pérdida de fuerza.
Asimismo, durante el confinamiento se han disparado las ventas de alimentos vinculados al disfrute que no siempre son precisamente saludables, por lo que se estima que durante este tiempo los ciudadanos podrían llegar a engordar hasta cuatro kilos.
No ultraprocesados, sí un picoteo sano
Para frenar todos estos efectos, se debería adaptar la ingesta calórica, planificar los menús, evitar los ultraprocesados y grasas, y optar por el picoteo sano, como los encurtidos y otros alimentos nutritivos que calmen la ansiedad, y los productos frescos.
En cuanto al deporte, se recomienda practicar al menos veinte minutos de ejercicio cardiovascular. Se puede recurrir a los vídeos de Internet y llevar unos horarios que permitan conciliar el sueño y acostumbrar el cuerpo a la nueva situación.
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