De Inglaterra a Cádiz, con parada final en la Primavera
Gente de todas partes de España se congrega en el botellódromo para dar la bienvenida a la estación más deseada por los jóvenes de Granada
Son la una del mediodía y jóvenes venidos de todas partes de España ya se concentran en el botellódromo. Ha llegado ese día tan esperado por muchos de ellos. La Fiesta de la Primavera es, además, una ocasión perfecta para reencuentros y quedadas con amigos y compañeros de clase. Junto con sus tres amigas, Andrea es ‘primeriza’ en esto de la Primavera. Lleva apenas seis meses en Granada y ha invitado a sus incondicionales de Castilla La Mancha, de donde es natural, para que vivan a su lado “esta experiencia”. “Es el primer año que venimos y, por ahora, estamos muy bien. No sabemos hasta cuándo nos quedaremos, pero suponemos que hasta las nueve o así, aunque no estamos seguras de aguantar mucho si esto se llena de gente como nos han dicho que pasa cada año”, cuenta la joven, mientras María, Alba y Jennifer, ataviadas con flores en el pelo, brindan con un vaso de tinto.
En el camino que conduce hacia el botellódromo, dos amigos ingleses cambian sus bolsas, llenas de litros de cerveza, de mano para ir más cómodos. John y Connor lo tienen todo preparado para comenzar la fiesta. “Solo nos queda esperar a nuestros compañeros Erasmus para comenzar la barrilada”, dice Connor en un extraño ‘spanglish’ mientras la sonrisa pícara de John delata lo que ocurrirá esta tarde.
No muy lejos de allí, un dudoso búho gigante, como de metro noventa, y estudiante de Marketing e Investigación de Mercados, se convierte en el centro de atención. David reconoce buscar un disfraz para esta ocasión. “Venimos todos los años, pero no a celebrar la Primavera, sino a celebrarlo todo. El buen rollo y el compartir un rato con tus amigos es lo mejor de este día. Nos hemos acercado para tomar algo pero no excedernos, a las 18.00 horas tengo que entrenar”, dice el muchacho de 21 años al lado de Manuel y Juan Antonio, que no paran de reír viendo la guisa de su amigo.
Cerca de la entrada al parking situado bajo el perímetro de la fiesta, un sevillano, un gaditano y tres granadinos -cual comienzo de uno de tantos chistes- se cubren la cabeza con un sombrero de paja. Álvaro, Roberto, Patricia, Alba y Sergio, portan garrafas de ocho litros llenas de bebida. “Somos reincidentes, no es la primera vez que venimos. Estamos deseando de que llegue esta fecha para bajar a Granada”, señala el sevillano, quien junto a sus “colegas” afirma que hay hora de llegada, “pero no de salida”.
A las dos y media de la tarde, fuentes de la Policía Local informaban a ahoragranada de que los concentrados allí podrían llegar “a los 2.500”. “Esta es la hora de máxima afluencia y el año pasado en este mismo intervalo de tiempo ya se habían cortado al tráfico las calles adyacentes al recinto, e incluso la circulación en el puente. No creemos que esta convocatoria supere a la de 2013, pero hay que tener prudencia. Estos eventos son totalmente imprevisibles”, manifestaban las mismas fuentes al tiempo que recalcaban la presencia de autobuses llegados de Jaén, Málaga y Sevilla.