jueves 18 abril
La Capital  |   | Luis F. Ruiz - Noelia S. Lorca

De la sorpresa al desgobierno, dos años convulsos en la Plaza del Carmen de Granada

Luis Salvador cumple el ecuador del mandato municipal en un escenario delicado, al quedar con solo con un concejal y 'tambores' de moción de censura en el horizonte

Luis Salvador y Sebastián Pérez se dan la mano en la mañana de la investidura. Foto: Álex Cámara

Cuando la mañana del 15 de junio de 2019 Luis Salvador era investido alcalde de Granada, pocos eran capaces de augurar todo lo que estaba por llegar en los dos siguientes años de mandato, con pandemia incluida y una situación controvertida entre la tercera formación del Ayuntamiento, el entonces líder del PP en la provincia y el resto de actores de una historia que no acaba más que empezar.

Granada llega al ecuador del mandato municipal con un alcalde que hace ejercicios propios del funambulismo, al quedar solo con un concejal en un equipo de Gobierno inasumible por mucho tiempo y con los 'tambores' de moción de censura en el horizonte.

Pero antes de llegar a ese punto, en el que la ciudad se encuentra ahora en un laberinto con difícil salida, hay que remontarse a aquel primer sábado de Corpus, en el que Sebastián Pérez cedió el bastón de mando para trazar un recorrido que él aseguró, asegura y asegurará que debía acabar este 2021 con su investidura y que sus compañeros de partido no solo negaron, sino que ninguno fue capaz de hablar con la claridad que ahora lo hacen para acorralar al todavía alcalde de Granada.

Lejos parecen haber quedado los primeros momentos tensos entre los dos socios de gobierno para la constitución de un equipo de Gobierno y la Junta Local, algo que no sucedió hasta finales de mes, cuando entonces hubo 'fumata blanca' entre Salvador y Pérez. Los 'populares' asumieron las áreas de mayor peso en la gestión.

Pérez, en su intervención en Órgiva en verano de 2019. Foto: PP

Un final de verano turbulento

Pero lo que parecía un pacto de Gobierno, que además relajaría la tensión entre los dos aspirantes, se fue torciendo hasta el punto de que el entonces primer Teniente de Alcalde, Sebastián Pérez, rompió su tensa calma en el inicio del curso político en Órgiva, donde reivindicó para sí la Alcaldía de Granada en el ya manido 2+2.

Sin embargo, Pérez se quedó solo hasta el punto de que la constitución de la Comisión de Grandes Contratos, en la que Vox la iba a presidir pese a que el entonces presidente del PP ostentaba esa materia; supuso un antes y un después en su carrera política, pues ahí puso punto y final a su presidencia de 17 años al frente del PP y cargando contra su propio partido.

A partir de ahí se tensionó mucho más la cuerda con el alcalde, quedando Sebastián Pérez sin una presencia institucional que sí tenían el resto de concejales de su partido en el Gobierno local, todo en medio de una pandemia que puso frenazo a cualquier proyecto e iniciativa municipal.

De nuevo, tras otro verano, el de 2020, Pérez volvió a ser protagonista tras renunciar a sus áreas y responsabilidades en el Gobierno local del Ayuntamiento.

El presidente provincial del PP junto a sus concejales en el Ayuntamiento y el secretario General el día que anunciaban que dejaban el Gobierno local. Foto: Álex Cámara

Tensa calma hasta junio

La situación siempre ha sido controlada por el alcalde, que creía tener la 'sartén por el mango' mientras ni PP ni Cs reconocían el pacto del 2+2, si bien fue a finales de mayo cuando el Ayuntamiento convulsionó hasta situarse en un escenario de desgobernanza.

Sebastián Pérez puso la 'guinda' a su renuncia como concejal del PP y seguir en el partido en el que ha estado los últimos 35 años, lo que derivó en que el PP moviera ficha y reivindicase la Alcaldía que dos años antes había cedido.

Después del tira y afloja en Granada, con el apoyo de las direcciones regional y nacional del PP, el alcalde no solo no negó la mayor, sino que garantizó que seguiría al frente del Ayuntamiento y no cedería su bastón.

Fue la semana pasada, la posterior al Corpus, la que derivó en el estallido de la crisis en la que está sumida Granada desde entonces. La dimisión de ocho de los diez concejales del equipo de Gobierno, incluyendo la marcha de dos de Ciudadanos al grupo de No Adscritos, ha abierto una brecha difícilmente sanable.

Granada llega al ecuador del mandato con los 'tambores' de moción de censura en el horizonte, pues el PSOE ya ha abierto claramente la vía Pérez para recuperar la Alcaldía. Volverán a ser días convulsos en una Plaza del Carmen que ha pasado en dos años de la sorpresa de aquella mañana de junio al desgobierno de la ciudad.

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